Dos jinetes que comparten la misma fe también compartieron el podio en el U.S. Dressage Festival of Champions, un importante campeonato nacional realizado en Illinois.

Charell García y Justin Giles, ambos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, demostraron que la fe puede ser una parte esencial incluso en un deporte tan técnico como la doma clásica.

Charell obtuvo el primer lugar con su caballo Virtuous, mientras que Justin, en su primera competencia nacional, alcanzó el segundo lugar montando a Cookie

En este deporte, caballo y jinete deben moverse con precisión y armonía, casi como si bailaran. Pero detrás de cada movimiento, también hay fe, oración y confianza en Dios.

Charell García: fe que calma el corazón

Charell García monta a caballo en Wayne, Illinois, el 28 de agosto de 2024. García, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, obtuvo el primer puesto en un campeonato nacional de doma clásica en agosto de 2025 en Wayne, Illinois. Créditos: Charell García. Imagen: Deseret News.

La historia de Charell comenzó lejos del podio. Nacida en los Países Bajos, empezó a montar a los 9 años sin tener caballos en casa ni presupuesto para competir. Golpeaba puertas de granjas pidiendo montar ponis a cambio de limpiar establos. 

A los 15 consiguió su primer caballo y, con esfuerzo, fue aprendiendo de manera autodidacta y en prácticas con entrenadores profesionales.

Hoy vive en Nueva York junto a su esposo y sus dos caballos, dedicada a entrenar y desarrollar jóvenes ejemplares. El año pasado, en su primera participación nacional, logró un subcampeonato; este año, volvió con más experiencia y un corazón lleno de fe.

El camino no fue fácil, situaciones como el clima y los nervios afectaron sus primeras competencias. Incluso llegó a experimentar bloqueos por ansiedad. Pero la oración y una bendición del sacerdocio le devolvieron la paz.

“Cada vez que entraba al ring tenía la sonrisa más grande”, contó. “Ya no tuve esos bloqueos. Sentía tranquilidad”.

La paz que da el evangelio

Charell García posa para una foto con su caballo en Wayne, Illinois, el 23 de agosto de 2025. García, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, obtuvo el primer puesto en un campeonato nacional de doma clásica. Créditos: Charell García. Imagen: Deseret News.

En una competencia, antes de iniciar su presentación en el nivel más alto del deporte, oró buscando calma. Cuando sonó la campana, sintió una voz interna: 

“Todo estará bien, solo diviértete”. 

Antes de cada competencia, busca un momento de silencio, lee un pasaje del Libro de Mormón y ora. Su esposo le recordó en una bendición: 

“El trabajo duro ya está hecho, ahora solo disfruta y confía”.

Ella lo vivió literalmente: 

“Cuando mi mente está tranquila, puedo concentrarme en el caballo y sacar lo mejor de él”.

Justin Giles: paz y propósito en la competencia

Justin Giles, Santo de los Últimos Días, monta a caballo durante una competición nacional de doma en Wayne, Illinois, en agosto de 2025. Créditos: Justin Giles. Imagen: Deseret News.

Para Justin Giles, residente de Utah, esta fue su primera experiencia en un campeonato nacional. No esperaba un resultado tan alto, pero sí buscaba algo más importante: sentir la compañía del Señor en cada paso del recorrido.

“Me sorprendí muchísimo. Para ser mi primera vez y terminar segundo, me siento agradecido y en paz”, dijo con una sonrisa. 

Justin comenzó a competir en doma hace apenas tres años. Lo que más valora del deporte no es la puntuación, sino el vínculo que desarrolla con sus caballos, a los que considera una muestra del amor de Dios por la creación.

“Mientras espero mi turno en la pista, siempre oro. Pido sentir armonía con mi caballo y saber cómo guiarlo para mostrar su verdadero potencial”.

También siente la fuerza de las oraciones de los demás. Su entrenadora, quien comparte su misma fe, ora con él antes de cada prueba. “No muchos tienen ese privilegio”, dijo. 

“Después de salir del ring, ella se acercó con lágrimas y me dijo: ‘Los ángeles estuvieron contigo’. Eso fue muy especial”.

Su esposa, Samantha, también ha sido un apoyo constante. 

“El Padre Celestial la puso en mi vida. Si no fuera por ella, no estaría donde estoy ahora”, expresó.

El verdadero poder detrás del esfuerzo

Justin Giles, Santo de los Últimos Días, participa en una competencia nacional de doma en Wayne, Illinois, en agosto de 2025. Créditos: Justin Giles. Imagen: Deseret News.

Durante la competencia, Charell y Justin bromeaban con una idea que los unía. 

“Pensaba: ‘Tengo al Padre Celestial de mi lado, nos irá bien’, y luego la veía a ella y decía: ‘Bueno… ella también lo tiene’”.

Ambos rieron, sabiendo que compartían la misma fuente de fortaleza. Para Charell, la ayuda divina no solo se siente en los momentos difíciles. 

“Lo asombroso es cómo el Señor puede transformar la ansiedad en paz, y la presión en alegría”.

La victoria de hoy

Justin Giles posa para una foto en Wayne, Illinois, en agosto de 2025 con su esposa, Samantha Giles (derecha); la entrenadora, Margo Gogan (centro); y su compañera de equipo, Lexi Fairbanks (izquierda). Créditos: Justin Giles. Imagen: Deseret News.

Hoy, más que una victoria, ella valora el testimonio que puede compartir a través de su trabajo. 

“A veces las cosas no salen como queremos, pero si lo mantenemos cerca, Él nos llevará justo donde necesitamos estar”.

Justin, por su parte, resumió su aprendizaje con sencillez: 

“Dios ve y ama nuestro esfuerzo. Las cosas que son importantes para nosotros también lo son para Él. Cuando lo incluimos en nuestras pasiones, todo se multiplica”.

Fuente: Church News 

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