20 cosas que el 2020 me ha ayudado a apreciar más

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A pesar de que muchos de nosotros nos hemos quejado por la llegada del coronavirus, las cuarentenas, el distanciamiento social y las mascarillas, este año nos ha dado una gran lección y nos ha ayudado a ver las cosas que nos rodean de una manera diferente.

Quizás sin la llegada de este virus, no hubiéramos tenido tanto tiempo para reflexionar en cuanto a las cosas que realmente importan en esta vida.

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Asimismo, gracias a la invitación del presidente Nelson a sentir más gratitud, he podido reconocer aún más las bendiciones en mi vida.

Hice una lista de algunas cosas que creo que la mayoría de nosotros hemos llegado a apreciar en este 2020 repleto de cambios.

¡Quizás puedas añadir alguna de estas bendiciones en tu diario de gratitud! ¡Comencemos!

1. Un profeta viviente

Para cualquiera que haya visto el mensaje del presidente Nelson de la semana pasada, esto puede sonar especialmente cierto.

¡Cuán poderoso fue escuchar a nuestro profeta orar y unir nuestra fe a la suya virtualmente!

Cuando nuestra visión del futuro parece nublada o incierta, es una bendición tener un profeta viviente con una visión eterna que puede ayudarnos a poner las cosas en perspectiva.

Sus sabios consejos, sus pacientes recordatorios, sus amorosas peticiones y su sincera devoción al Salvador son una influencia constante en nuestros hogares y vidas, que nos empujan por el camino del convenio hacia el cielo con esperanza, fe y gozo.

2. La capacidad para adaptarnos a los cambios

Si hay algo que nuestros predecesores pioneros Santos de los Últimos Días dominaron, fue su capacidad para adaptarse al cambio.

Ya sea que los echaran de sus hogares en medio del invierno, cruzaran las llanuras en carromatos o se les pidiera que se establecieran en un área remota del nuevo Valle del Lago Salado, estaban muy familiarizados con ser flexibles y confiar en el Señor.

Este año nos ha dado la oportunidad de desarrollar una habilidad similar. Nos hemos adaptado a múltiples cambios. Si bien aprender esta habilidad, según todos los informes, ha sido incómodo y difícil, es algo que los eventos de 2020 nos han ayudado a apreciar aún más.

3. La tecnología

Si antes apreciábamos los avances tecnológicos, 2020 ha aumentado esa gratitud diez veces.

Gracias a la tecnología nos hemos sentido más cerca de nuestros seres queridos en estos tiempos de aislamiento social.

Si bien las reuniones virtuales no son lo mismo que las personales, ahora nos sentimos más agradecidos por la capacidad de mantenernos conectados. Incluso, si es principalmente a través de la tecnología.

4. Servicio

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Si hay algo que una pandemia no puede detener, es el servicio.

Aunque la forma y el tipo de servicio que podemos hacer puede parecer un poco diferente, muchos de nosotros apreciamos la oportunidad de mirar afuera de nosotros y hacer algo bueno en la vida de quienes nos rodean.

Cuando es tan fácil sentirse aislado y solo, todavía podemos estar agradecidos por esta manera simple y poderosa de permanecer conectados con los demás y llegar a ser más como nuestro Salvador en el proceso.

5. Templos  

A veces, no apreciamos algo hasta que lo perdemos.

Quizás ese sea el caso de los templos este año. Ya sea que hayas vivido cerca de un templo toda tu vida o no, hay algo reconfortante en saber que puedes visitarlo.

Como esas oportunidades han sido pocas y distantes este año, he reflexionado sobre la importancia de los convenios en el templo, encontrar nuevas formas de conectarme con el templo y he recordado por qué el templo es especial para mí.

No puedo esperar a regresar.

6. Las creaciones de Dios

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Quizás a medida que llega el clima más frío para muchos de nosotros, apreciamos aún más el aire libre como un lugar que ofrecía un refugio seguro durante un momento de incertidumbre y la necesidad de distanciamiento físico.

El poder curativo del sol, el aire fresco y la hermosa arquitectura que Dios diseñó solo para nosotros es algo que ciertamente no hemos subestimado este año.

