Esta historia fue escrita por Chelsea Dyreng en su libro titulado “The Cenote”.
Mi querido hijo, el otro día estabas desayunando junto a tu hermana de 12 años, cuando de repente expresaste algo sorprendente. Me dijiste:
“Mamá, creo que los hombres son más importantes que las mujeres”.
No creo que hayas dicho alguna otra frase que llamara tanto nuestra atención como esa. Te pregunté cómo dedujiste eso, a lo que me respondiste:
“Por causa de Ellos”.
Y apuntaste con tu dedo de 6 años al cielo. Te pregunté:
“¿Te refieres al Padre Celestial y a Jesucristo?”
Hay grandes ejemplos a seguir en la vida. Imagen: Canva
Asentiste. Cuando te pregunté si era por eso que pensabas que los hombres eran más importantes que las mujeres, me dijiste que sí.
Si bien tu hermana se enojó contigo e intentó refutarte, he pensado mucho desde aquel día. Te he enseñado que tienes un Padre Celestial Todopoderoso, un Salvador y un buen padre terrenal, creo que yo también llegaría a la misma conclusión si fuera tú.
¿Cómo podría una mujer competir contra este argumento de admiración masculina?
Jesús confiaba en las mujeres. Él dependió de ellas y todavía lo hace. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
En tu mente de seguro hay una jerarquía, sin embargo, el hombre y la mujer no se crearon para vivir uno por encima del otro, sino para ser uno. ¿Recuerdas la forma en que Jesucristo trató a las mujeres?
La única persona con la cual Jesús tenía relación sanguínea era mujer, su madre, María. La primera persona a la que Jesús le dijo que Él era el Cristo fue una mujer, la mujer de Samaria. También fue una mujer la primera persona que lo vio como un ser resucitado, María Magdalena.
Jesús confiaba en las mujeres. Él dependió de ellas y todavía lo hace.
Si bien tu hermana dijo que yo era muy valiosa porque preparaba tu comida, te compraba ropa e incluso te di la vida, mi valor no se determina por todas esas cosas.
El valor de una mujer no proviene de qué tan bien cocine, limpie o dé a luz, sino en la correcta y dulce transmisión de las ideas y eternas verdades.
El valor de una mujer no proviene de qué tan bien cocine, limpie o dé a luz, sino en la correcta y dulce transmisión de las ideas y eternas verdades. Imagen: Canva
Una de las cosas que amé de entrar al templo por primera vez fue la guía que tuve. De la misma manera, Dios te dio una guía en la tierra: tu madre. No importa en la situación en la que te encuentres, una madre siempre estará ahí.
Dios diseñó a las madres para que sean la primera maestra, guía y amiga. A medida queavances en la vida, no estarás solo, pues otra mujer llegará a tu vida para ser tu guía, traerte gozo y te ayudará a alcanzar tu máximo potencial.
Ahora, si Dios diseñó las cosas de esta forma, uno podría pensar que solo la mujer es importante, pero el plan de Dios tampoco puede cumplirse sin el hombre.
En una carrera de autos, tanto las llantas como el motor son sumamente importantes.
Una mujer llegará a tu vida para ser tu guía, traerte gozo y te ayudará a alcanzar el máximo estado en el cual podrás estar. Imagen: Canva
Tu papá y yo somos tus guías. La forma en cómo te educamos es diferente, pero está bien.
Por ejemplo, si deseas usar la computadora y papá está en casa, él se asegurará de que hayas terminado tus tareas. Si yo estoy en casa, me aseguraré de eso y también de que me des un gran abrazo de 3 largos segundos.
¿Sabes qué es lo que más amo de tu papá? Que no es como yo, pero a pesar de que somos diferentes, estaría totalmente perdida sin él, y él sin mí. Algún día encontrarás a alguien que no es como tú y entenderás a lo que me refiero.
Con los años formarás tu propia familia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Si realmente creemos en que la mujer y el hombre son iguales, y que el matrimonio es la unidad básica de la sociedad, entonces la verdadera “igualdad” en el matrimonio aparece cuando ambos sexos se representan.
No estoy preocupada con el comentario que dijiste, pues si crees que el Padre Celestial, Jesucristo y tu padre son “personas importantes” y deseas ser como ellos, entonces estoy bien. Si son tus héroes, es solo cuestión de tiempo que también comiences a encontrar “heroínas” en tu vida.
Debido a que el Padre Celestial confía en las mujeres, Cristo confía en ellas y tu padre confía en mí, entonces estás en el buen camino si los consideras como las tres personas más importantes en tu vida.
Dios pone la idea en el corazón de la madre y ella lo pone en la mente del bebé. Imagen: Canva
Después de todo, es el camino en el cual yo te coloqué.
Como el presidente Gordon B. Hinckley compartió una vez en la conferencia general:
“Cuando Dios desea realizar una gran obra en el mundo o desea enderezar un mal, Él actúa de una manera sumamente inusual. Él no libera Sus terremotos o lanza sus rayos. En cambio, Él hace que nazca un indefenso bebé, tal vez en un hogar sencillo y de alguna madre desconocida. Luego, Dios pone la idea en el corazón de la madre y ella la pone en la mente del bebé”.
Fuente: LDS Living
