El 30 de abril, el élder Rasband compartió un discurso durante la Conferencia de BYU para mujeres 2021. Habló sobre el destino divino de las hijas de Dios:
“La doctrina de la divinidad dentro de cada persona es clara. Como se dice en La familia: Una proclamación para el mundo:
‘Cada uno [de nosotros] es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos’.
Pero, ¿lo crees? ¿Crees que tú, una hija de Dios, tiene trabajo que hacer en la tierra como parte del plan eterno?”
El élder Rasband agregó:
“Ustedes han venido justo en este tiempo para edificar valientemente el reino de Dios en la tierra”.
“Soy una hija de Dios, Sus promesas se cumplirán”
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La hermana Melanie Rasband también participó en el devocional. Dio la bienvenida a su esposo, reconociendo su destino divino y mostró su entusiasmo por su participación en la conferencia para mujeres.
“‘Soy una hija de Dios; Sus promesas se cumplirán’ es un principio simple pero primordial del Evangelio que, si se reconoce y aprecia plenamente, puede brindarnos un gran poder y fortaleza para ser todo lo que podamos ser y hacer nuestra parte en estos últimos días con la guía del Espíritu Santo”, dijo la hermana Rasband.
Por su parte, el élder Rasband expresó su agradecimiento por los testimonios de las mujeres importantes en su vida como su esposa y su madre, Verda Rasband.
Sobre su esposa dijo:
“Me siento bendecido todos los días por su testimonio del Evangelio y el testimonio que comparte con nuestros hijos, nietos y bisnieto, de que Jesús es el Cristo”.
Con respecto a su progenitora expresó:
“Su ética de trabajo era extraordinaria. Sin embargo, los convenios que hizo con nuestro Padre Celestial fueron la fuente de su fortaleza. Ella esperaba lo mismo de mí.
Compartía su testimonio conmigo una y otra vez. Creo que, por designio divino, eso era parte de su propósito en la vida terrenal”.
Las promesas eternas de nuestro Padre Celestial
Gracias a su madre, el élder Rasband aprendió cuál era el camino a casa junto con el Padre Celestial. Por ese ejemplo, él pudo hacer convenios en el templo junto a su familia y gozar de grandes bendiciones.
“Todos aquellos que hagan y guarden convenios sagrados en el templo, casados o no, recibirán las bendiciones eternas de pertenecer al Señor.
En mi humilde opinión, no hay nada mejor que eso.
Todos somos iguales ante la vista del Señor.
Él ve tu justo deseo de progresar en el camino del convenio mientras te enfrentas a vientos violentos, quizás incluso la mayor parte del tiempo.
Él te ve como lo que eres realmente, una hija de Dios. Y, nos llama uno por uno, ‘Venid a mí’” (Mateo 11:28).
Durante tiempos difíciles o de soledad, las promesas eternas se cumplen.
El Salvador ha tomado sobre sí todos los dolores, pecados y adversidades que han asolado a los hijos de Dios desde el principio de los tiempos y puede comprender lo que siente cada persona.
En las palabras poderosas que se le dieron a José Smith mientras se encontraba en la cárcel de Liberty:
“El Hijo del Hombre ha descendido debajo de todo ello. ¿Eres tú mayor que él? Por tanto, persevera en tu camino… no temas, pues, lo que pueda hacer el hombre, porque Dios estará contigo para siempre jamás” (DyC 122: 8-9).
“Aférrense a las promesas que han recibido, y a las promesas y los convenios que han hecho”, dijo el élder Rasband.
Una promesa
El élder Rasband concluyó su discurso con una promesa:
“Las dejo con mi bendición apostólica de que, como hijas de Dios, reconocerán la divinidad dentro de ustedes, que orarán por la guía de su Padre Celestial y que alimentarán un corazón lleno de amor.
Que se den cuenta de su profunda influencia y que sirvan con devoción a Su Padre Celestial”.
Fuente: Church News
