El perdón es abandonar toda esperanza de un pasado mejor

El perdón es fundamental para la paz y la felicidad personal. El perdón es fundamental para la civilización.

He enseñado durante muchos años a nivel universitario dos emocionantes cursos de civilización mundial titulados “Historia de la Creatividad en las Artes, Ciencia y Tecnología”. Estos cursos cubren el amanecer de la civilización hasta nuestros días. (También ayudé a escribir y editar los dos volúmenes que acompañan el curso, los puedes encontrar aquí y aquí ).

Este curso de “Historia de la Creatividad” ayuda a los estudiantes a ver actos de civilización como actos de creatividad. Todo lo que ha llevado a la humanidad a donde estamos en la actualidad son actos de creatividad.

El curso también capacita a los estudiantes para redescubrir y actuar sobre su propia creatividad dada por Dios. Los estudiantes recuerdan que uno de los mayores atributos de Dios es como creador. Como hijos e hijas de Dios, participamos de Su divina capacidad de creatividad.

El presidente Uchtdorf enseñó este principio convincentemente cuando dijo:

“Recuerden que son hijas espirituales del Ser más creativo del universo. ¿No es extraordinario pensar que nuestros propios espíritus fueron creados por un Dios infinitamente creativo y eternamente compasivo? Piensen en esto: el cuerpo espiritual de ustedes es una obra de arte, creada con belleza, funcionalidad y capacidad más allá de la imaginación. . . . Cuanto más confíen en el Espíritu y dependan de él, mayor será su capacidad para crear” (La felicidad es su legado”).

Por supuesto, aprender sobre el pasado no es una creatividad prometedora.

Una revisión del pasado trae trauma y dolor. Hay mucho en el pasado humano colectivo que es terrible, feo, destructivo, injusto e impío.

Al recordar el pasado y al aprender sobre el pasado, podríamos experimentar sentimientos de ira o disgusto por las acciones o inacciones de los demás. Podemos sentirnos desesperados por el bien que se ha desperdiciado o perdido, o por el dolor de los corazones rotos de los hijos de Dios que no fueron amados ni elevados gentilmente.

¿Qué podría calmar tal problema?

Para empezar creo que todos debemos llegar a la paz con todos los pasados, incluyendo el nuestro.

Cuando enseño acerca del pasado también enseño el principio del perdón:

“El perdón es abandonar la esperanza de un pasado mejor”, dijo Lily Tomlin.

Reflexionemos esta declaración una vez más.

¿Cuántos de nosotros deseamos pasados diferentes ​​en nuestras vidas? ¿Cuántos de nosotros dijimos palabras ásperas, que son semillas de nocivas malas hierbas diseminadas al viento, que deseamos poder recuperar? ¿Cuántos de nosotros cometimos actos en contra de familiares o amigos que nos llenan de pesar? ¿Cuántos de nosotros no hicimos nada y nos preguntamos, “¿qué hubiera pasado si..”?

¿Alguna vez hemos encontrado conocimiento sobre la historia pasada de la Iglesia que nos deja con preguntas o deseando que porciones de ese pasado hubieran sido diferentes?

Si meditamos mucho en estos pasados, podríamos perder nuestro sentido del equilibrio, de la paz y de la esperanza.

Podemos desear un pasado mejor o podemos abandonar toda esperanza de un pasado mejor, si nos agarramos del perdón que sana las grietas y las brechas de las expectativas no cumplidas.

¿Cómo ejercemos tal perdón?

  • Reconozcamos francamente la fuente de nuestro dolor.
  • Cuando nos sintamos tentados a recordar el pasado con ira o desilusión, elijamos recordar que Cristo puede sanar todas las cosas.
  • Expresemos gratitud por la bondad, la luz y la verdad que animan nuestras vidas.
  • No dejemos que los dolores del pasado nos afligen más allá de lo instructivo para que fortalezca nuestras vidas para ser mejores.
  • Recuerda y cree las palabras de Moroni:

No me condenéis por mi imperfección, ni a mi padre por causa de su imperfección, ni a los que han escrito antes de él; más bien, dad gracias a Dios que os ha manifestado nuestras imperfecciones, para que aprendáis a ser más sabios de lo que nosotros lo hemos sido” (Mormón 9:31).

A medida que perdonemos nuestro propio pasado, tendremos mayor empatía para perdonar el pasado de los demás.

A medida que confiemos en el poder omnipresente y curativo de Jesús, tendremos la fuerza para abandonar toda esperanza de pasados mejores.

 

 

 

Este artículo fue escrito originalmente por Dr. Taylor Halverson y publicado en ldsliving.com, con el título “Forgiveness is to abandon all hope of a better past and why that builds a better future”  Español ©2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company | English ©2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company

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