El Real Club Deportivo Espanyol, con 125 años de historia en el fútbol español, inicia una nueva etapa bajo el liderazgo del empresario estadounidense Alan Pace, quien adquirió el club tras llegar a un acuerdo con el anterior propietario, el chino Chen Yansheng.
Pace, de 56 años, no es ajeno al mundo del fútbol. Es también el dueño del Burnley Football Club, equipo de la Premier League inglesa, y uno de los rostros más visibles del fondo de inversión ALK Capital.
Su trayectoria profesional incluye más de dos décadas en Wall Street y una reputación consolidada en la gestión deportiva. Pero hay un aspecto que lo distingue: su profunda fe como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que influye directamente en su estilo de liderazgo.
Una decisión familiar
La conexión de Pace con el fútbol y, en particular, con Burnley, tiene un origen emocional. Su padre, también miembro de la Iglesia, sirvió como misionero durante dos años en el noroeste de Inglaterra en los años 60.
Aquella experiencia marcó a la familia, y Pace creció escuchando historias sobre la gente y el espíritu de la región.
“Me decía que si alguna vez tenía la oportunidad de venir, debía hacerlo”.
Así fue como años más tarde decidió adquirir el Burnley FC, no solo por razones económicas, sino como una forma de rendir homenaje a ese legado familiar.
Fe, oración y decisiones empresariales
En el documental Mission to Burnley, producido por Ad Hoc Films, se muestra cómo Pace integra sus creencias religiosas en su trabajo diario. Él mismo afirma que no podría liderar una organización de forma efectiva sin buscar primero guía espiritual.
“Creo que no estaría en condiciones de dirigir esto si no tuviera la capacidad de orar, de buscar dirección espiritual”.
Cuando el Burnley descendió de categoría en la temporada 2021/22, Pace recurrió a su fe como una herramienta emocional para mantenerse firme. Según explicó, enfrentó sentimientos de miedo e incertidumbre, pero su confianza en Dios lo ayudó a actuar con claridad y serenidad.
Pace considera que dirigir un club deportivo no se trata de ego o poder, sino de servicio. Este enfoque es coherente con los principios de su Iglesia, donde los líderes son considerados siervos antes que jefes.
“Como líder, estoy aquí para servir a las personas que trabajan conmigo, no al revés”.
En Mission to Burnley, se le muestra cercano a jugadores, empleados y aficionados, con un estilo que los medios británicos han calificado como “emocional”. Su modelo de gestión promueve valores como la honestidad, la humildad y la comunidad.
Aunque no hay una declaración oficial al respecto, varios reportes sugieren que gran parte del equipo directivo que acompaña a Pace también pertenece a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. William Michael Smith, su socio en Velocity Sport y figura clave en la toma de decisiones, ha compartido públicamente su fe y visión empresarial. En foros de aficionados del Burnley, incluso se llegó a comentar que “el club ahora es de los Santos”.
¿Y ahora en Barcelona?
Con la llegada de Alan Pace al Espanyol, queda por ver si su modelo de gestión, influido por principios espirituales y familiares, se replicará en el club catalán. Lo que es evidente es que Pace no separa su fe de su vida profesional. Para él, el fútbol es más que un deporte: es una plataforma para vivir y actuar con convicción.
Su visión va más allá del marcador. Busca construir instituciones sólidas, con propósito y servicio. Y ahora, esa visión ha llegado a Barcelona.
Fuente: Religión en Libertad
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Soy miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días y como principio fundamental es la Fe en Cristo, que nos lleva a tomas las decisiones correctas. Me encanta el Fútbol naci en un pais muy futboleroy en especial poder servir a los demás con Amor.