Cómo responder ante el acoso escolar + cómo proteger a nuestros hijos

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El bullying o acoso escolar es uno de los males comunes de esta época, común no por su simplicidad, sino por su abundancia en el entorno en que vivimos. 

Se trata de cualquier comportamiento agresivo y no deseado que involucra un desequilibrio de poder real o percibido.

Entre las acciones de acoso escolar puede identificarse: el ciberacoso, el bloqueo social, hostigamiento, la manipulación, coacción, intimidación, agresiones, amenazas, acoso escolar homofóbico, entre otras. Tristemente, este comportamiento es repetitivo y puede llegar a tener un impacto muy grande en la persona acosada.

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Lo que la Iglesia enseña sobre el acoso

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Los niños y jóvenes pueden ser instruidos en los principio y habilidades apropiados para poder ayudarlos a evitar convertirse en las víctimas del bullying o en el peor de los casos, convertirse ellos en los acosadores.

“En esta dispensación, el Señor dejó claro en una revelación al profeta José Smith que “el valor de las almas es grande a los ojos de Dios” (DyC 18:10). Idealmente, todas las personas se tratarían con respeto y amabilidad y como personas de gran valor. Desafortunadamente, no todos están a la altura de este principio.

El problema no es exclusivo a nuestros días. En el Libro de Mormón, leemos cómo Laman y Lemuel se comportaron con su hermano menor Nefi, lo golpearon, lo ataron y trataron de matarlo. 

Eran abusadores.

nombres del libro de mormón

La definición de acoso escolar que tenemos hoy en día bien podría haberse aplicado en el tiempo de Nefi: “Comportamiento no deseado, agresivo… que involucra un desequilibrio de poder real o percibido. Es un comportamiento que se repite, o que tiene el potencial de repetirse, a lo largo del tiempo.”

El acoso se presenta de muchas formas, entre ellas, verbal, física, sexual, social (dañando las relaciones o el estatus social de alguien) y cibernética (acoso a través de dispositivos electrónicos). Debido a que el acoso es muy común, es probable que sus hijos la experimenten en diferentes puntos de sus vidas, tal vez como víctimas y como acosadores.

Afortunadamente, hay formas de lidiar con el acoso escolar que ayudan a los niños a sentirse seguros y empoderados, y le dan a los acosadores oportunidades para cambiar. A medida que le enseñe a sus hijos los principios y habilidades relevantes, pueden ayudar a otros y evitar de manera más efectiva estar a ambos lados de una situación de acoso escolar.”

Lo que podemos hacer

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Ya sea que tengas o conozcas o no a una persona involucrada en una situación de acoso escolar, es importante primero crear una relación de confianza. Ellos no se sentirán cómodos al hablar de sus inseguridades o dificultades si sienten que no serán comprendidos. 

Es bueno animarles a que compartan lo que sienten o lo que les sucede y observar los cambios que puedan haber en su comportamiento o estado de ánimo. 

“Si su hijo está siendo acosado o ve a alguien más siendo acosado, ayúdelo a tomar medidas efectivas y asertivas. Aunque las recomendaciones comunes incluyen ignorar al acosador, convertir el comportamiento de acoso en una broma o reaccionar de manera agresiva son respuestas ineficaces y peligrosas.

padre celestial

En cambio, enséñele a su hijo que:

  • Mirar al acosador a los ojos.
  • Decirle con calma y firmeza que sus acciones son parte de un acoso escolar: “Esto es acoso y no está bien”.
  • Pedirle que deje de hacerlo: “Necesito que te detengas.”
  • Si el acoso continúa, debe repetir el mismo mensaje y decirle que le informará de la situación al adulto con la autoridad pertinente: “Le diré al maestro lo que estás haciendo. (The Worth of Souls and the Problem of Bullying)

Podemos elegir

Padre Celestial

La Iglesia de Jesucristo cuenta con secciones dedicadas al acoso, abuso o maltrato, que brinda materiales adicionales para ayudar a quienes han pasado por este tipo de desafíos. También invita a la reflexión de nuestros actos y tomar medidas que corrijan dichas acciones. 

En un video de la Iglesia sobre el acoso escolar, el apóstol Dieter F. Uchtdorf nos aconseja evitar sentir odio y rencor, participar de chismes, evitar ridiculizar a alguien o tener el deseo de infligir daño.

“¡Dejen de hacerlo! Es así de sencillo. Simplemente debemos dejar de juzgar a otros y remplazar los pensamientos y sentimientos de crítica con un corazón lleno de amor por Dios y por Sus hijos.”

El Elder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, aconsejó: 

“Debemos ser personas de buena voluntad hacia todos, rechazando la persecución en cualquiera de sus formas, incluyendo la persecución basada en raza, origen étnico, creencia religiosa o incredulidad, y diferencias en la orientación sexual.”

Podemos elegir ser personas que llevan luz a quienes lo necesitan por medio de nuestras acciones y ejemplo, podemos elegir ser verdaderos discípulos de Jesucristo. 

“El mandato del Salvador de amarnos los unos a los otros como Él nos ama, probablemente sea nuestro más grande desafío. Ruego que podamos comprender esto y procuremos vivirlo en todas nuestras relaciones y actividades.” (Amar a los demás y vivir con las diferencias, Octubre 2014)

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