La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es… única. En comparación con el resto del mundo, tenemos algunas creencias un tanto extrañas. Incluso en comparación con el resto del mundo cristiano, todavía seguimos teniendo creencias extrañas.
Pero creo que hay una cierta cantidad de valor exhibido en ello: valentía, por así decirlo. Toma estas cinco creencias como ejemplo.
1. Afirmar ser la continuación de la misma Iglesia que Cristo dirigió en el Nuevo Testamento
Los Santos de los Últimos Días declaran que “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el reino del Señor que de nuevo se ha establecido sobre la tierra, en preparación para la segunda venida del Mesías” (Introducción del Libro de Mormón).
Declaran que, con el tiempo, la Iglesia establecida por Jesucristo mismo en el Nuevo Testamento cayó en apostasía después de Su muerte. Afirman que esa antigua iglesia ahora ha sido restaurada.
¿Por qué valiente?
Las afirmaciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no dan lugar a que las personas vean nuestra fe como una secta del montón. Y si vemos a la Iglesia de esa manera, entonces no entendemos lo que la Iglesia dice ser.
Esta afirma ser la Iglesia restaurada del mismo Jesucristo, la única. Se niega a ser considerada una más de las miles (más de 45,000 denominaciones distintas) de congregaciones cristianas que ofrecen refugio espiritual a las personas.
Por supuesto, esto implica la creencia de que a cualquier otra fe, aunque bien intencionada y buena que sea, le falta algo (es una afirmación bastante valiente).
La afirmación es cierta o no lo es. Si es cierta, encontrar una razón legítima para no unirse (o irse) es extremadamente difícil. Si no lo es, entonces tiene poco sentido unirse a la Iglesia. Esta no es otra congregación agradable en el menú de fe de tu comunidad. Es un todo o nada. Algo en verdad valiente.
2. Afirmar ser dirigida por Profetas vivientes
La Biblia está repleta de historias de antiguos profetas que fueron guiados y se comunicaban con Dios. Los Santos de los Últimos Días afirman que la era de los profetas no ha cesado y que la Iglesia en la actualidad está dirigida por profetas.
¿Por qué valiente?
Primero, afirmar la existencia de profetas modernos es algo que sorprende a cualquier creyente cristiano de toda la vida. La mayoría de los cristianos cree que la era de los profetas cesó con Cristo.
Segundo, afirmar ser dirigida por un profeta pone en peligro la vida de dicho profeta. Los expone (y, por extensión, a su fe) a un escrutinio y crítica severo.
La información personal de los antiguos profetas se encuentra en gran parte ausente de las antiguas escrituras, perdida en la historia. Sólo unas pocas historias han resistido el paso del tiempo, proporcionando solamente una idea general de las vidas reales que estos hombres realmente tenían.
Sin embargo los profetas modernos se someten a un nivel de escrutinio que no se dio en el caso de los profetas antiguos. Cada discurso, cada instrucción, cada acción se encuentra con la pregunta: “¿Es este el comportamiento de un profeta de Dios?” Me imagino que la presión que sienten es inmensa.
El liderazgo centralizado (especialmente el de la persona que dice ser llamada por Dios) es audaz y valiente porque crea la opción para que la crítica sea centralizada. Por supuesto, los Santos de los Últimos Días no son la única fe con un liderazgo centralizado.
Admito de la misma manera, por ejemplo, que las afirmaciones del liderazgo del catolicismo también son bastante valientes.
3. Diezmar como un mandamiento
Los Santos de los Últimos Días se comprometen a ofrecer el diez por ciento de sus ingresos a la Iglesia como diezmo. La Iglesia enseña que el diezmo es un mandamiento dado por Dios.
¿Por qué valiente?
Nadie quiere regalar el diez por ciento de sus ingresos. Es un sacrificio. Es una barrera que, comprensiblemente, aleja a muchos posibles miembros de la fe.
Por lo general, este es el tipo de barreras que las Iglesias intentan eliminar para aumentar su membresía. Pero no La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Es algo muy valiente.
4. Afirmar tener escrituras adicionales
Además de la Biblia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días considera que el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio son escrituras inspiradas por Dios.
¿Por qué valiente?
Hasta donde yo sé, La Iglesia de Jesucristo (y los grupos disidentes de la Iglesia) es la única fe cristiana que afirma tener escrituras fuera de la Biblia.
Por supuesto, esto también pone de cabeza a otra antigua creencia cristiana. Afirmar tener acceso a más de la palabra de Dios es algo excepcionalmente valiente. Y una vez más, la Iglesia de Jesucristo lo afirma.
5. Rechazar doctrinas tradicionales, como la Trinidad
La Iglesia de Jesucristo enseña que Dios el Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo son tres personajes diferentes e independientes. Además, afirma que Dios el Padre y Jesucristo son seres que tienen cuerpos físicos de carne y hueso que han sido perfeccionados y glorificados.
¿Por qué valiente?
Esto golpea el corazón mismo del cristianismo tradicional. Durante siglos, el cristianismo ha enseñado: “Dios el Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo son uno en esencia y tres en persona”. La Iglesia de Jesucristo afirmó: “Creemos que son tres en esencia y uno en propósito.”
Los Santos de los Últimos Días son valientes
Ya hemos revisado algunas de las formas en que las creencias de los Santos de los Últimos Días han impactado el cristianismo tradicional, pero hay una declaración que puede ser la más controversial. Los Santos de los Últimos Días desafían la idea misma de quién es Dios.
Estas son creencias valientes. Y a pesar del conocido argumento de quién tiene razón y quién está equivocado, asocio un cierto respeto a este tipo de valentía.
Tengo el mismo respeto por la valentía de los puntos de vista católicos en cuanto a la autoridad del sacerdocio, la creencia de los testigos de Jehová en cuanto a la resurrección de los 144,000 y la predestinación del luteranismo.
Entonces, para aquellos que tienen creencias valientes, y para aquellos que se adhieren a ellas a pesar de la adversidad, los veo, los respeto.
Fuente: thirdhour.org