Los misioneros de la Iglesia de Jesucristo están por todo el mundo. Los puedes ver con grandes sonrisas y una emoción por compartir el evangelio. Sin embargo, hay muchos jóvenes que parecen temer servir una misión y algunos incluso se preguntan: ¿en verdad tengo que ir?

A veces la presión familiar, o el miedo a ser criticados, hace que muchos vayan al campo misional sin tener un verdadero deseo o no estar preparados y, a la larga, esto puede causar problemas. Es por eso que vale la pena abordar este tema antes de ir a una misión.

El peso del llamamiento

Placas de misioneros de la Iglesia de Jesucristo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

“No tengo ganas de ir a la misión.” ¿Cuántas veces has escuchado eso? Puede que algunas veces, como también quizás nunca lo hayas oído, pero eso no quiere decir que no hayas conocido a alguien que lo haya pensado.

Hay jóvenes que sienten que el llamamiento misional simplemente es demasiado para ellos, pero tienen vergüenza de confesarlo. En realidad, eso es normal porque hasta los más grandes profetas y apóstoles de Jesucristo tuvieron dudas o miedo, ¿por qué sería diferente para un joven futuro misionero?

En mi caso, recuerdo que estaba emocionado por servir a Jesucristo, pero cuando llegó mi tiempo para salir a la misión, llegó la pandemia del COVID-19. Fue entonces cuando comencé a dudar si irme para servir o quedarme con mi familia. ¡Tenía mucho miedo! Pero de pronto, recordé este momento en las escrituras:

“Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”. (Mateo 26:39)

Entonces comprendí que Jesucristo también sintió lo mismo, pero no ocultó sus sentimientos. Quizás tus dudas sobre la misión se deban a diferentes razones, pero Dios conoce tus sentimientos y, si eres honesto con Él y le abres tu corazón, Él te fortalecerá como lo hizo con Jesucristo.

Remordimientos y confesiones

Confesar no es fracasar, sino un acto de valentía. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Lejos de situaciones externas como las enfermedades o complicaciones sociales, la carga de no haber llevado una vida alineada con Dios también es otra razón por la que muchos sienten dudas sobre ir a la misión.

La buena noticia es que, gracias a Jesucristo, existe el arrepentimiento y una parte importante de ese proceso es confesar los pecados cometidos.

Confesar no es fracasar, sino un acto de valentía. Confesar antes de ir a una misión hará que te sientas mejor y más seguro después de hacerlo. Y, si somos sinceros, no tendrás que llevar la carga del remordimiento de las cosas que hiciste al campo misional. 

Si tienes algo de lo que debas hablar con tus líderes, hazlo ahora y no lo pospongas. Te aseguro que es liberador.

El profeta José Smith enseñó:

“Que ningún hombre dé a conocer su propia rectitud… antes bien confiese sus pecados, y entonces será perdonado y dará más fruto. (José Smith, en History of the Church, tomo IV, pág. 479).

vídeos del Libro de Mormón - Alma hijo
Tormento y arrepentimiento de Alma, hijo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo

Un ejemplo vivo de esa enseñanza fue Alma, hijo. Podríamos decir que él no tenía “ganas de servir como misionero”, ni de vivir los mandamientos si somos sinceros.

Darse cuenta de la gravedad de sus pecados, para luego de confesarlos a Dios hizo que se liberara de sus cargas, sea perdonada y se convirtiera en un gran misionero.

Puede que esa historia también pase contigo. Recuerda que el mayor propósito de una misión es que tú seas quien se convierta a Dios primero.

Ser honestos con Dios

dios justicia y misericordia
Venid a Cristo, y perfeccionaos en él.

Sean los motivos que tengas para dudar sobre servir una misión, la mejor forma de abordar esa situación es siendo honesto contigo y con tu Padre Celestial.

Un “no tengo ganas de ir” no es necesariamente un acto de rebeldía, pero puede ser la oportunidad que necesitas para saber de una vez por todas qué es lo que Dios tiene preparado para ti.

Puedes encontrar fortaleza en las palabras de Moroni:

“Venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de toda impiedad, y si os abstenéis de toda impiedad, y amáis a Dios con todo vuestro poder, mente y fuerza, entonces su gracia os es suficiente, para que por su gracia seáis perfectos en Cristo”. (Moroni 10:32)

No tienes por qué “alcanzar la perfección” o dejar de sentir miedo o dudas para servir una misión. El sacrificio del Salvador puede fortalecerte y limpiarte si le abres tu corazón. ¡Él aún te necesita en Su obra!

Video relacionado

También te puede interesar