Adorar a otros santos es algo que como miembros de la Iglesia de Jesucristo no solemos practicar porque consideramos que solamente Dios y Jesucristo son los Seres que merecen toda nuestra adoración.
Esto no es algo nuevo.
En la antigüedad, nuestro Padre Celestial le dio los 10 mandamientos a Moisés, iniciando con:
No tendrás dioses ajenos delante de mí. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa alguna que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”. (Éxodo 20:3)
Por muchos años, los líderes de la Iglesia de Jesucristo han aconsejado que evitamos la adoración de otros dioses.
Esto no solo significa que no debamos adorar a otros santos o personas, sino también a las cosas que nos rodean en el mundo. El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, habló sobre esto:
“¿Ante qué “otras prioridades” dan su “honra” antes que a Dios las personas, incluso las personas religiosas, de nuestros días? Consideren estas posibilidades, todas muy comunes en nuestro mundo:
- Tradiciones culturales y familiares
- Lo políticamente correcto
- Aspiraciones profesionales
- Posesiones materiales
- Actividades recreativas
- Poder, prominencia y prestigio”.
Hay cosas que pueden convertirse en el “becerro de oro” de nuestras vidas. Imagen: Canva
Nos enfocamos más en lo material que en la verdadera razón por la que estamos en esta Tierra y esto puede llegar a convertirse en el “becerro de oro” de nuestras vidas afetando la gran relación que ya tenemos con Dios y Su Hijo, Jesucristo.
Debemos priorizar nuestra lealtad hacia Él en cualquier otra cosa en esta vida y nos invita a dejar atrás todo aquello que nos aleja de Su evangelio y enseñanzas, como riquezas, amistades, relaciones, objetos e ídolos.
El Señor desea que estemos comprometidos con Él en todo momento, así como también ser influenciados por Su voluntad a fin de alcanzar la mayor felicidad y plenitud en esta vida y la venidera.
¿Cómo puedo hacerlo en mi día a día?
Templo de McAllen,Texas. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Está claro que con pequeños actos podemos marcar la diferencia, los pasos sencillos seguirán siendo lo que nos ayude a mantenernos en la senda correcta: la oración, el estudio de las escrituras y asistir a la Iglesia.
Además, esto incluye esforzarse por seguir el ejemplo de Jesucristo mostrando amor, reverencia, servicio y devoción.
Ya sea asistiendo al templo, participando de la Santa Cena y cumpliendo con nuestros convenios, podemos caminar de la mano con nuestro Padre Celestial y Cristo.
Ambos siempre estarán ahí para nosotros, pero también nosotros debemos estar ahí para Ellos en cualquier situación, de esta manera nuestras bendiciones abundarán en nuestro día a día.
Actos de servicio. Imagen: Canva
No es difícil y podemos iniciar desde ahora. Para esto, podemos recordar el reciente mensaje del obispo W. Christopher Waddell, de la conferencia general de octubre de 2023:
“Lo elegimos a Él, a Jesucristo, cuando elegimos honrar Su día, ya sea que estemos en casa o viajando de vacaciones. Lo elegimos a Él cuando elegimos Sus palabras en las Escrituras y en las enseñanzas de los profetas vivientes.
Lo elegimos a Él cuando elegimos tener una recomendación para el templo y vivimos dignos de su uso. Lo elegimos a Él cuando somos pacificadores y rehusamos ser contenciosos, “especialmente cuando tenemos diferencias de opinión”.
Ningún líder ha demostrado jamás más valor, ningún benefactor ha demostrado más bondad, ningún médico ha curado más enfermedades y ningún artista ha sido más creativo que Jesucristo”.
