Tres consideraciones para cuando tengas dudas espirituales

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En la vida, ocurren sucesos que remecen nuestros fundamentos espirituales y nos dejan preguntas, dudas o confusión o sentimientos no resueltos. Tal vez nos encontremos en una encrucijada o paralizados, sin estar seguro de cómo continuar. Aquí hay tres preguntas para meditar que te ayudarán a sostenerte en un mundo donde cada vez se vuelve más difícil discernir la oscuridad de la luz.

1.- ¿Cómo está mi visión?

En Julio de 1952, Florence Chadwick intentó nadar 26 millas entre la Isla Catalina y la costa de California. Este no fue su primer intento a larga distancia en mar abierto, ya que nadó por el Canal de la Mancha en dos oportunidades.

La rodeaban botes pequeños, cuidándola de los tiburones y preparados para prestar la ayuda necesaria. Luego de alrededor de 15 horas de natación, apareció una densa neblina. Ella no pudo ver la costa, el agua estaba helada, y la fatiga comenzaba a hacerse presente. Cuando pidió que la sacaran del agua, su madre, en un bote a su lado, trato de reafirmarle a Florence que la costa estaba cerca. Aun así, el cansancio físico y emocional fue demasiado y solamente dejó de nadar. Sentada en el bote, notó que la costa estaba a menos de una milla de distancia. En una conferencia de prensa al día siguiente, declaró: “Todo lo que veía era la niebla…Creo que si hubiese visto la costa, lo habría logrado”. Dos meses después, intentó nadar por el mismo canal, una vez más, la espesa niebla apareció, pero esta vez mantuvo una imagen mental de la costa y fue capaz de tener éxito en su objetivo.  

En una capacitación regional, la hermana Joy Jones, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, dijo: “Una visión aumentada nos da una motivación aumentada”. El ver más allá de nuestras circunstancias actuales afecta nuestras elecciones y nuestras acciones. Pensar en lo que respecta a la eternidad y no solo a esta vida terrenal cambiará nuestro punto de vista mientras trabajamos en nuestros problemas y tomamos decisiones. Los Profetas y Apóstoles hacen esto y podemos confiar en su guía porque su visión es mucho más elevada.

Se nos dan herramientas y experiencias en esta vida que nos ayudarán a incrementar nuestra visión espiritual. Esto incluye las escrituras, la oración, el templo, las bendiciones patriarcales, las bendiciones del sacerdocio, la revelación personal, las ordenanzas, los convenios, y los líderes de la Iglesia.

El Presidente Dieter F. Uchtdorf nos da cuatro pasos para incrementar nuestra visión así como también nuestra luz: “Primero, deben buscar la palabra de Dios… Segundo, Deben considerar, meditar y esforzarse valientemente por creer, y estar agradecidos por lo misericordioso que ha sido el Señor con Sus hijos desde los tiempos de Adán hasta nuestros días al proporcionarnos profetas, videntes y reveladores para dirigir su iglesia y nos ayudan a encontrar el camino de regreso a Él. Tercero, deben pedir al Padre Celestial, en el nombre de su hijo Jesucristo, que les manifieste la verdad de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días….Cuarto…cuando traten de comprobar la verdad de los principios del Evangelio, primero deben vivirlos”.

Luego él nos promete, “Si hacen estas cosas, tienen la promesa de Dios —que está obligado por Su palabra— de que Él les manifestará la verdad por el poder del Espíritu Santo. Él les otorgará mayor luz que les permitirá ver a través de la oscuridad y ser testigos de panoramas inimaginablemente gloriosos e incomprensibles a la vista humana”.

2.- ¿Lo he llevado al Señor?    

Algunas de mis secciones favoritas del Libro de Mormón se encuentran en Primer y Segundo Nefi. Me encuentro constantemente buscando la inspiración que viene al leer sobre Nefi y su fe. Al leer una y otra vez estos capítulos, comencé a notar patrones de comportamiento de parte de Nefi. Sin lugar a dudas, se le pidió a su familia muchas cosas difíciles y que consideraran muchas cosas que eran difíciles de entender. Su Padre, Lehi, pidió a su familia dejar Jerusalén y vivir en el desierto de acuerdo con su visión de la destrucción de Jerusalén.

En dos ocasiones, a Nefi y sus hermanos se les pidió volver a Jerusalén (para recuperar las planchas de bronce y posteriormente persuadir a la familia de Ismael que se uniera a ellos). Necesitaban fe para ser guiados por la Liahona, una especie de compás descrito como “una esfera esmeradamente labrada”. Lehi tuvo un sueño sobre el Árbol de la Vida que daba comprensión eterna y entendimiento. Luego, Nefi fue mandado a construir un barco y navegar con su familia a través del océano hacia la Tierra de Promisión.

