Mini misionero: Cuando este pequeño habló sobre el profeta de Dios en la escuela

niño presidente nelson

Este artículo se basa en a historia de Daiane da Silva Assumpción de Brasil.

Mi historia de fe comenzó de una manera inesperada y profundamente conmovedora. En un momento de angustia, hice una ferviente oración a Dios, pidiendo que mostrara el camino a seguir.

Una semana después, conocí a un misionero retornado que rápidamente me invitó a ir a la Iglesia. En ese instante, sentí que los ángeles tocaban sus trompetas, señalando que esta era la senda que el Señor había preparado para mí.

Entrar en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fue una experiencia casi sobrenatural para mí. Sentí que mis pies no tocaban el suelo; parecía que había flotado hasta las bancas frente al púlpito.

oración en pareja

Sus palabras trajeron una paz inexplicable a mi corazón. Imagen: Canva

El sentimiento que me invadió fue indescriptible, fue como si finalmente estuviera regresando a mi verdadero hogar después de vagar por tierras extrañas durante toda mi vida. Ese día, lloré durante toda la reunión, sintiendo un inmenso alivio sobre mis hombros.

En menos de un mes, tomé la decisión de bautizarme y, poco después, me comprometí con aquel joven retornado.

Cuando me pidió matrimonio, le confesé mi problema de salud y la imposibilidad que tenía de ser madre, de acuerdo a los médicos.

Él, con una sonrisa serena, dijo que estaba destinado a ser padre, según su bendición patriarcal, y que yo sería la madre de sus hijos. Sus palabras trajeron una paz inexplicable a mi corazón.

El milagro de la vida

El milagro de la vida. Imagen: Canva

Nos casamos poco después y, para nuestra sorpresa, descubrí que estaba embarazada después de una situación de emergencia que involucró la picadura de una araña.

En el hospital, me informaron que no podía recibir el antídoto sin poner en riesgo la vida del bebé. Pasé tres meses soportando reacciones adversas para garantizar la seguridad de mi hijo.

Durante el embarazo, tuve una revelación: el nombre de nuestro hijo me fue revelado en un sueño. Se me presentó y me dijo su nombre, Serafim (en español, Serafín).

Cinco meses y medio después, nació Serafim. Aunque mi estado de salud era crítico y casi pierdo la vida, el milagro de la vida se hizo presente.

bebé durmiendo

Se me presentó y me dijo su nombre, Serafín. Imagen: Canva

En diciembre de 2015, cuando Serafim tenía un año y medio, nos casamos en el templo por este tiempo y por toda la eternidad. Nos mudamos de Porto Alegre a Tapera en Brasil y, desde el principio, me di cuenta de que mi hijo era autista.

Incluso sin el diagnóstico oficial, siempre lo traté de una manera que minimizara cualquier posible prejuicio. Hoy, a los 10 años, Serafim es un niño increíblemente inteligente, cariñoso y, sobre todo, curioso. Su sed de conocimiento lo lleva a investigar todo lo que lo rodea.

Alguien importante para el mundo

Su sed de conocimiento lo lleva a investigar todo lo que lo rodea. Imagen: Canva

Recientemente, su maestra le pidió que hiciera un trabajo sobre alguien importante para el mundo. Sin dudarlo, Serafim eligió hablar sobre el profeta Russell M. Nelson.

Vio aquello como una oportunidad no solo para aprender más, sino también para presentar al profeta a otras personas que no lo conocían.

Serafim se identificó profundamente con el presidente Nelson, especialmente en lo que respecta al amor por las personas y el compromiso de hacer el bien.

Su presentación en la escuela fue un éxito. Compartió información sobre la Iglesia y el programa “Manos que Ayudan”, animando a sus compañeros a participar en proyectos de servicio al prójimo.

Cada día es una nueva oportunidad para presenciar milagros. Imagen: Masife.org

Durante varios recesos, se quedaba junto al cartel esperando que alguien le preguntara algo, ansioso por hablar sobre la Iglesia y el presidente Nelson.

Mi vida ha cambiado por completo desde el momento en que hice esa oración. Hoy, veo cómo cada paso ha sido guiado por Dios, desde el día en conocía a ese misionero retornado hasta el nacimiento, crecimiento y desarrollo de Serafim.

Cada día es una nueva oportunidad para presenciar los milagros y las bendiciones que la fe nos brinda.

Fuente: Mais Fe

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