“¿Por qué aún no me caso?” Puede que te estés haciendo esa pregunta ahora, tal vez te lo hayas preguntado alguna vez o conoces a alguien con esa duda. Lo cierto es que esa es una pregunta muy común tanto en miembros como incluso en no miembros de la Iglesia de Jesucristo.

En lo personal, como joven adulto, me he preguntado eso muchas veces al ver fotos de mis amigos, algunos incluso menores que yo, casándose y formando hermosas familias mientras yo sigo soltero y sin planes matrimoniales.

¡No voy a mentir! Aunque me alegro por ellos, también me duele. Puede que tú también te encuentres en esa etapa, pero ¿y si te dijera que puede ser una señal de que Dios te está preparando para algo más grande?

No todos los caminos se recorren al mismo tiempo

pareja de abuelitospareja de abuelitos
El amor no nos llega al mismo tiempo. Imagen: Canva

Primero que nada, hay que recordar que el amor no nos llega al mismo tiempo. Algunas historias de amor comienzan en la juventud, mientras que otras toman tiempo, pero cada una es preparada por el Señor para ser vivida en el momento exacto.

El Señor enseñó esta verdad en las escrituras:

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.

Así que no vale la pena compararse con los demás porque tu historia de amor tiene su propio ritmo y aunque parezca que vas lento, recuerda que paso a paso se llega muy lejos.

Deja que el Señor vea el tiempo y mientras tanto, disfruta las experiencias que te ayudarán a convertirte en esa versión que tu futuro amor reconocerá. No se trata de mirar a los demás, sino de confiar en los tiempos del Señor.

Primero debes convertirte en la persona correcta

pareja junta
Antes de casarte, primero debes trabajar en ti. Imagen: Canva

Una de las verdades que fácilmente pasan desapercibidos es que antes de buscar a la “persona ideal” primero debes trabajar en ti. Puede que esa sea la razón detrás del porqué aún no ha llegado esa persona especial.

El Señor primero necesita moldearte antes de entregarte a uno de Sus preciados hijos o hijas que se convertirán en tu cónyuge. Aunque tengas deseos de casarte, puede que te falte desarrollar paciencia, autoestima, o incluso tengas miedo a amar. Todas esas cosas necesitan ser resueltas.

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”. (1 Juan 4:18)

Para desarrollar ese tipo de amor, es necesario atravesar distintas etapas que te permitan desarrollar los atributos que necesitas para un matrimonio sano. Así que no te deprimas si no tienes pareja. Solo piensa que el Señor aún te está moldeando.

Esperar es una forma de protección

Si debes esperar, no lo tomes como un castigo sino como una manera de protección. Imagen: Canva

Si eres como yo y a pesar de que te estás esforzando por llegar a ser la mejor versión de ti y aún así el Señor te pide esperar, toma eso no como un castigo sino como una manera de protección.

El Señor ve lo que tú no y sabe quiénes te harán daño o no te ayudarán a venir a Él en un matrimonio así que, bajo esa perspectiva, la espera se convierte en un medio por el cual te libres de experiencias conyugales dolorosas.

Si aún no te convences de esto, recuerda la promesa del Señor:

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová”.

El Señor sabe por qué hace las cosas, así que deja el pensamiento negativo a un lado y enfócate en ti. Siempre que te esfuerces por hacer lo correcto y ser fiel a Él, te por seguro que vas por buen camino.

Al final de cuentas, poco importa la velocidad con la que el amor llegue a tu vida sino la calidad con la que lo recibas. Si sigues en la espera, recuerda que no estás solo o sola, porque el Señor te tiene presente y te está preparando para algo más grande de lo que te imaginas.

Fuente: Instagram

Video relacionado

También te puede interesar