Un musulmán y dos misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comenzaron a conversar sobre sus creencias. Lo que parecía una charla casual terminó siendo un intercambio interesante sobre lo que tienen en común y en qué difieren.
El musulmán empezó mencionando que sabe que los Santos de los Últimos Días creen en la Biblia, pero no como un texto completamente intacto.
“Nosotros también creemos que ha sido alterada con el tiempo”.
Explicó que el Islam enseña que la verdadera enseñanza de Jesús en arameo no es exactamente lo que se encuentra hoy en el Nuevo Testamento. Los misioneros asintieron, confirmando que ellos creen algo similar: la Biblia es la palabra de Dios, pero ha pasado por errores de traducción y transmisión a lo largo de los siglos.

Un musulmán y dos misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comenzaron a conversar sobre sus creencias. Imagen: Canva
Después, la conversación giró en torno a Jesús. El musulmán explicó que los musulmanes creen en Jesús (Isa) como un gran profeta y el Mesías, pero no como el Hijo de Dios.
“Nosotros creemos que fue un mensajero de Dios, pero no es divino”.
Los misioneros respondieron que, en su fe, Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. A pesar de esta diferencia, coincidieron en que su papel es crucial en la historia de la humanidad.
Al hablar sobre la crucifixión, el musulmán explicó que, en el Islam, se cree que Jesús no murió en la cruz, sino que Dios lo llevó al cielo antes de que lo ejecutaran.

Imagen: Church News
“No creemos que Dios permitiría que un profeta tan importante sufriera esa muerte”.
Los misioneros respondieron que ellos creen que Jesús sí murió en la cruz y que su sacrificio fue necesario para la salvación de la humanidad. También mencionaron su resurrección, que según su fe, permitió que toda la humanidad tenga la oportunidad de volver a la presencia de Dios.
El tema de la vida después de la muerte trajo más coincidencias. El musulmán explicó que los musulmanes creen en el cielo y el infierno, pero no como se suele ver en las películas.
“El cielo es estar con Dios, en paz y felicidad eterna. El infierno es un castigo, pero no un lugar donde el diablo manda. De hecho, creemos que él también será castigado allí”.

Los misioneros respondieron que, en su fe, Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Los misioneros contaron que su perspectiva es un poco distinta. Para ellos, después del juicio final, las personas recibirán un grado de gloria según sus obras y su fe. No lo ven como una división tajante entre cielo e infierno, sino como un plan más amplio donde Dios da a cada persona una recompensa justa.
A lo largo de la conversación, ambos lados se escucharon con respeto y curiosidad. A pesar de las diferencias, encontraron puntos en común y aprendieron más sobre la fe del otro.
No hubo debates ni discusiones, solo un intercambio sincero de creencias. Este tipo de diálogos dejan claro que, más allá de las diferencias doctrinales, tanto musulmanes como Santos de los Últimos Días buscan acercarse a Dios y seguir su voluntad.
Fuente: Facebook