¿Fue el bautismo por los muertos parte de la Ley de Moisés o se introdujo con Cristo durante Su ministerio?
Respuesta
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No, el bautismo por los muertos no formó parte de la Ley de Moisés. No se realizó ninguna obra indirecta por los muertos antes de la expiación de Cristo. Para entender mejor esto veremos los siguientes versículos.
“Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos; para que sean juzgados en la carne según los hombres, pero vivan en el espíritu según Dios.” -1 Pedro 4: 6
Este pasaje en la biblia no nos brinda un indicio en cuanto a quién enseñó este principio o cuándo sucedió. Para obtener esa información, acudimos a Doctrina y Convenios
“Pero [el] ministerio [de Cristo] entre los que habían muerto se limitó al breve tiempo que transcurrió entre la crucifixión y su resurrección, y me causaron admiración las palabras de Pedro, en donde dice que el Hijo de Dios predicó a los espíritus encarcelados que en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, y cómo le fue posible predicar a esos espíritus y efectuar la obra necesaria entre ellos en tan corto tiempo.
Y en mi admiración, fueron abiertos mis ojos y se vivificó mi entendimiento, y percibí que el Señor no fue en persona entre los inicuos ni los desobedientes que habían rechazado la verdad, para instruirlos; mas he aquí, organizó sus fuerzas y nombró mensajeros de entre los justos, investidos con poder y autoridad, y los comisionó para que fueran y llevaran la luz del evangelio a los que se hallaban en tinieblas, es decir, a todos los espíritus de los hombres; y así se predicó el evangelio a los muertos; y los mensajeros escogidos salieron a declarar el día aceptable del Señor, y a proclamar la libertad a los cautivos que se hallaban encarcelados; sí, a todos los que estaban dispuestos a arrepentirse de sus pecados y a recibir el evangelio.
Así se predicó el evangelio a los que habían muerto en sus pecados, sin el conocimiento de la verdad, o en transgresión por haber rechazado a los profetas.
A ellos se les enseñó la fe en Dios, el arrepentimiento del pecado, el bautismo vicario para la remisión de los pecados, el don del Espíritu Santo por la imposición de las manos.” -DyC 138: 27-33
Entonces, vemos que fue durante ese período entre la muerte y la resurrección que el Salvador inició el proceso que permitiría la liberación de aquellos que se encuentran en la prisión espiritual.
Fuente: askgramps.org