Cómo perdí 20 kilos viviendo la Palabra de Sabiduría

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JENNY SPENCER

Ya sé lo que están pensando. Ese título debe estar equivocado. No hay manera de perder 20 kilos simplemente por seguir la Palabra de Sabiduría. Bueno, aquí estoy para decirles que la Palabra de Sabiduría fue la mejor manera para que mi cuerpo entre en forma––en toda mi vida.

Permítanme presentarme. Mi nombre es Jenny. Son una chocólica. Provengo de una larga línea de chocólicos mormones. ¿Qué puedo decir? Es mi sangre. Desde que tenía 12 años, tenía sobrepeso. Los alimentos grasos siempre fueron un vicio para mí. Y realmente nunca disfruté del ejercicio. Coloquen esos dos hechos juntos, y tendrán una receta para una mala salud.

Me embarqué en mi misión como una hermana misionera con cierto peso. Y mis tres semanas en el CCM solo hizo que las cosas se pusieran peor (gracias, cafetería del CCM). Pero cuando llegué a la pequeña isla La Réunion, a 400 millas de la costa de Madagascar, rápidamente me di cuenta de que sería demasiado fácil permanecer con sobrepeso. Esta bella isla francesa está inundada con una extraordinaria cocina y chocolate franceses, comida de la India, y todo tipo de otros artículos ricos en grasa.wergt

 

Honestamente sentí que no tenía la bendición del Señor para “correr sin fatigarme y caminar sin desmayar” (lo cual realmente hice una vez––me desmayé).

Había estado allí por casi 6 meses cuando estaba estudiando la Palabra de Sabiduría para enseñarla a un investigador. Y de repente me di cuenta: No vivía la Palabra de Sabiduría muy bien. Fue como si un relámpago me hubiera golpeado. No comía los alimentos más sanos, detestaba la media hora entre las 6:30 y las 7 a.m. cuando se suponía que debía ejercitarme, y poniéndolo en forma simple––me sentí débil.

Pero por suerte tenía una compañera que era completamente diferente a mí. Ella tenía que estar corriendo cada mañana o noche solo para permanecer sana, así que a correr fuimos. Decidimos vivir la Palabra de Sabiduría de una mejor manera. Nuestra isla tropical podría haber estado llena de arroz y chocolate, pero también había abundancia de frutas tropicales y vegetales. ¡Y me enamoré de todos ellos! Incluso aprendí a que me gustaran los tomates––un milagro que mis padres nunca pensó que ocurriría. Así que aumentamos nuestra ingesta de vegetales, proteína, y fruta. Despedimos al chocolate y los baguettes. Y corríamos cada día en el estacionamiento de la Iglesia al lado de nuestra casa.

 

Y debido a que todos estos hábitos saludables que la Palabra de Sabiduría incentiva estaban totalmente ajenos a mi cuerpo, las libras simplemente cayeron. Finalmente estaba aprendiendo cómo tratar mi cuerpo como el instrumento y el templo que es. Me di cuenta que tenía más energía al comer “cada fruta en su sazón” con “prudencia y acción de gracias”. ¡Finalmente pude escalar aquellas benditas colinas sin sentir que me iba a morir en la cima!

Ahora, yo no estoy diciendo que solo por vivir la Palabra de Sabiduría, perderás una tonelada de peso. Cada uno es único. Todo lo que yo sé es que yo necesitaba seriamente que ese relámpago me ayudara a darme cuenta de que mi cuerpo podía ser más una bendición que una carga. Y que yo podía sentirme bien acerca de cómo me siento dentro de mi propia piel.

Pero yo sé que nada de eso hubiera sido posible si no hubiera estudiado y orado acerca de la Palabra de Sabiduría––un montón. La mayor parte del tiempo pensamos en ella como una lista de No hacer, ¡pero también es una grandiosa lista de qué sí hacer!

Finalmente comprendí la conexión vital de un cuerpo fuerte a una mente fuerte. Muchas personas olvidan que una de las mayores bendiciones de vivir la Palabra de Sabiduría no es solo buena salud. Es la capacidad de recibir “sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, sí, aun tesoros escondidos”–– gemas espirituales de revelación, por así llamarlas.

Para el fin de mi misión, he hallado “tesoros escondidos” de bondad y revelación espiritual, en parte, yo lo sé, en base a mi dedicación a vivir la Palabra de Sabiduría más plenamente. Ahora, no estoy diciendo que vivir la Palabra de Sabiduría lo/la transformará instantáneamente en un constructor de un cuerpo, pero revitalizará su cuerpo y su espíritu. Se lo puedo decir. Y las 40 libras que ya no tengo que llevar conmigo pueden decirle lo mismo también.

Etiquetas: Palabra de Sabiduría, autoestima, mujeres, nuestro yo, salud

http://ldsliving.com/story/76603-how-i-lost-40-pounds-living-the-word-of-wisdom

Comentarios
Lo q mas recuerdo Aun ahora en lá actualidad es el gran amor q sentia por su esposa y por su familia. Para mi siempre fueron un ejemp de matrimonio a seguir.
mery castillo
Recuerdo del profeta que hace como 2 años lo soñé y el vino a mi para darme un consejo duro escazos segundos en mi sueño y se fue ..... aun recuerdo ese sueño y agradezco que aun después de que el ya falleció haya venido a mi en un sueño. . Yo nunca lo conocí en persona pero me hubiera encantado hacerlo...
jaqueline dominguez
Wow!!!!! Felicidades y gracias por compartir algo tan cotidiano que sucede con nosotras las mujeres.. el autoestima. Con el Señor todo se puede. Argentina
Lizi.N
3.5

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