En todas estas instancias, Nefi buscó su propio testimonio acerca de las palabras y visiones de su padre. Recibió una confirmación de qué estás cosas provenían del Señor. Continuó buscando y siguiendo el consuelo del Señor mientras se le pedían estás cosas tan difíciles de comprender. Él fue capaz de ser un instrumento en las manos del Señor y hacer posible sus grandes propósitos. Debido a la continua fe de Nefi y búsqueda de la verdad, fue bendecido con una increíble visión de la historia de la tierra, en la que se le mostró la omnisciencia de Dios; el bautismo, el ministerio y la crucifixión de Jesucristo; la destrucción de los nefitas; y los últimos días.

Yo, Nefi, sentí deseos de que también yo viera, oyera y supiera de estas cosas, por el poder del Espíritu Santo, que es el don de Dios para todos aquellos que lo buscan diligentemente… Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos Pues sucedió que después que hube deseado conocer las cosas que mi padre había visto, y creyendo que el Señor podía hacérmelas saber, mientras estaba yo sentado reflexionando sobre esto, fui arrebatado en el Espíritu del Señor…”

Al meditar sobre la vida en mi corazón, y cuando tengo preocupaciones y preguntas, en vez de acudir a internet o incluso a algún amigo, recuerdo la cita del Elder Neil L. Anderson: “ Las preguntas espirituales merecen una respuesta espiritual de Dios.”

3.- ¿En qué camino quiero estar?

Últimamente, está bien y es normal tener preguntas concernientes al evangelio, políticas, doctrinas, principios, etc. De hecho, La iglesia fue restaurada debido a una pregunta – la pregunta de un joven de 14 años llamado José Smith quien entendió este principio: “ Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada, pero pida con fe, no dudando nada.”

Sin embargo, los líderes de la iglesia nos han advertido no dejar que nuestras preguntas sin responder nos sobrepasen: “Quédense en el camino hacia sus preguntas. Pongan sus preguntas en una caja. Estas son acertijos que deben resolver, y no una razón para dejar de trabajar en la iglesia.”

Autoevaluense, ¿En qué camino están? ¿En qué camino quieren estar? ¿Sus preguntas están bloqueando su progreso espiritual? ¿Se están quedando atrapados en sus emociones? El Doctor Ross Greene, Profesor Clínico Asociado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, hace hincapié con el siguiente comentario, “Las emociones que siente la gente en medio de la frustración pueden hacer más difícil tener pensamientos racionales. No significa que todas las emociones sean malas: éstas pueden ser útiles para movilizar o energizar a las personas a resolver un problema. Pero la habilidad de poner las emociones a un lado, así como también pensar en solucionar los problemas más objetiva, racional y lógicamente es de mucha importancia.” Quisiera agregar que las emociones también pueden nublar nuestro juicio espiritual.”

   Una historia de  John Taylor, muestra la verdad de estos principios:

“ El evangelio fue presentado por primera vez al hermano Taylor y su familia en Toronto, Canadá, por el Élder Parley P. Pratt en Abril de 1836. En ese tiempo, John Taylor estaba comprometido como ministro religioso e investigaba muy cuidadosamente las enseñanzas del Élder Pratt. Escribió ocho sermones los cuales Élder Pratt predicó y comparó con la Biblia para tratar de encontrar algo que fuese contrario a las escrituras. Él hizo su investigación sobre la iglesia a un ritmo regular por un periodo de tres semanas, luego quedó satisfecho y fue bautizado.

Alrededor de un año después, John Taylor visitó Kirtland. Ohio. La penumbra de la apostasía pesaba sobre la ciudad y, tristemente,  esta disensión había afectado a Parley P. Pratt al volver de su misión en Canadá. El élder Pratt intento mostrar al Hermano Taylor porque él creía que el Profeta José Smith estaba en error. John Taylor firmemente respondió:

“Me sorprende escucharlo Hermano Parley. Antes de que usted dejara Canadá, compartió un poderoso testimonio sobre el hecho de que José Smith sea un Profeta de Dios, y sobre la veracidad del trabajo que él había inaugurado: y usted dijo que sabía estas cosas por medio de una revelación, y por el don del Espíritu Santo. Usted me dijo estrictamente que usted o un ángel de los cielos declararía estas cosas, yo no lo creí.

Ahora hermano Parley, no es al hombre a quien sigo, sino al Señor. Los principios que me enseñó me guiaron a Él; y ahora yo tengo el mismo testimonio por el que usted se regocijaba. Si la obra era verdadera hace seis meses, es verdadera hoy; Si José Smith fue un profeta en ese entonces, es un profeta ahora.”

 

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