En una cultura que celebra el alcohol, está surgiendo un negocio diferente: los bares sin alcohol.
Desde Austin, Texas, hasta Brooklyn, Nueva York, las personas se reúnen para tomar bebidas artesanales que se ven y suenan como cócteles tradicionales, pero con cero alcohol.
En Getaway, un bar sin alcohol en Brooklyn, por ejemplo, los clientes pueden elegir entre cócteles con nombres como “Daters Gotta Date” (los galanes van a citas), “A Trip to Ikea” (un viaje a Ikea), o refrescos caseros como el de higo y canela.
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Sam Thonis, 31, y Regina Dellea, 29, abrieron Getaway, un bar libre de alcohol en Brooklyn, Nueva York, el 9 de abril de 2019. El bar ofrece cócteles sin alcohol a $13 así como algunos bocadillos.
Getaway y otros bares sin alcohol están aprovechando el movimiento “sobrio” que ha surgido a medida que las personas se vuelven cada vez más conscientes de su salud y las investigaciones médicas han demostrado que “no existe una cantidad segura” de consumo de alcohol.
“Creo que hoy en día muchos jóvenes e, incluso, personas de mediana edad, están pensando en tener una vejez sana. Están buscando formas de no tener algunos de los problemas que las generaciones anteriores tuvieron con su salud”, dijo George F. Koob, director del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo, que dice que los bares sobrios son una “gran idea”.
Estos negocios satisfacen una necesidad ignorada durante mucho tiempo en la escena de los bares, brindan un ambiente social, alegre y sofisticado donde las personas que se están recuperando de la adicción al alcohol pueden escapar de la presión incesante de beber.
Del mismo modo, estos bares son atractivos para las personas que no están interesadas en beber porque no les gusta la forma en que el alcohol les hace sentir y aquellos que no beben por su religión.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Deseret News y fue publicado en latterdaysaintmag.com con el título “When the Word of Wisdom Becomes Trendy: The Rise of Boozeless Bars”.
