Por qué Dios no nos da respuestas directas algunas veces

lecciones dominicales

Orando para obtener respuestas

Al comenzar el verano, tenía que tomar una decisión por la cual estaba orando fervientemente. Llevaba mucho tiempo orando respecto a ello, así que empecé a sentirme frustrada con mi Padre Celestial por no darme las respuestas. Yo quería tomar una decisión con la cual Él estuviera satisfecho y que estuviera acorde con Su plan para mí.

Un día mientras estaba en el trabajo, tenía ese asunto dando vueltas en mi cabeza. Yo trabajo como vendedora y ese día estábamos teniendo un día muy tranquilo, así que decidí tomar un poco de tiempo y orar mientras trabajaba en un proyecto. Mi oración parecía más bien una larga reflexión. Le expliqué a mi Padre Celestial las ventajas y las desventajas de la situación y traté de darles sentido.

Finalmente pregunté, “Padre Celestial, por favor ayúdame a saber qué hacer”.

Tuve una clara impresión que vino a mi mente, “tú tienes el albedrío, tú puedes tomar la decisión”.

Mi respuesta inmediata fue… ¿me estás hablando en serio? Me pareció gracioso que después de todo el tiempo que había estado orando hubiera obtenido esa respuesta. En cierta forma hice una broma al respecto y pensé: “¿Y qué pasa si realmente no quiero usar mi albedrío ahora? ¿Acaso no puedes decirme qué debo hacer?

Fue allí, cuando entonces aprendí, que jamás debes jugar con el Espíritu.

 

Este artículo fue escrito originalmente por Meridiam Magazine y fue publicado en ldsmag.com, con el título: “Why God Doesn’t Always Give Us Straight Answers”

Comentarios
Hermoso mensaje gracias por compartirlo
jorge

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