Cuando cuestionamos las decisiones de los demás sobre el uso de sus gárments sin una preocupación genuina y el entorno adecuado, corremos el riesgo de hacer juicios equivocados.
“¿Está usando gárments en su foto de bodas?”
Como alguien que nació en Utah, recuerdo haber escuchado esa pregunta con mucha frecuencia en mi comunidad de prójimos y amigos, en su mayoría Santos de los Últimos Días.
En mi experiencia, por lo general, se hacía esta pregunta para juzgar más que por demostrar amor y preocupación genuinos por dicha persona.
Medir la dignidad de los demás
A mí me parecía que ese escrutinio era una forma de evaluar el compromiso de la mujer con el Evangelio, sus normas personales de modestia y su dignidad para asistir al templo.
Por supuesto, no siempre los miembros de la Iglesia que hacen este tipo de preguntas buscan juzgar a los demás.
Los familiares y amigos pueden preocuparse genuinamente cuando sus seres queridos deciden no usar los gárments del templo y es comprensible que sea así.
Sin embargo, como señaló Jalyn Peterson en un episodio reciente de un podcast Santo de los Últimos Días:
“En esta época, es complicado ser el guardián sin ser el juez. Debe haber delicadeza al ser el portero, especialmente con los amigos que están tambaleando en la línea”.
La delgada línea entre un comentario hecho por amor genuino y la crítica
Otra host del podcast, Tammy Uzelec, resaltó la delgada línea entre ser el guardián y el juez.
Según Hall, cuando no nos damos cuenta de que nos hemos desviado del territorio de observación y entramos en el territorio de juzgar, podemos tener pensamientos defensivos, tales como:
“¿Juzgar? ¿De qué estás hablando? estoy preocupada. Me preocupo por ti”.
Puede ser difícil discernir si nuestra preocupación por las decisiones de los demás surge del amor genuino o del juicio por sentirnos amenazados o por alguna otra motivación.
No obstante, cuando cuestionamos las decisiones de los demás sobre el uso de gárments sin una preocupación genuina y amor, además de no hablar sobre el tema en el lugar y entorno apropiados, corremos el riesgo de juzgar erróneamente.
Juzgar el compromiso “interno” de una persona de seguir al Salvador
Esto se debe a que, según el Manual General de la Iglesia, “usar los gárments es una expresión externa de un compromiso interno de seguir al Salvador, Jesucristo”.
Juzgar el compromiso interno de otra persona de seguir al Salvador; especialmente, por sus decisiones con respecto a los gárments, puede ser un asunto serio. Según enseñó el Salvador en 3 Nefi 14:2:
“Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados”.
Emitir tales juicios no es edificante porque rara vez podemos ver el panorama completo.
Tal vez, la novia de la foto sea una nueva conversa, o quizás esté usando un vestido especial que perteneció a su madre o abuela.
Tal vez, los gárments le queden diferente debido a su tipo de cuerpo.
En casi todos los casos, simplemente no vemos el panorama completo e imponemos nuestros juicios por lo que vemos en un instante.
Elige hermanar, no segregar
En su discurso de la conferencia general de octubre de 2013, el obispo Gérald Caussé nos exhortó a unir a otros con Cristo en lugar de tratar a las personas como marginados o discípulos no comprometidos:
“En esta Iglesia no hay extranjeros ni marginados, sólo hay hermanos y hermanas…
En esta Iglesia, nuestros barrios y cuórumes no nos pertenecen; son de Jesucristo. Cualquiera que venga a nuestras reuniones debe sentirse como en casa. La responsabilidad de darle la bienvenida a todos tiene cada vez más importancia…
La unidad no se alcanza ignorando y aislando a miembros que parecen diferentes o débiles, y relacionándose únicamente con personas como nosotros”.
Entonces, en lugar de preguntarte si algún miembro de la Iglesia está usando sus gárments, es más productivo preguntarte si esa persona se siente valorada y amada por Dios y quienes la rodean.
Podríamos preguntarnos: “¿Qué podría hacer para asegurarme de que esta persona sienta el amor y la aceptación del Salvador?”
Esto elimina el riesgo de criticar a alguien injustamente y permite un espacio sagrado para que todos se centren en lo que realmente importa: Su propio compromiso con Jesucristo.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Katie Lambert y fue publicado en LDS Living con el título “Is she wearing her garments? Why measuring others by our own standards rarely leads to righteous judgment”.