Kate Lee es una artista increíble.
En 2018, presentó su arte por primera vez a Deseret Book con su acuarela titulada “Atonement”, una representación sencilla y hermosa de Cristo en el centro, arrodillado junto a una roca mientas mira al cielo.
Dallan Wright, director de artes finas en Deseret Book, expresó:
“La composición me cautivó, habíamos puesto en exposición muy pocas acuarelas, la mayoría de las representaciones de Cristo son acrílicos u óleos, pero esta me emocionó. Inmediatamente, le envié un correo electrónico y le expresé mi agradecimiento por su trabajo. Mi presentación del producto [a un grupo más grande] fue pan comido, a todo el mundo le encantó”.
Kate se convirtió en la primera artista en obtener la licencia de Deseret Book para toda su línea de arte, en lugar de colaborar en solo una o dos obras. Ella cuenta con más de 40 cuadros y aún espera continuar con su colección.
Sus obras de arte también se pueden encontrar en hermosas esculturas, calendarios, marcadores de libros y diarios.
Kate plasma en sus obras sus desafíos y alegrías con tanta habilidad que muchos espectadores no pueden evitar sentirse atraídos.
Lazos de color
“Ser una artista siempre ha sido mi sueño, todo esto inicio desde que estaba en el jardín… Recuerdo que me metí en problemas por dibujar demasiado, ¡realmente me encantaba!
Compartir este talento realmente me asustaba. Como me sentía un fracaso en todas las demás facetas de mi vida, tampoco quería serlo en el dibujo, así que escondí muchas de mis obras de arte”.
Durante su adultez, Kate luchó por ganar esa confianza en sí misma, hasta el punto que sentía que le había fallado a Dios y que la expiación de Cristo no significaba nada para ella. Ella quería sentir gozo y la luz del Señor, pero no sabía cómo lograrlo.
En el 2015, ella compartió sus desafíos con su presidente de estaca, debido a eso, su presidente la invitó a crear una pintura de un versículo que se encuentra en 2 Nefi 26:22:
“Porque él es el fundador de todas estas cosas; sí, el fundador del asesinato y de las obras de tinieblas; sí, y los lleva del cuello con cordel de lino, hasta que los ata para siempre jamás”.
A lo que ella respondió:
“Al inicio no quería hacerlo porque eso significaba salir de mi zona de confort, pero sabía que esto iba a ser una oportunidad para descubrir ese cambio que deseaba en mi vida”.
Kate trabajó en su obra de arte por nueve meses y cuando finalizó, se dio cuenta que podía pintar lo que tenía dentro de su corazón y compartirlo.
“Si hubiera seguido aferrándome a esa creencia de que era un fracaso y hubiera optado por seguir viviendo en la sombra, el crecimiento y compresión que el Padre Celestial quería que tuviera no se habrían producido”.
Amor y luz
Próximamente, Kate publicará un libro sobre sus experiencias personales y lo que la inspiró a pintar 10 de sus más importantes obras.
Ya sea a través del arte, las palabras, la música o cualquier otro medio, todos podemos utilizar nuestra historia para compartir nuestra propia luz del amor al mundo.
Fuente: LDS Living