Este versículo, conocido para muchos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue compartido esta semana, por el más alto tribunal de justicia de los Estados Unidos en un caso sobre la libertad religiosa, según lo informó Deseret News
“La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad.” -DyC 93:36
El caso de la Corte Suprema, entre la Escuela Nuestra Señora de Guadalupe y Morrissey-Berru, fue redactada por el juez Samuel Alito.
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La decisión protegió a los trabajadores de fe de diferentes demandas por discriminación laboral, dictaminando que el gobierno no puede prohibir que grupos religiosos contraten trabajadores que apoyen los objetivos relacionados a su fe, que en este caso serían los maestros de la institución educativa.
El versículo se utilizó para resaltar cómo las religiones valoran la educación y el papel significativo que tienen los maestros dentro de la religión.
Estos valores no solo prevalecen en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también lo hacen en el catolicismo, el judaísmo, el protestantismo, el Islam y la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
El juez Alito señaló la forma en que la instrucción y el aprendizaje impregnan las tradiciones basadas en la fe.
“La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene una larga tradición de educación religiosa, con raíces en las revelaciones dadas a José Smith. Véase Doctrina y Convenios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días [Sección] 93: 36”.
El juez Alito resaltó también cómo la Constitución protege “el derecho de las iglesias y otras instituciones religiosas a decidir asuntos” relacionados a la fe y doctrina “sin intrusión del gobierno”.
Esta libertad permite que las instituciones de fe y las personas continúen desarrollándose. Permite que las personas de fe puedan buscar y aportar mayor luz y verdad, buscar la gloria de Dios.
Fuente: Ldsliving