Cuando alguien nos trata con desprecio, injusticia o insensibilidad, es natural sentirse herido. En esos momentos, la ira, el dolor y la confusión pueden nublar nuestra mente y consumir nuestra energía. Las emociones intensas muchas veces nos empujan a responder con la misma moneda. Sin embargo, hay una mejor manera: la manera del Señor.
La hermana Kristin M. Yee, de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, compartió una reflexión profunda que surgió a raíz de una conversación con amigos que estaban enfrentando situaciones difíciles con otras personas. Ella recordó que cuando alguien no nos trata bien, nuestra paz puede verse sacudida, pero eso no significa que debamos devolver el mismo trato.
En lugar de reaccionar impulsivamente, podemos optar por actuar con claridad y bondad, establecer límites cuando sea necesario, y buscar guía divina para saber cómo proceder. Esta no es una tarea fácil. Requiere fe, humildad y una conexión constante con Dios. Pero al hacerlo a Su manera, recibimos algo invaluable: Su Espíritu.

El Espíritu del Señor nos ofrece sabiduría, fortaleza, guía, sanación y paz. Y eso es exactamente lo que más necesitamos cuando sentimos que hemos sido heridos. El ejemplo perfecto de cómo responder en esas circunstancias lo encontramos en Jesucristo.
En 1 Pedro 2:20–23, se nos enseña que cuando sufrimos haciendo el bien y lo soportamos con paciencia, eso es aceptable para Dios. Cristo, quien no cometió pecado ni engañó a nadie, fue maltratado y humillado, pero nunca respondió con insultos ni amenazas. En lugar de buscar venganza, confió en Dios, “el que juzga justamente”.
Esta es una de las lecciones más difíciles del Evangelio, pero también una de las más transformadoras: seguir el ejemplo del Salvador aun cuando hacerlo duela. Ser pacificadores no significa ser pasivos ni permitir abusos, sino confiar en que Dios ve todo y nos defenderá con justicia.

Doctrina y Convenios 64:11 nos recuerda una frase poderosa:
“Deja que Dios juzgue entre tú y yo”.
Esta actitud no sólo nos libera del peso de la venganza, sino que también nos permite avanzar con paz y dignidad. Es un acto de fe profundo: dejar que el Señor sane lo que no podemos arreglar por nuestra cuenta.
La hermana Yee concluye su mensaje con palabras que consuelan:
“El Señor te ama y desea tu paz. Él ha vencido todas las cosas y ha encontrado una forma para que tú también venzas aquello que angustia tu alma. Él te dará la sanación y la guía que necesitas”.
Cada uno de nosotros enfrentará situaciones en las que alguien nos tratará injustamente. Pero en lugar de dejarnos atrapar por el dolor o la ira, podemos elegir el camino más alto. Podemos permitir que el amor y la paz del Salvador guíen nuestras respuestas. Porque lo que decidimos hacer ante la adversidad dice mucho más sobre nosotros que sobre los demás. Y si elegimos seguir a Cristo, nunca estaremos solos.
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@masfe.org A veces las cosas no salen como lo esperabas. Pero puedes confiar en que Dios tiene algo mucho mejor preparado para ti. #planes #pixar #disney #sud #masfe #reflexion #confiaendios ♬ original sound – Masfe.org




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