Siempre hay algo que agradecer, no compares tu vida con la de los demás

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Las redes sociales se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana. Vemos actualizaciones de familiares, amigos e incluso de personas que apenas conocemos.

La mayoría de las fotos y los videos que vemos son sobre vacaciones, comida, atuendos glamorosos, rutinas de ejercicios y muchas otras cosas emocionantes que otros hacen. Ver esto a veces puede hacer que comparemos nuestras vidas con las de esas personas.

Comparar nuestras vidas con las de los demás puede llevarnos a envidiar tanto las fortalezas, el éxito, la fortuna y el estilo de vida de los demás como a comenzar a resentirnos por nuestras propias vidas, perder confianza en nosotros mismos y nuestras habilidades, ver y magnificar las cosas que nos falta, y no sentirnos agradecidos por lo que tenemos.

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Cuando cedemos a estos sentimientos, perdemos de vista las alegrías en nuestras propias vidas. Ponemos nuestras vidas en espera y tratamos de vivir la “vida perfecta” que otros tienen y creemos que tal “vida perfecta” realmente existe.

Si has sido víctima de esto, este es el momento de evaluar tus deseos y metas. ¿Estás viviendo tu vida de una manera que agrada a Dios? O ¿la estás viviendo para complacer a otras personas – un gran número de personas que apenas conoces?

Si tu vida suena más como lo último, aquí hay algunas maneras en que puedes salir de esa trampa. ¡Veamos!

Encuentra un modelo a seguir

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Seguir las actualizaciones e historias de todos en nuestras redes sociales podría consumir muchas horas de nuestro día, sin mencionar que se vuelve agotador cuando comparamos nuestras vidas con las de ellos.

En su lugar, busca un modelo a seguir: alguien a quien admires, una persona a la que quieras imitar, alguien cuyos valores sean parecidos a los tuyos.

Cuando tenemos un modelo a seguir, generalmente no nos comparamos con ellos ni envidiamos lo que tienen, sino que se convierten en una inspiración para ayudarnos a mejorar aún más.

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Una vez que encontramos un modelo a seguir, podemos evaluar nuestro estado actual, nuestras habilidades, fortalezas y áreas que podemos mejorar para progresar y convertirnos en la persona que admiramos.

Una vez que vemos dónde podemos mejorar, nos arremangamos y nos ponemos a trabajar.

La ventaja de encontrar un modelo a seguir es que podemos pasar solo una pequeña parte de nuestro día siguiendo a una o dos personas e invertir el resto en mejorar, que es mucho mejor que pasar horas deseando lo que otros tienen.

Alinea tus esfuerzos de mejora con el Señor

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No debemos olvidar que, más que nuestros esfuerzos por llegar a ser como nuestro modelo a seguir, nuestro objetivo final es llegar a ser como nuestro Padre Celestial y Jesucristo.

En nuestro viaje para mejorarnos a nosotros mismos, debemos buscar la ayuda y la guía de Dios porque Él no tiene la intención de que nosotros mejoremos solos, a menos que lo elijamos.

Dios desea que mejoremos continuamente. Él es feliz cuando nos ve haciendo nuestro mejor esfuerzo para convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos todos los días.

Cuando nos acercamos a Él, Él no solo nos fortalece, sino que también eleva nuestros esfuerzos para ayudarnos a alcanzar nuestras metas.

Acepta que la perfección no viene en esta vida

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La vida en la Tierra no es perfecta, ni lo será, aunque a veces nos permitamos creer que algunas personas parecen haberlo logrado.

Pero, la conclusión es que todos tenemos desafíos, que pueden diferir en grados y formas, y puede que esto no sea muy evidente en las redes sociales. No obstante, todos tenemos batallas que libramos todos los días.

Sin embargo, todos nosotros también tenemos momentos de alegría, bendiciones por las que debemos estar agradecidos, amigos y familiares que atesoramos, y sobre todo, tenemos a nuestro amoroso Padre Celestial y a Jesucristo cuyo amor por nosotros nunca flaquea.

Así que celebremos nuestras alegrías y las de los demás, y busquemos continuamente mejorarnos a nosotros mismos, teniendo en cuenta que no podemos lograr la perfección solo con nuestros esfuerzos.

Padre Celestial

La vida es demasiado corta para dejarla pasar sintiendo resentimiento por nuestras vidas y deseando tener la vida que otros tienen. Abracemos la vida que se nos ha dado, encontremos las pequeñas alegrías que trae cada día y celebremos nuestras victorias en el camino hacia nuestra mejora.

Esta es una traducción de un artículo que fue escrito originalmente por Chona Galletes y fue publicado en faith.ph con el título “Comparison Is A Thief Of Joy And We Don’t Even Realize It“.

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