Como parte de la Semana de la Educación de BYU, la Presidencia General de la Primaria, liderada por la presidenta Susan H. Porter, compartió una visión inspiradora sobre el papel fundamental de la Primaria en la formación de los futuros líderes de la Iglesia en un discurso memorable.
Acompañada de la hermana Amy A. Wright, primera consejera, y la hermana Tracy Y. Browning, segunda consejera, la presidenta Porter destacó la importancia de ayudar a los niños a creer en Jesucristo, pertenecer a Él y llegar a ser como Él, las hermanas de la presidencia ofrecieron valiosas enseñanzas y herramientas para padres, líderes y maestros.
Inspirando a los niños a creer en Jesús
La hermana Amy A. Wright destacó la importancia de que al asistir a la Primaria los niños pueden sentir y ver el amor de Jesucristo de manera tangible, algo que también aplicar a su vida cotidiana.
Al compartir experiencias personales, mencionó cómo diferentes niños perciben la influencia del Espíritu Santo en sus vidas, desde una sensación similar a una descarga de adrenalina hasta una ola cálida.
“Es esencial que ayudemos a los niños a comprender cómo el Espíritu Santo les habla de manera individual y única, de una manera que puedan entender”.
La hermana Wright enfatizó que es esencial ayudar a los niños a identificar cómo el Espíritu Santo les habla de manera única y personal, lo que les permitirá establecer una conexión más profunda con su fe.
“Mientras comparten, tal vez deseen recalcar cómo el Espíritu Santo habla y confirma la verdad a todos nosotros. de diferentes maneras en las que personalmente podemos entender”.
Fomentando la pertenencia
La hermana Tracy Y. Browning resaltó la importancia de que los niños comprendan su lugar en la Iglesia de Jesucristo.
A través de las ordenanzas del sacerdocio, los niños no solo se vinculan con el Salvador, sino que también encuentran su identidad como miembros valiosos del cuerpo de Cristo.
Asimismo, la hermana Browning alentó a los padres y líderes a utilizar los recursos del manual “Ven, sígueme” para preparar a los niños para estas ordenanzas, y a crear un entorno en el que los niños se sientan amados y aceptados dentro de la comunidad de la Iglesia.
“Los niños tienen un lugar en la Iglesia de Dios y podemos ayudarles a saber que hay un lugar para ellos aquí”.
Ayudar a los niños a ser como Cristo
La presidenta Susan H. Porter destacó que los niños, con sus corazones y mentes abiertas, están listos para recibir las enseñanzas del evangelio.
Al enseñar con amor y por el Espíritu, los líderes pueden tener un impacto más grande en sus vidas, ayudándoles a desarrollar una comprensión clara de lo que significa ser un discípulo de Jesucristo.
“Cuando les enseñamos con amor y por el Espíritu, el evangelio de Jesucristo puede entrar directamente a sus corazones y mentes sin barreras. Los niños están abiertos, listos para que se les enseñe y lleguen a ser como Jesús”.
A través del programa “Niños y Jóvenes”, se anima a los padres y líderes a ayudar a los niños a establecer metas centradas en el crecimiento espiritual, reconociendo que este camino no es sobre la perfección, sino sobre la progresión continua hacia ser más como Jesús.
Fuente: Church News