Las Escrituras nos enseñan que el Dios de Israel nunca dejará atrás a Su pueblo, incluso cuando caiga en error. El Señor siempre extiende Su mano hacia Sus hijos e hijas.
Robert L. Millet afirmó:
“Lo que es válido para una nación también lo es para cada uno de nosotros individualmente. En la vida, son pocos los que llegarán a un punto en el que estén completamente fuera del alcance del amor y la redención [de Cristo], a pesar de sus errores y pecados”.
Dios nos ama, ya que mando a su hijo unigénito. Imagen: Canva
¿Podemos imaginar siquiera que, después de pagar un precio tan inmenso para salvar a cada individuo, el Redentor nos abandonaría?
El valor de una alma
¿Qué tan valiosa es un alma que se desvía del camino de Dios? Imagen: Canva
“Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios” (Doctrina y Convenios 18:10)
¿Qué tan valiosa es un alma que se desvía del camino de Dios?
“¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? Pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.
Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; de más valor sois vosotros que muchos pajarillos”. (Lucas 12: 6-7)
Además, si la atención de Dios se centra en aves individuales, ¿no está mucho más centrado en sus hijos? Imagen: Canva
¿Cómo podría compararse el valor de “muchos pajaritos” con el valor de un hijo de Dios? Además, si la atención de Dios se centra en las aves individualmente, ¿no significa eso que está mucho más centrado en Sus hijos?
El élder Neal A. Maxwell enseñó:
“Afortunadamente, Dios se preocupa de Sus hijos. Nosotros (y todo lo que podemos llegar a ser) somos Su obra y Su gloria. Todo lo que Él hace es para nuestro beneficio”.
Más adelante, el élder Maxwell afirmó:
“El profeta José Smith afirmó que Dios: ‘Antes que ésta [la Tierra] alcanzara existencia… contempló todos los acontecimientos relacionados con la tierra… [Dios] sabía… de la grande maldad en que se hundiría la familia humana, sus debilidades y su fuerza… la situación de las naciones y su destino… y ha proveído todo lo necesario para [la] redención [de la humanidad]’ (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 267).
Parte de lo que Dios “ha provisto” consta de personas imperfectas, como ustedes y como yo, comprometidas a brillar y a prestar servicio en la esfera que se les haya asignado, sabiendo todo el tiempo que estamos rodeados “por los brazos de [Su] amor” (D. y C. 6:20)”.
Comparando las estrellas con los hijos de Dios
Esta visión le mostró a Moisés el potencial increíble de la humanidad y lo dejó maravillado ante las posibilidades. Imagen: Canva
El élder James E. Talmage enfatizó:
“¿Qué es un hombre en este vasto y maravilloso mundo sin límites? Permítanme responder: En este momento, en realidad, [el hombre] es más grande, magnífico y más valioso que la aritmética de Dios, que todos los planetas y soles en el universo”.
Moisés fue testigo de la magnitud de la obra de Dios, desde el inicio hasta el fin, incluyendo cada alma que vivió o viviría. Esta visión le mostró a Moisés el potencial increíble de la humanidad y lo dejó maravillado ante las posibilidades.
Moisés contempló la Tierra con una percepción más profunda. Imagen: Canva
Después de esta experiencia, Satanás confrontó a Moisés, pero este lo venció invocando el nombre del “Unigénito” y recibió una segunda visión. Dios nuevamente bendijo a Moisés con la fuerza y poder para liberar a su pueblo, y le concedió una mayor capacidad para llevar a cabo la obra de Dios.
En la segunda visión, Moisés contempló la Tierra con una percepción más profunda, observando cada partícula y comprendiendo la complejidad y belleza de la creación divina.
Dios permitió que Moisés viera más allá, mostrándole la inmensidad del universo y la diversidad de sus habitantes en diferentes lugares y mundos. Esta experiencia le reveló a Moisés la increíble grandeza y el propósito profundo de la humanidad dentro del plan divino de la creación.
Mundos sin número
Esta escala cósmica desafía la imaginación humana y sugiere un universo infinitamente vasto. Imagen: Wallpaper Access
Tenemos una gran inmensidad en el universo, desde nuestro sistema solar hasta la Vía Láctea, que es solo una pequeña parte de los “supercúmulos locales” que contienen miles de galaxias. Esta escala cósmica desafía la imaginación humana y sugiere un universo infinitamente vasto.
A pesar de los avances tecnológicos, nuestra comprensión del universo sigue siendo limitada. Los telescopios modernos solo nos permiten explorar una pequeña fracción del panorama cósmico, lo que resalta la incomprensibilidad de la totalidad del cosmos.
El relato de Moisés y su visión limitada sugiere que incluso con el poder divino, la plenitud de la creación del universo es demasiado limitada para ser percibida completamente por la mente humana.
Todo se convierte en uno
Dios revela a Moisés que todas las creaciones son obra de Jesucristo. Imagen: Shutterstock
Dios revela a Moisés que todas las creaciones, incluyendo los innumerables mundos, son obra de Jesucristo, el Unigénito.
Aunque el universo es infinito y complejo, Dios enfoca Su atención en este planeta, destacando su valor y complejidad dentro de la creación divina. Dios le revela a Moisés el propósito fundamental de la existencia: lograr la inmortalidad y la vida eterna del hombre.
Para Dios, todo se reduce en uno: cada alma es importante. Aunque Él es el Creador de estrellas y mundos, Su principal ocupación es redimir a Sus hijos e hijas.
Dios es el Creador de estrellas y mundos. Imagen: Canva
Cada acción divina está dirigida hacia la crianza y redención del género humano, ya que cada alma tiene un valor infinito ante Dios y el potencial de llegar a ser como Él.
Esta revelación tiene profundas implicaciones para los padres, especialmente aquellos con hijos que han perdido el rumbo. Dios, con Su amor y perfección, se dedica por completo a rescatar y redimir a cada uno de Sus hijos.
A través de Su sabiduría y poder, Él ofrece soluciones de salvación, demostrando que no hay nadie mejor equipado que Él para restaurar y guiar a los que se han desviado.
Dios ofrece salvación a todos Sus hijos. Imagen: Canva
Finalmente, James E. Faust escribió:
“Hallamos solaz en Cristo por medio del Consolador, y el Salvador nos extiende esta invitación: ‘Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar’.
El apóstol Pedro habla de [echar] toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Si así lo hacemos, la curación se lleva a cabo, tal como nos prometió el Señor mediante el profeta Jeremías cuando dijo: “…cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor… Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida”.
En la gloria celestial, se nos dice: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor”.
Entonces la fe y la esperanza reemplazarán al dolor, la decepción, el sufrimiento, la angustia y la desesperación, y el Señor nos dará fortaleza, como dice Mormón, para que ‘no padeciesen ningún género de aflicciones que no fuesen consumidas en el gozo de Cristo’”.
Fuente: Meridian Magazine
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@masfe.org La ansiedad consiste en abrumarse por el futuro, aquello que aún no ha sucedido y que está por suceder, lo que nos quita nuestra paz mental. Dios no desea eso para tu vida, por eso Jesús nos mandó que no nos afanemos tanto por el futuro. Sí, es importante e inteligente planificar el futuro, pero no debemos dejar que ese afán de planificar nos abrume. Toma un descanso, ve con calma, a tu ritmo. Nadie te apura. Y, si pones a Dios en primer lugar, Él también hará de su parte para bendecirte. #ansiedad #futuro #versiculo #biblia #jesus #planificar #cristianos #consejo #consejocristiano #masfe #sud ♬ sonido original – Masfe.org