7. Las reuniones de la Iglesia

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Si bien sentimos alivio cuando se redujo el horario de nuestras reuniones de la Iglesia hace dos años, esta pandemia nos ha ayudado a valorar el tiempo que dedicábamos a reunirnos y adorar juntos.

Hacer la Iglesia en casa ciertamente ha sido una bendición. Sin embargo, hay algo especial en reunirnos para cantar, escuchar, adorar y tener un lugar donde podamos aprender el Evangelio juntos.

Esta es una bendición que nunca más subestimaré.

8. El amor

Tantos problemas en el mundo se resuelven o alivian con un poco de amor, particularmente el amor de Dios.

Qué regalo es poder dar y recibir ese amor, ver a los demás y a nosotros mismos a través de los ojos de Dios y con el deseo de elevarnos mutuamente.

A medida que expresamos nuestra gratitud y hacemos más espacio en nuestros corazones para este amor al estilo de la caridad, tal vez veamos que incluso en un año difícil y aparentemente menos abundante, el amor es realmente lo único que necesitamos.

9. Los ángeles terrenales

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Este es un elemento de la lista de gratitud que definitivamente ha crecido este año.

Desde profesionales médicos hasta familiares, amigos del barrio, vecinos, líderes, entre otras personas, han dado un paso adelante y han hecho sacrificios de tiempo, amistad, habilidades, comodidad y más para ayudar a quienes lo necesitaban de grandes y pequeñas formas.

Cuán agradecido estoy de haber sido testigo de tantas acciones angelicales este año.

10. Bondad

Este año más que nunca, creo que muchos de nosotros nos hemos sentido agradecidos por esta virtud.

Un comentario positivo, paciencia con los demás, servicio, alguien que se acerca para ver cómo estamos.

Todos esos pequeños actos de bondad que vemos en los demás, nos recuerdan que el mundo no es tan sombrío como se ha repetido este año.

11. Cambio

El cambio es probablemente una de las palabras más utilizadas de este año.

Sin embargo, el cambio no es necesariamente malo. De hecho, el cambio es una de las definiciones del arrepentimiento.

Si bien tantas regulaciones, recomendaciones y pautas nos han obligado a cambiar nuestro estilo de vida y planes, quizás también nos hayan dado la oportunidad de cambiar nuestras metas espirituales y temporales.

Cuando nos vemos obligados a desacelerar el paso, no podemos evitar reevaluar lo que estamos haciendo y arrepentirnos de los hábitos o ideas que obstaculizan nuestro progreso o nuestra felicidad.

De hecho, muchas personas ya han escuchado el llamado de un profeta al arrepentimiento, y cambiar la mentalidad de desánimo y pesimismo por gratitud.

12. Preparación para emergencias

primeros auxilios

No importa qué tan bien hayamos preparado nuestro almacén de alimentos o equipos de emergencia, este año definitivamente superó nuestras expectativas.

El 2020 nos ha dado una motivación para seguir el consejo de los profetas de estar preparados, física y espiritualmente.

Puedes leer este excelente discurso del presidente Nelson sobre este tema, “Acoger el futuro con fe” de la Conferencia General de octubre de 2020.

13. Fe

tribulaciones bendiciones

Cuando las cosas son inciertas, confusas o desalentadoras, la fe puede convertirse en nuestra mayor bendición.

Con fe y esperanza, podemos creer que las cosas mejorarán, que todavía tenemos nuestro albedrío y que un Padre Celestial amoroso todavía nos escucha y vela por nosotros.

A veces, durante los momentos más difíciles es cuando nuestra fe y esperanza tienen una mayor oportunidad de crecer.

14. Ministración

servicio

Qué bendición ha sido haber practicado el satisfacer las necesidades de los demás de una manera más flexible a través del nuevo programa de ministración.

Este año nos ha brindado una oportunidad aún mejor para ser más creativos y recibir revelación sobre cómo servir y cuidar a los demás, incluso cuando no necesariamente podemos visitarlos en sus hogares.

15. Autoridad del sacerdocio

Si bien el poder del sacerdocio puede bendecir nuestra vida en cualquier momento, en los momentos de dificultad es cuando más recurrimos a él.

