En una de las conversaciones con mi papá acerca del amor, él me dijo que el matrimonio era una elección diaria. Sus palabras me trajeron a la mente la frase del fallecido presidente Thomas S. Monson:
“Escoge a quien amar; ama a quien escojas”.
De pronto, esa frase comenzó a tener más sentido para mí. Cuando uno se casa es porque escogió a la persona con la que desea atravesar las distintas pruebas de la vida y disfrutar de la eternidad junto a ella.
Al igual que el presidente Monson, otros líderes de la Iglesia nos han dado sabios consejos para el matrimonio y en especial, las escrituras.
Por eso, aquí comparto 4 escrituras que te ayudarán a tener un matrimonio feliz y eterno.
1. Escuchar sin interrumpir
Proverbios 18:13:
“Al que responde a un asunto antes de haber oído, le es necedad y oprobio”.
Cuando hablamos antes de tiempo, corremos el riesgo de llegar a conjeturas equivocadas o juzgar y generar un mayor conflicto.
Es importante que no supongas nada y escuches los argumentos de la otra persona como te gustaría que lo hicieran contigo.
Antes de decir algo que podría herir a la persona que tanto amas, respira y presta atención.
2. Hablar sin lastimar
Efesios 4:29 – 31:
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes.
Y no contristéis al Santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y maledicencia y toda malicia”.
¿Por qué lastimarías con tus palabras a la persona que elegiste para pasar esta vida y la eternidad? Es algo ilógico, ¿verdad?
Entonces, antes de decir lo primero que pase por tu mente cuando estás enojado o enojada, prefiere el silencio. Una palabra de odio puede herir un corazón por siempre y nunca irse de la mente.
Elige dejar buenos recuerdos y sentimientos en la persona que te ama.
3. Perdonar sin castigar
Colosenses 3:13:
“Soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
En el matrimonio es importante ser humildes y aprender a reconocer nuestros errores.
Quizás hoy tu esposo o esposa se equivocó, pero mañana puedes ser tú. Así que, perdona como te gustaría ser perdonado y dale vuelta a la página.
No prolongues el resentimiento porque uno no sabe cuándo es su último día en la Tierra y tal vez cuando quieras perdonar sea demasiado tarde.
No pelees por cosas que tienen solución solo por un capricho.
4. Confiar sin flaquear
1 Corintios 13:7:
“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
Es difícil confiar, lo sé. Pero, por alguna razón elegiste casarte con esa persona. Viste algo en ella que te hizo pensar que sería el compañero o compañera ideal para vivir aventuras, superar desafíos y formar una familia. Entonces, ¿por qué desconfiarías ahora?
Si hay algo que te inquieta, comunícaselo y lleguen a un acuerdo. No te hagas ideas en la cabeza, eso te hace mal a ti y a tu matrimonio. ¿No quieres que dure para toda la eternidad?
Espero que este artículo haya sido útil para ti. ¿Qué otras escrituras añadirías a la lista? Cuéntanos en los comentarios y comparte esto con quien creas que lo necesite.
Fuente: Instagram