Lo más probable es que estés familiarizado con la letra de una popular canción de la Primaria: “Todo el sábado procuramos quedar listos para el domingo”.
Muchos miembros han adoptado el hábito de usar sus fines de semana para prepararse para el domingo. Sin embargo, puede haber algunos otros hábitos que se cuelan en su adoración dominical que no están de acuerdo con el Manual de la Iglesia. Estos son solo algunos que podrían sorprenderte.
1. Uso de ayudas visuales en la reunión sacramental
Cuando recibas la asignación para hablar en la iglesia, si eres como yo, lo más probable es que leas detenidamente los discursos de la conferencia general, las escrituras y, a veces, incluso Pinterest para tu preparación.
Por supuesto, quieres que tu discurso sea lo que todos recuerden. Podrías pensar: “Oh, hay tantas cosas que podría mostrar para reforzar mi tema, como sostener una manta para ilustrar cómo el Espíritu Santo es el Consolador”.
Será mejor que lo guardes para la Primaria o una lección en la Noche de Hogar porque el Manual General explica lo siguiente:
“Las ayudas visuales y los materiales audiovisuales no deben utilizarse en las reuniones sacramentales.” (Sección 29.2.1.1)
“Los miembros no deben usar materiales audiovisuales en la reunión sacramental o en la sesión general de la conferencia de estaca.” (Sección 38.8.3)
Si está luchando por encontrar una manera de hacer que su discurso sea memorable, intente contar una historia o compartir la analogía que quería, sin el apoyo. Ambas son excelentes maneras de ayudar a los oyentes a recordar el punto.
2. Susurrar al oído de un niño mientras está dando su testimonio en el púlpito
Decides que ya es hora de que tu hijo de 3 años dé su testimonio frente a toda la congregación. ¿Por qué no? Dice las cosas más precisas en la Noche de Hogar. Todos necesitan presenciar lo querido que es. Solo lo ayudaré susurrándole qué decir, crees. Pero tal vez quieras pensarlo de nuevo.
“Los niños pequeños son bienvenidos a dar testimonio en una reunión de testimonios. Puede ser mejor para ellos aprender a hacerlo en casa hasta que puedan dar testimonio sin la ayuda de otros”. (Sección 29.2.2)
Estos testimonios motivados no solo no están en acorde con el manual de la Iglesia, sino que también es importante recordar que los niños no son inmunes a tener miedo escénico.
Hasta que se sientan cómodos hablando en público y puedan recitar sus propios sentimientos sin ayuda, es mejor darles la oportunidad de dar sus testimonios el lunes por la noche o en la Primaria.
3. Exigir acciones excesivamente formales para aquellos que reparte la Santa Cena
Repartir la Santa Cena es la parte más importante de la reunión sacramental, por lo que los jóvenes deben ser respetuosos y reverentes al hacerlo.
En un esfuerzo por fomentar un comportamiento reverente, algunos líderes ordenan que los jóvenes sostengan sus manos a sus espaldas o se inclinen constantemente hacia adelante. Aunque el manual dice que “los que administran el sacramento deben hacerlo de manera digna”, continúa diciendo:
“El reparto de la Santa Cena debe ser natural y no demasiado formal. Por ejemplo, no se deben requerir ciertas acciones (como sostener la mano izquierda detrás de la espalda) o apariencias (como vestirse por igual)”. (Sección 18.9.3)
4. Tomar fotos o vídeos en el salón sacramental
A veces este es el más difícil. Sobretodo cuando vemos a los tiernos niños en el programa anual de Primaria. Es natural querer tomarles una foto, ¿verdad? O tal vez la abuela no pudo llegar al programa, así que solo grabas un segmento del mismo y se lo envías. O mejor aún, Facebook Live o Snapchat. O… tal vez no. Esto es lo que el Manual General instruye:
“Las reuniones sacramental son sagradas. Por esta razón, no se permite fotografiar o grabar reuniones sacramentales”. (Sección 35.5.10)
Todavía existen pocos lugares en el mundo donde Instagram y Facebook no puedan ir. Y eso no está tan mal. Guardar nuestros teléfonos ayuda a hacer de la capilla un lugar sagrado y nos permite olvidarnos del mundo exterior por un tiempo.
Ya sea que nunca hayamos hecho ninguno de estos puntos o luchemos con ellos de forma regular, siempre hay formas en que podemos mejorar nuestra adoración del domingo.
Así que redoblemos nuestros esfuerzos hacia la obediencia y hagamos que nuestra próxima experiencia de reunión sacramental sea mejor para nosotros y nuestros compañeros en la iglesia.
Fuente: LDSliving