Ya sea que hayamos necesitado una bendición de salud, una bendición de consuelo, una ordenanza del templo, una oración o la Santa Cena, este año podemos sentirnos agradecidos de que Dios haya conferido Su poder a los hombres justos para utilizarlo en la Tierra.

16. Familia

Aunque durante los últimos años hayamos subestimado las reuniones familiares, el 2020 nos ha recordado la bendición que ellas son.

Es posible que todavía estemos agradecidos por las fotos, las videollamadas y otras formas que hemos encontrado para mantenernos conectados con aquellos a quienes amamos.

Sin embargo, creo que pasará mucho tiempo antes de que alguno de nosotros subestime la capacidad de reunirnos físicamente, reír juntos y abrazarnos.

17. Programas de autosuficiencia

la iglesia

Manuales de autosuficiencia.

Mi esposo y yo tomamos juntos la clase de Autosuficiencia sobre Finanzas Personales de la Iglesia antes de casarnos. Gracias a ello pudimos ver los beneficios después.

Con la llegada del coronavirus, nos sentimos más agradecidos por el conocimiento que obtuvimos en cuanto a las finanzas personales. Pudimos hacer frente a las dificultades financieras que se presentaron.

Si nunca tomaste alguna de las clases de autosuficiencia, te invito a poder hacerlo. ¡Todos los recursos están disponibles en línea para que comiences a usarlos hoy!

18. Música

¿Qué tipo de música escuchan los mormones?

La música despierta muchas emociones.

Algunas de las canciones más hermosas se escribieron en los momentos de mayor alegría o mayor dolor, tanto espiritual como temporalmente.

Debido a esto, la música es algo con lo que a menudo nos conectamos en nuestros momentos de mayor emoción, como cuando adoramos.

La música nos ayuda a apreciar mejor la conexión con el Espíritu.

19. La Santa Cena

santa cena

Cuando las reuniones de la Iglesia se suspendieron temporalmente debido a la pandemia, no solo perdimos los mensajes de la reunión sacramental, las clases de la escuela dominical y las interacciones con los hermanos.

Aunque a muchos se les dio la autorización para bendecir y repartir la Santa Cena en casa, no todos los hogares tuvieron un poseedor del sacerdocio que pudiera realizar esta ordenanza cada semana.

Fue en ese momento en el que los hermanos ministrantes, vecinos o familiares brindaron esta sagrada oportunidad a sus semejantes.

Quizás esta experiencia nos ha hecho sentir más agradecidos por la bendición de participar de la Santa Cena y es menos probable que la subestimemos cada semana.

20. Dolor

Un pasaje de las Escrituras de 2 Nefi me ha venido a la mente muchas veces este año:

“Porque es preciso que haya una oposición en todas las cosas. Pues de otro modo, mi primer hijo nacido en el desierto, no se podría llevar a efecto la rectitud ni la iniquidad, ni tampoco la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal… Y si no hay rectitud ni felicidad, tampoco hay castigo ni miseria. Y si estas cosas no existen, Dios no existe”.  (2 Nefi 2: 11,13)

Ciertamente, este año ha traído más que una parte justa de miseria, frustración y dolor. Sin embargo, de alguna manera, esto puede ser algo por lo que estar agradecidos.

El 2020 ha evidenciado que existe un Dios y ha destacado nuestros momentos felices y pacíficos. El dolor de este año ha contrastado con la felicidad de los años anteriores ​​y los años que están por venir.

Conclusión

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Puede que ahora mismo, no todos nos sintamos agradecidos por lo experimentado este año. Sin embargo, si vemos atrás, notaremos las bendiciones que el 2020 nos ha traído.

Anota esas bendiciones en tu diario para que las puedas compartir con tu posteridad.

Tal vez, puedas recordar con un corazón agradecido todo lo bueno que te sucedió en 2020, como las experiencias con tu familia, el mayor deseo de aumentar el Espíritu en tu hogar y el tiempo que tuviste para volver a centrarte en el Salvador, eso recibiste gracias al año 2020.

Fuente: LDS Living

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