Deportista profesional hace realidad sueño de niño Santo de los Últimos Días con cáncer

Noah Reeb es un pequeño Santo de los Últimos Días que padecía de cáncer cerebral y pudo hacer su sueño realidad.

Reeb es un gran fan de Tom Brady, un jugador profesional de fútbol americano.

Durante su tratamiento para combatir el cáncer, nada animaba más a Noah que ver videos de Tom Brady. Noah anhelaba verlo en persona y nunca imaginó que captaría la atención de Brady entre la multitud.

Sin embargo, este último domingo, cuando asistió a su primer partido de la NFL, su sueño se hizo realidad.

Un viaje de fe

Noah comenzó a tener fuertes dolores de cabeza en diciembre de 2020. Pronto, le diagnosticaron cáncer cerebral y comenzaron sus tratamientos.

Noah experimentaba diversas emociones con picos espirituales.

“Tuvimos que seguir confiando en el Señor porque había tiempos realmente aterradores en los que no sabíamos qué tipo de tumor tenía Noah o si se podía curar”, dijo Jaque, la madre de Noah

 

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Durante las muchas noches en el hospital, Jaque y Noah cantaban juntos “Soy un hijo de Dios” mientras le pedían a Dios consuelo y ayuda.

“Luchar contra el cáncer nos ayudó a enfrentar nuestra fe de una manera distinta a cómo podríamos haberlo hecho antes”, dijo James, el padre de Noah.

Después de una cirugía muy complicada, los padres de Noah y el personal del hospital hicieron todo lo que se les ocurrió para levantar el ánimo de Noah. Ni los videojuegos ni los osos de peluche ayudaron al pequeño. Sin embargo, solo hubo una cosa que pudo animar a Noah, ver las mejores jugadas de Tom Brady en YouTube.

Tom Brady, es considerado el mejor mariscal de campo de todos los tiempos y ha ganado 5 premios como el jugador más valioso del Super Bowl.

Más tarde, al volver a casa, Jaque hizo una publicación en Instagram sobre un “tierno momento” que ella y Noah tuvieron al volver de la cirugía.

“Noah y yo estábamos en el auto, aun estacionado en la entrada de la casa. Todavía nos sentíamos un poco bajoneados por la adversidad. De pronto, sonó mi teléfono”, relató Jaque.

Noah agregó:

“De pronto, apareció un mensaje de un número desconocido, era un video. Mi mamá le dio clic y me dijo: ‘¡Noah, mira! ¡Es Tom Brady!’”

 

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Noah apenas podía creerlo, era un video de su héroe. En el video, Tom Brady decía:

“¡Hola, Noah! ¿cómo estás? Sé que eres uno de mis mayores fanáticos en Utah… y solo quiero que sepas que estoy pensando en ti, estoy contigo. Mis pensamientos y oraciones están contigo y tu familia. ¡Tú puedes! ¡Vas a estar bien! Lo sé. ¡Recupérate pronto y cuídate!”

Después de ver el mensaje, Jaque y Noah se quedaron sentados en la entrada de su casa riendo y llorando. No podían creer lo que había sucedido.

Cuando las cosas se ponían difíciles para Noah, el video de Tom Brady siempre estaba ahí para animarlo.

“Tenía momentos en los que me sentía un poco triste porque tenía cáncer cerebral. Así que, solo veía el video para sentirme animado. El video me hizo sentir muy bien”, dijo Noah.

Un sueño hecho realidad

 

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El tratamiento duró meses. Los padres de Noah le prometieron que cuando se recuperara lo llevarían a un juego de los Buccaneers, el equipo de Tom Brady.

Jaque le prometió a Noah:

“Te llevaremos a ver a Tom Brady en persona. Así que, si no puedes pensar en nada más mientras sientas dolor, piensa en esta promesa”.

Noah pensó en esa promesa durante sus dos cirugías cerebrales, quimioterapia y radioterapia.

Entonces, el domingo pasado, ya con su cáncer en remisión, el sueño de Noah se hizo realidad. Fue al juego de los Buccaneers con su padre y un cartel que decía, “Tom Brady me ayudó a vencer el cáncer cerebral”.

Noah y su padre se sentaron en primera fila, y solo deseaban mostrarle a Brady lo mucho que apreciaban el mensaje que le envió a Noah.

A solo 33 segundos de terminar el juego, el letrero de Noah llamó la atención de Brady. El mariscal de campo se acercó a él, le colocó una gorra de béisbol y le estrechó la mano. Noah solo cubrió su rostro con sus manos y empezó a llorar.

“Con la oscuridad viene la luz”

En una conferencia de prensa posterior al juego, Brady habló sobre Noah:

“Eso fue realmente dulce. [Noah] es un niño muy fuerte. Pone mucho en perspectiva lo que estamos haciendo en el campo. Al final, [lo que hacemos] no significa mucho en comparación con lo que atraviesa tanta gente. Todos intentamos marcar la diferencia de diversas formas”.

Más tarde, Brady publicó una imagen en Instagram que tuitearon los Buccaneers.

Era una imagen de Noah y su cartel que decía:

“Lo mejor de todo lo que he logrado es poder ayudar a niños como Noah. ¡Me inspiran más que nada!”

Al reflexionar en la alegría del domingo pasado en comparación con las desgarradoras experiencias del año pasado, James dice que aprendió que cuando la luz de la fe se proyecta sobre los objetos de la vida cotidiana, puede transformar lo que uno ve.

“Puedes mirar un montón de rocas y decir: ‘Eso es un montón de rocas’. O, puedes ver ese montón de rocas y pensar como Moisés o Abraham, y ver un altar”.

Con un ojo de fe, incluso una cama de hospital se convierte en un lugar santo donde uno puede acercarse a Dios.

Hoy, los Reeb agradecen a Dios por la recuperación de Noah.

Sin embargo, al recordar todo lo vivido, James dice que han aprendido que “muchas puertas que están marcadas como ‘infierno’ tienen un paraíso al otro lado”.

Por su parte, Jaque reflexiona sobre la efusión de amor y apoyo que recibió Noah en los momentos más oscuros.

“Con la oscuridad viene la luz y [para Noah], Tom Brady formó gran parte de esa luz”.

Fuente: LDS Living

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