¿La Universidad Brigham Young recibe dinero de los diezmos?

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¿Los fondos de la Universidad Brigham Young provienen de los diezmos de los miembros?

Respuesta

Fuente: Deseret News

La respuesta concisa a tu pregunta es sí. Es por eso que uno puede notar que el costo de la matrícula para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es sustancialmente menor que para los no miembros. 

Pero permíteme también proporcionar información adicional. La Iglesia compartió en su sitio web la manera en que se utiliza el dinero del diezmo.

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“El diezmo es la ley económica del Señor para Su Iglesia. Los donativos de diezmos siempre se usan para los propósitos del Señor, los cuales revela por medio de un consejo de Sus siervos. Algunos de esos usos son los siguientes:

– Edificar y mantener templos, capillas y otros edificios de la Iglesia.

– Apoyar las actividades y operaciones de las congregaciones locales de la Iglesia.

– Apoyar los programas de la Iglesia, incluso la educación y la investigación de historia familiar.

Los diezmos se pagan en privado, y la información en cuanto a los donativos se mantiene estrictamente confidencial”.

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Presidente Gordon B. Hinckley.
Fuente: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El presidente Gordon B. Hinkley, durante una sesión de la Conferencia General de octubre de 1999, dijo lo siguiente sobre el porqué la Iglesia respalda financieramente a la Universidad Brigham Young (BYU):

“La Iglesia es una organización eclesiástica. Es una sociedad caritativa cuyo principal interés es la adoración del Señor Jesucristo. Nuestra misión más grande es la de testificar de Su existencia real.

No debemos participar en nada que no esté en armonía con ese objetivo principal; en cambio debemos participar en cualquier cosa que esté en armonía con ello.

Hacemos muchas cosas que a primera vista no parecen estar relacionadas con ese objetivo primordial; hablaré en cuanto a dos o tres de ellas. Entre ellas se encuentra el funcionamiento de la Universidad Brigham Young. 

La gente nos pregunta por qué patrocinamos una institución tan grande y costosa que básicamente se concentra en la educación secular. La pregunta es apropiada. Ese patrocinio tiene una base doctrinal.

Fuente: Canva

El Señor ha decretado por medio de la revelación:

“Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará, para que seáis más perfectamente instruidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender;

De cosas tanto en el cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas que han sido, que son y que pronto han de acontecer; cosas que existen en el país, cosas que existen en el extranjero, las guerras y perplejidades de las naciones, y los juicios que se ciernen sobre el país; y también el conocimiento de los países y de los reinos,

A fin de que estéis preparados en todas las cosas, cuando de nuevo os envíe a magnificar el llamamiento al cual os he nombrado y la misión con la que os he comisionado” (DyC 88:78–80).

Resulta obvio entonces que estamos obligados a aprender no sólo lo relacionado con lo eclesiástico sino también con lo secular. En la Iglesia existe una tradición en cuanto a eso. 

Fuente: Shutterstok

En Kirtland había una Escuela de los Profetas; en Nauvoo la Sala de los Setenta que se utilizaba con fines educativos, y además se había proyectado edificar una universidad.

Cuando los santos llegaron a los valles del Oeste, se establecieron academias para capacitar a la juventud, y en 1850 nuestros antepasados pioneros aprobaron los estatutos de la Universidad de Utah. 

La Universidad Brigham Young se fundó mucho más tarde, sobreviviendo a la mayoría de las academias de la Iglesia. Ha crecido hasta tener inscritos en la actualidad más de 27.000 alumnos. 

Es un grupo numeroso de estudiantes, pero es una fracción muy pequeña de los jóvenes de la Iglesia que son dignos de obtener educación universitaria. Podemos dar cabida a relativamente unos pocos; pero si no podemos dar cupo a todos, ¿por qué se lo damos a algunos?

jóvenes y castidad

Fuente: Canva

La respuesta es que, si no podemos dar cabida a todos, démosla a todos los que podamos. El número de alumnos a los cuales se puede dar cupo dentro de la universidad es limitado, pero la influencia de ella es ilimitada. Se están realizando enormes esfuerzos por aumentar y expandir esa influencia.

¡Cuán afortunados son aquellos que tienen la oportunidad de asistir! Llego al borde del enojo cuando escucho protestas entre los alumnos o el personal docente. 

Estoy agradecido de poder decir que, con unas pocas excepciones, tanto los que llegan a aprender como los que enseñan agradecen esa gran bendición y son conscientes de ella.

Además, la universidad ha contribuido al reconocimiento bastante favorable de la Iglesia. Su institución patrocinadora, o sea la Iglesia, es extensamente reconocida; se ha destacado por sus normas e ideales, de los cuales se ha escrito y hablado, y que le han hecho saber al mundo aquello en lo que creemos. 

Sus programas académicos y deportivos han brindado honor tanto a la universidad como a la Iglesia. Y, a medida que las generaciones de alumnos pasen por sus aulas, se gradúen y se vayan por el mundo, honrarán esa grandiosa institución y a su patrocinador: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

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BYU Campus Provo. Créditos: BYU Photo

Seguiremos apoyando a la Universidad Brigham Young, aquí y en Hawai; continuaremos dando nuestro apoyo al Colegio Universitario Ricks. No creo que vayamos a edificar otras universidades. 

Quisiéramos edificar suficientes con el fin de que hubiese cupo para todos los que quisieran asistir, pero no nos es posibleds; son sumamente caras. 

Sin embargo, conservaremos éstas como insignias para que testifiquen del extraordinario y serio cometido que tiene esta Iglesia hacia la educación, tanto eclesiástica como secular y, al hacerlo, demostrar al mundo que se puede obtener un excelente aprendizaje secular en un ambiente de fe religiosa.

Como respaldo a estas instituciones estarán nuestras otras escuelas, nuestros institutos de religión diseminados por todas partes y el magnífico sistema de seminarios de la Iglesia.

Se espera que por medio de ellos, nuestra juventud, dondequiera que se encuentre, experimente algo de lo positivo que se puede tener en la Universidad Brigham Young”.

Se nos ha enseñado que cualquier conocimiento que adquiramos en nuestro viaje terrenal nos acompañará en las eternidades. La educación no debe ser solo secular, sino también espiritual.

Fuente: askgramps.org

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