No estás solo, Él siempre te envuelve entre los brazos de Su amor

Este mensaje es para todos aquellos que sienten que sus espíritus están cansados y rotos.

Es para aquellos que se sienten solos, rechazados y abandonados.

También es para aquellos que sienten que la tempestad y los vientos huracanados golpean con ímpetu sus vidas y piensan que nadie los sostiene.

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“In His Keeping” por Yongsung Kim

De vez en cuando, una oveja dará a luz a un cordero y lo rechazará. Hay muchas razones por las que ella puede hacer esto.

Si el cordero regresa a la oveja, la madre puede incluso patear al pobre animal.

Una vez que una oveja rechaza a uno de sus corderos, nunca cambiará de opinión.

Estos corderitos inclinarán la cabeza tan bajo que parecerá que algo está mal con su cuello. Su espíritu está roto. A estos corderos se les llaman “bummer lambs”, es decir, corderos huérfanos o rechazados.

“Gentle Shepherd” por Yongsung Kim

A menos que el pastor intervenga, ese cordero morirá, rechazado y solo.

Entonces, ¿sabes lo que hace el pastor? Lleva al pequeño rechazado a su casa, lo alimenta y lo mantiene caliente junto al fuego.

Lo envuelve con mantas y lo sujeta contra su pecho para que el cordero rechazado pueda escuchar los latidos de su corazón.

Una vez que el cordero es lo suficientemente fuerte, el pastor lo colocará nuevamente en el campo con el resto del rebaño. Pero, esa oveja nunca olvidará cómo el pastor lo cuidó cuando su madre lo rechazó.

Yongsung Kim

Cuando el pastor llama al rebaño, ¿adivina quién corre hacia él primero? Así es, la oveja rechazada.

Ella conoce su voz íntimamente. No es que el cordero rechazado sea amado más, es que conoce íntimamente a quien lo ama.

No es que sea amado más, solo lo cree porque ha experimentado ese amor personalmente.

Muchos de nosotros somos corderos huérfanos, rechazados y quebrados. Pero, Jesucristo es el buen pastor. Se preocupa por todas nuestras necesidades y nos mantiene cerca de Su corazón para que podamos escuchar cómo late Su corazón.

Podemos estar rotos, pero nuestro Señor Jesucristo es nuestro pastor. Él nos ama profundamente y desea que podamos sentir Su inmenso amor. Ese amor que necesitamos y siempre estará disponible porque Él es el buen pastor que conoce a cada miembro de Su rebaño.

Así que cada vez que sientas tu espíritu cansado y que nadie está para ti, recuerda que Él siempre te abraza contra Su pecho para que puedas escuchar los latidos de Su corazón. Él te envuelve eternamente entre los brazos de Su amor (DyC 6:20).

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