Existen muchas personas que consideran que la religión es sexualmente represiva.
¿Es esto cierto?
Una investigación de Baylor Religion Survey mostró que las personas que pertenecen a una religión tienen una mejor vida sexual en comparación a las personas no casadas.
Estos resultados se han respaldado por estudios realizados en Reino Unido y Estados Unidos.
Por un lado, se encontró que los ciudadanos del Reino Unido tienen una vida sexual más satisfactoria.
En el estudio de Estados Unidos, realizado por BYU, se encontró los mismos resultados en las parejas casadas, sobre todo una gran “pasión” sexual, representando un porcentaje más alto que las personas no religiosas.
Con esto se demuestra que la religión tiene grandes beneficios en el matrimonio y la salud sexual.
A pesar de que los medios de comunicación suelen retratar el sexo como algo predominante en los jóvenes solteros, lo cierto es que las personas casadas tienen más relaciones sexuales que las solteras.
Sea como sea, la idea de que la religión limita la sexualidad en las parejas no solo carece de respaldo en la evidencia, sino que la investigación sugiere lo contrario de manera bastante clara.
Es cierto que la sexualidad no es el objetivo final desde una perspectiva religiosa, que impone límites a la sexualidad y que, en algunos casos, personas fieles eligen prescindir de lo sexual en su vida, ya sea un sacerdote católico o budista, o simplemente una persona soltera que cree que la sexualidad debe reservarse para el matrimonio.
No obstante, parece evidente que la religión a menudo ha trabajado con, y no en contra de, la sexualidad y los beneficios de la religión para la vida sexual se respaldan con datos.
Y para las personas que tienen intimidad dentro de los límites del matrimonio tradicionalmente respaldados por la fe, lejos de ser un impedimento, la influencia de la religión agrega una gran satisfacción sexual a la vida de casados.
Fuente: Deseret News