Recordando el gran ‘sentido del humor’ del Elder Bruce R. McConkie

Bromas, chistes y ocurrencias no son las primeras cosas que se nos vienen a la mente cuando muchos Santos de los Últimos Días escuchan el nombre de Bruce R. McConkie.

Nacido en 1915, fue llamado como una Autoridad General de la Iglesia en 1946, inicialmente como miembro del Primer Quórum de los Setenta, y luego como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles desde 1972 hasta su muerte en 1985. 

Bruce R. Mcconkie

Es muy conocido y ampliamente respetado como un erudito, particularmente de las Escrituras,  especialmente aquellas relacionadas con la vida, el ministerio y las enseñanzas de Jesucristo.

En varias ocasiones, tuve la oportunidad de ver al Elder McConkie como un destacado teólogo que también tenía un gran sentido del humor.

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Aquí hay algunos ejemplos de su sentido del humor:

Bruce R. Mcconkie

Al ingresar a su año sesquicentenario en 1980, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días introdujo un programa de reconocimientos por aptitud física que alentaba a los miembros a participar en actividades físicas. 

Yo sabía que el Elder McConkie caminaba desde su casa a su oficina por las estribaciones sobre el Capitolio de Utah y realizaba el viaje de regreso a casa caminando varios días a la semana, y que disfrutaba correr.

Pensé que si podíamos mostrar que un miembro del Quórum de los Doce Apóstoles realizaba alguna actividad física, eso podría alentar a los miembros de la Iglesia a que encontraran tiempo para hacer ejercicio.

El Elder McConkie aceptó ser fotografiado para mi reporte. Llevaba una camiseta que uno de sus hijos le regaló. Las letras en la parte trasera de la camisa decía: “Alarga mis pasos”, una adaptación del consejo del Presidente Spencer W. Kimball, “Alarga tus pasos”. El Elder McConkie se puso la camisa al revés para que la frase se viera en la foto.

ejercicio

John Hart, uno de mis colegas de Church News, fue el fotógrafo. Nos encontramos con el Elder McConkie fuera de su casa. John sugirió que el Elder McConkie corriera en un círculo amplio para poder obtener una variedad de tomas. El Elder McConkie cumplió alegremente y mantuvo una conversación mientras corría las vueltas. Recuerdo una frase particularmente graciosa:

“Cuando vayas a casa esta noche, puedes escribir en tu diario, que hoy tenías a un miembro de los Doce, dando vueltas en círculos.”

En una entrevista en 1976, el Elder McConkie dijo: 

“En realidad tengo un gran sentido del humor, pero no se proyecta sobre el púlpito y en general no se conoce. Por ejemplo, uno de los hermanos que entró al [quorum de los] Doce dijo: ‘El mayor impacto de mi vida fue descubrir cómo es realmente el Elder Bruce R. McConkie.’”

El Elder McConkie dijo: 

Elder McConkie

“La vida en verdad no es algo eterno. Disfruto mucho de la vida y de relacionarme con personas.

Han habido muchos casos en los que Dilworth Young (miembro del Primer Consejo de los Setenta de 1945 a 1975) me hizo algunas bromas elaboradas y extensas, o alguien más, que añade un sabor y un interés a lo que sucede.”

De la esposa del Elder McConkie, la hermana Amelia Smith McConkie, aprendí que él era un ávido coleccionista de piedras. A menudo ambos se dirigían a un desierto y a zonas montañosas en busca de ágatas, jaspe, madera petrificada entre otros tipos de rocas.

Cuando visité su hogar para una entrevista en 1976, ella me mostró la maquina que usaba para pulir las piedras, de la cual podía hacer varias piezas de joyería, como anillos, collares o colgantes, y otros artículos, como sujetalibros.

Bruce R. Mcconkie

Un día, me sorprendió recibir un regalo del Elder McConkie, era una piedra ovalada que él había convertido en un colgante.

A menudo pienso en el Elder McConkie y en sus extensos escritos sobre Jesucristo, especialmente cuando los manuales de “Ven, Sígueme” nos ayudan, personas, familias y miembros de la clase, a aprender sobre Él.

Los libros del Elder McConkie incluyen un conjunto de seis volúmenes sobre el Mesías y los tres volúmenes de su libro “Comentario Doctrinal del Nuevo Testamento”, así como otros libros. Su último libro, “Un nuevo testigo de los Artículos de Fe”, se publicó unos meses después de su muerte el 19 de abril de 1985.

En una entrevista para Church News con David Croft en 1975, el Elder McConkie dijo: 

Escrituras

“Una de las cosas que disfruto hacer más que cualquier otra cosa es simplemente estudiar las doctrinas del Evangelio y organizarlas por tema y resolver y analizar problemas doctrinales.”

Además, dijo: 

“La gente siempre me hace preguntas, pero deberían resolverlas por sí mismas. A lo que me refiero es que, no tengo más obligación que ellos de saber cuáles son las respuestas a estas cosas. Ellos tienen las mismas fuentes que yo.”

Dudo que alguno de nosotros que estuvimos presentes en el Tabernáculo o que vio o escuchó la transmisión de la Conferencia General Anual Nº 155, el 6 de abril de 1985, olvidemos alguna vez el poderoso y conmovedor testimonio del Elder McConkie sobre el sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo.

Hablando con voz temblorosa, concluyó:

Bruce R. Mcconkie

“Soy uno de Sus testigos, y en un día cercano palparé las marcas de los clavos en Sus manos y en Sus pies y bañaré Sus pies con mis lágrimas.

Pero en ese momento mi conocimiento no será más firme de lo que actualmente es, de que Él es el Hijo Todopoderoso de Dios, que es nuestro Salvador y Redentor, y que la salvación se logra por Su sangre expiatoria y mediante ella, y por ningún otro medio.”

El élder McConkie falleció 13 días después.

Este artículo fue escrito originalmente por Gerry Avant y fue publicado originalmente por thehurchnews.com bajo el título “Remembering Elder Bruce R. McConkie’s ‘keen sense of humor’

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