¿Cómo volver a comenzar después de casarse con la “persona equivocada”?

divorcio

Muchos de nosotros tenemos traumas debido a relaciones anteriores que no funcionaron como esperábamos.

Esos traumas nos hacen temer comportamientos “inofensivos” que podríamos ver en el futuro.

Es posible que te encuentres a la defensiva y adviertas a tu nueva pareja sobre actitudes que tu excónyuge solía tener y te lastimaron.

Además, es probable que adviertas a tu pareja que lo que dijo o hizo se parece mucho al comportamiento que destruyó tu primer matrimonio.

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Si estás haciendo eso, es el momento de reflexionar y trabajar en el pensamiento.

El trabajo de pensamiento incluye observar detenidamente el comportamiento y decidir si es inofensivo o abusivo.

Ten en cuenta que puedes sentirse inclinado a sentir miedo de muchas cosas que realmente no son peligrosas.

Tu cerebro como mecanismo de defensa a actitudes destructivas

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Tu cerebro es un mecanismo complejo que está diseñado para tu supervivencia más que para tu felicidad.

El miedo tiene una genuina función de supervivencia.

Tu cerebro aprende cosas que debe evitar de experiencias pasadas.

No obstante, el cerebro exagera esta lección y generaliza. Hace un gran énfasis en la precaución. Te dice muchas cosas que no son ciertas.

A esto le llamamos distorsiones cognitivas.

Cómo tener relaciones más saludables

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Si queremos tener relaciones más saludables en el futuro, debemos aprender cómo sanar el trauma, trabajar en cómo elegir nuestros pensamientos de manera más intencional y pensar críticamente sobre nuestros miedos.

Es tentador contarte a ti mismo la historia:

“Podría haber tenido un buen matrimonio con la persona correcta. Pero, como me casé con la persona equivocada, terminó”.

Ese mensaje asume dos cosas que no son necesariamente ciertas.

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Primero, asumes que la compatibilidad determina tu resultado más que la intención.

En segundo lugar, y aún más peligroso, asumes que tú hiciste bien tu parte del matrimonio y tu pareja lo hizo mal.

Además, piensas que todo lo que necesitas hacer es elegir una mejor pareja la próxima vez y, listo, tendrás un mejor matrimonio.

Ese tipo de culpa ignora la realidad de que la vida mortal es un viaje en el que aprendemos y desarrollamos una nueva comprensión.

Echar la culpa a tu ex pareja

familia tóxica

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Echar toda la culpa a otra persona te debilita.

No puedes tener ninguna esperanza de cambiar si todos los problemas son culpa de otra persona.

Entiendo que, después del divorcio, la mayoría de nosotros pasamos por un momento en el que nos sentimos frustrados porque nuestros mejores esfuerzos no fueron suficientes para salvar el matrimonio.

Por supuesto, se necesita que dos personas estén de acuerdo para mantener una relación. Sin embargo, solo podemos hacer nuestra parte de esa relación.

Cuando empezamos a tratar de cambiar o corregir a la otra persona, creamos frustración para nosotros y para nuestra pareja.

Enfrentar la frustración

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Es más fortalecedor enfocarnos en nuestra propia forma de mostrarnos en las relaciones.

Lee libros, habla con otras personas que han atravesado por esta experiencia, acude a un buen coach o terapeuta de vida. De lo contrario, prepárate para nuevas y mejores relaciones alterando tu paradigma del matrimonio.

Las estadísticas sobre segundos y terceros matrimonios no son muy alentadoras.

Para superar esas estadísticas, debemos ser autorreflexivos y muy intencionales sobre cómo nos mostramos en el matrimonio y qué nos esforzamos por crear con nuestras parejas.

Trabaja en tus debilidades

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Si te inclinas a pensar:

“Mi pareja siempre me hacía enojar, así que la próxima vez voy a encontrar a alguien que no me incline al enojo”.

​​Esa es una debilidad de tu parte de la relación. Puedes aprender a controlar tu temperamento, interna y externamente, independientemente de las acciones de tu pareja.

Puedes aplicar este mismo pensamiento a una amplia variedad de ideas y comportamientos no saludables en el matrimonio.

Asimismo, puedes ser más humilde.

libro de mormón biblia Reina-Valera

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Las primeras palabras que Adán le dijo a Dios después de comer del fruto prohibido podrían interpretarse como que estaba culpando a su esposa.

“Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí”. (Génesis 3:12)

La culpa es uno de los resultados más insidiosos de nuestro mundo caído.

Tan pronto como puedas salir de una mentalidad de culpa y pensar menos en quién la tuvo, comenzarás antes a sanar de la caída, tendrás más paz y vivirás una vida más feliz.

Elimina la mentalidad de culpa y sé feliz

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Haz todo lo posible por eliminar la mentalidad de culpa.

Deshazte de la idea de que todo lo que necesitas hacer es casarte con una mejor pareja la próxima vez para que las cosas resulten bien.

Te casarás con una persona compleja con opiniones y una voluntad tan real e independiente como la tuya.

Tu pareja no siempre estará de acuerdo contigo y, con frecuencia, ni siquiera estará de acuerdo con tus ideas o deseos.

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Él o ella es un ser humano falible como tú.

Debes ser autorreflexivo y casarte con alguien que también sea autorreflexivo.

Tu enfoque principal debe estar en ti mismo y en cómo te presentas en las relaciones.

Concéntrate en cómo tú puedes traer bondad y luz a una relación, independientemente de las decisiones de la otra persona.

Sigue trabajando mentalmente para aligerar la carga del trauma que llevas. Te lo aseguro, eso bendecirá tu vida. ¡Muchas vibras!

Fuente: Meridian Magazine

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