Durante el periodo de restricciones a causa del COVID-19, muchos jóvenes no asistieron al templo, no participaron del PFJ ni se reunieron en sus barrios.
Otra oportunidad que algunos se han perdido ha sido recibir sus bendiciones patriarcales. La buena noticia es que no existen restricciones para prepararse para recibir una bendición patriarcal y ayudar a otros a hacer lo mismo.
Aquí te compartimos tres ideas que pueden ayudarte:
1. Las bendiciones patriarcales no dicen cosas que ya sabemos
Recibí mi bendición cuando era un adolescente y, para ser honesto, me sentí decepcionado porque fue más corta que las bendiciones de los otros miembros de mi familia.
Pensé que de alguna manera eso significaba que no era tan importante para Dios. Tenía la esperanza de que mi bendición dijera que tenía ciertos dones y talentos.
Sin embargo, mi bendición no mencionó nada de eso, al menos no de la forma que esperaba.
Un día, cuando estaba en la secundaria, unos compañeros y yo nos reunimos en la casa de un amigo para planificar nuestra próxima actividad. De alguna manera, surgió el tema de las bendiciones patriarcales y compartí la decepción que sentía porque la mía era muy pequeña.
En ese momento, llegó el padre de mi amigo. Justo en frente del grupo, me dijo: “Brad, tu bendición patriarcal no es para que Dios pueda decirte lo que ya sabes. Es una oportunidad para que Él te diga lo que necesitas saber”.
Cuando llegué a casa, releí mi bendición patriarcal con una nueva perspectiva y mis sentimientos cambiaron. De repente, amé mi bendición, no solo porque validaba y reafirmaba lo que esperaba fuera cierto, sino también porque me enseñó cosas nuevas.
Yo la había leído pensando en lo que era importante para mí en ese momento. Ahora, veo lo que es importante para Dios y lo que necesitaba volverse más importante para mí.
Mi bendición me ayudó a saber cuál era el propósito de mi vida, algo que continuo aprendiendo hasta el día de hoy.
2. Tu linaje no es solo un dato curioso del pasado
Cuando un patriarca pone sus manos sobre tu cabeza y declara tu linaje, identifica la tribu mediante la cual recibirás tus bendiciones y bendecirás a otras personas.
En la bendición patriarcal, se te enseña sobre tu conexión con Israel y sus hijos e hijas.
Por supuesto, a lo largo de los siglos, los linajes se han mezclado hasta que todos tenemos dentro de nosotros una combinación de muchos linajes. Es por eso que el presidente Dallin H. Oaks ha enseñado:
“La declaración de un linaje no es un pronunciamiento científico o la identificación de su herencia genética”.- “Patriarchal Blessings”
Los patriarcas identifican el linaje “por la inspiración del Espíritu Santo… independientemente de la raza o nacionalidad de la persona que recibe la bendición” (“Selected Writings of Daniel H. Ludlow”).
Las personas dentro de una misma familia, incluso gemelos idénticos, pueden pertenecer a diferentes tribus debido a que la bendición patriarcal no es una prueba física de ADN.
En cambio, nos recuerda, como explicó el presidente Russell M. Nelson, que tenemos un vínculo con el pasado y “nos ayudará a darnos cuenta de nuestro futuro potencial”.
Nacer en tu familia significa que se te han otorgado bendiciones temporales y espirituales con la esperanza y expectativa de que las utilices para ayudar a todos los hijos de Dios.
En la actualidad, todas las tribus obran juntas para prepararse para la Segunda Venida. Sin embargo, cuando Jesús venga a gobernar y reinar sobre la Tierra, cada tribu será de gran importancia.
En ese momento, a cada tribu se le asignarán responsabilidades y asignaciones específicas. El presidente Dallin H. Oaks dijo que la declaración de nuestro linaje es importante porque “esta relacionado con el reino y gobierno de Dios”.
Conocer la tribu a la que pertenecemos le da al Señor un nivel adicional de organización global que puede poner en acción cuando el momento haya llegado.
Cuando Cristo regrese, miles de millones de personas inmediatamente querrán aprender acerca de Él y Su Iglesia. Sin embargo, si esperamos hasta ese momento para empezar organizarnos, será demasiado tarde.
Necesitamos tener líderes fuertes y experimentados en todo el mundo, no solo para manejar el crecimiento dramático de la Iglesia, sino también las responsabilidades temporales adicionales que serán nuestras cuando “el principado [esté] sobre el hombro [de Cristo]” (Isaías 9: 6).
Cada tribu es importante.
El élder LeGrand Richards dijo:
“Las promesas del Señor a Abraham, Isaac y Jacob no se cumplirán por medio de una rama de la casa de Israel, sino mediante cada une de ellas”.
Tu linaje significa que fuiste enviado a la tierra con un papel importante en esta gran obra.
3. Las bendiciones patriarcales no solo comprenden nuestra vida mortal
Un joven estaba preocupado porque su hermano recibió su bendición patriarcal y luego murió en un trágico accidente automovilístico.
Él le preguntó a su padre: “¿Por qué Dios le prometió que serviría una misión y se casaría justo antes de morir?”.
Con gran fe, su padre testificó: “Él aún está vivo. Dios tiene una perspectiva eterna y tu hermano aún tendrá esas oportunidades”.
De hecho, de acuerdo con nuestra fe y deseos justos, las bendiciones prometidas pueden cumplirse “en esta vida y en la eternidad” (Manual de la Iglesia, “Recibir una bendición patriarcal”).
En Alma 34:32 leemos lo siguiente:
“Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejecutar su obra”.
Sin embargo, a veces olvidamos que el mundo de los espíritus es una continuación del período de prueba, que es esta vida. El presidente Oaks enseñó:
“Nuestro progreso no tiene porqué concluir con el fin de nuestra vida mortal”.
A medida que te esfuerces por mantener una perspectiva eterna, tendrás la seguridad de que ninguna bendición estará fuera del alcance de cualquier persona que ponga su confianza en Dios y en Cristo.
Tu bendición patriarcal es solo un preludio de las bendiciones aún mayores que recibirás de tu Padre.
Pablo escribió:
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para aquellos que le aman”. –1 Corintios 2: 9
Todo lo que el Padre tiene es difícil de imaginar, pero tu bendición patriarcal no solo contiene lo que obtendrás, te enseña lo que puedes llegar a ser por medio de la gracia de Dios y Cristo.
Dios no solo te está preparando una mansión en los cielos (Juan 14: 2), sino que también te está preparando para que vivas en dicha mansión.
No solo puedes vivir con tus Padres Celestiales, sino que también puedes vivir como Ellos: crear, amar y servir como Ellos, y ser padre como Ellos.
No hay mayor felicidad y gozo (Abraham 1: 2), mayor don (Doctrina y Convenios 6:13), ni mayor bendición.
Fuente: ldsliving.com