Cuando tu cónyuge deja la Iglesia: como fortalecer tu matrimonio sin debilitar tu fe

Fortalecer Tu Matrimonio

Recuerdo la primera vez que le dije a alguien en voz alta que mi esposo estaba inactivo, estaba sentada en la primera reunión de un curso de seis semanas sobre el matrimonio impartido durante la Escuela Dominical de mi barrio.

Habían pasado seis meses o más desde la última vez que mi esposo asistió a la Iglesia conmigo; fue poco a poco hasta llegar a la inactividad. Primero él faltaría una semana o dos, alegando que se sentía enfermo y cuando se asistía, sólo era para la reunión sacramental; después de un tiempo, dejó de ir por completo a pesar de mis gentiles invitaciones para que regresara.

Traté de preguntarle al respecto, pero él sólo me dio una vaga excusa y luego cambió la conversación. Su recomendación del templo venció y su última vez en un edificio de la iglesia fue cuando canté en el coro; vino a verme y apoyarme, pero luego nunca más asistió.

No fue hasta más de un año desde de su última visita a la iglesia que finalmente me dijo que ya no quería “ser mormón”. Me tomó completamente desprevenida. No sólo mi esposo estaba inactivo sino que también estaba dejando la Iglesia por completo.

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Lo curioso es que no recuerdo exactamente cuándo me lo contó, recuerdo tantos detalles sobre tantos otros eventos relacionados, pero ese, que parece ser el más grande, se me va. Todo lo que recuerdo fue sentirme… aliviada. Me pareció que fue la primera vez, en más de dos años, que él había sido honesto conmigo; pero aparte de eso, no tenía idea de lo que tenía que hacer. Mi esposo estaba dejando la Iglesia, sin embargo él no quería alejarse de mí.

Empezar de Nuevo

pareja

Entonces ahí estábamos. No teníamos ni idea de dónde comenzar a solucionar nuestra situación. Ni siquiera sabíamos al principio si íbamos a permanecer juntos o no, aún así ambos sabíamos que era una decisión que debía tomarse con cuidado y no rápidamente.

Desde el principio, supe dos cosas.

  • Primero, amo a mi esposo. Él todavía es dulce, amable, inteligente y más.
  • Segundo, yo sabía que también amaba al Señor, quien nos dice que “el marido incrédulo es santificado por la mujer, y la mujer incrédula por el marido” (DyC 74: 1)

A pesar de lo traicionada que me sentí y de lo importante que es mi fe para mí, quería hacer que esto funcionara si es que se podía; yo quería quedarme. Cada pareja tiene cosas que pueden trabajar y pensé que esta era uno de las nuestras.

A pesar de todo, en muchos sentidos sentí que no conocía al hombre con el que estaba casada hace siete años. Sentí que casi necesitaba volver a salir con él una vez en citas más para poder descubrir quién era y hacia dónde íbamos, si es que íbamos a ir a algún lado juntos.

Desearía poder decir que fue fácil o que encontré algún secreto mágico por el estudio y la fe que de repente hizo que todo estuviera bien. Lo que sí puedo decir es que en mi búsqueda de ideas y respuestas inspiradas, encontré muchas historias útiles y muchos consejos que creo que pueden ofrecer esperanza a los demás de la misma manera en que me la ofreció a mí.

Con Relación a la Intimidad y la Confianza

pareja en el templo

Cuando mi esposo me dijo que se iba de la iglesia, fue como si me movieran el piso; ya no lo entendía como antes, ya no conocía la persona que era y ya no sabía qué esperar de él o de nosotros.

Gran parte del dolor en los matrimonios con diferentes credos  – de hecho, en la mayoría de los matrimonios con problemas – proviene de expectativas no expresadas y no cumplidas. El escritor de Psicología Hoy (Psychology Today), Dr. Rob Pascale, lo expresó de esta manera:

“Las expectativas excesivamente altas pueden ser difíciles de satisfacer y si no ajustamos lo que esperamos de nuestro matrimonio para que se refleje en la realidad, corremos el riesgo de quedar continuamente decepcionados. La decepción a su vez puede llevar a la desmotivación sobre si deben fortalecer o no su relación, también puede invitar a las dudas y a la preocupación sobre si casarse con esa persona fue la decisión correcta.”

Cuando se trata de matrimonios felices, él dice: “Los matrimonios poco realistas son la raíz de la insatisfacción matrimonial.

Tienen que estar en la misma página para reconstruir el amor y la confianza. ¿Pero cómo? Cuando me casé, esperaba asistir al templo con mi esposo a menudo, quizá servir una misión juntos, o al menos vivir juntos una vida de servicio en la Iglesia. Sin embargo mi esposo cambió las reglas. Eso dolió, inmensamente. Causó daños inevitables al suministro de confianza de nuestra relación que había sido construido durante meses y años. Nos obligó a comenzar de nuevo.

Si bien, un cambio en los puntos de vista religiosos es enorme, todavía es necesario asegurarse de que se sientan cómodos hablando el uno con el otro. Los dos están sufriendo; el cónyuge creyente por “ser abandonado” y el otro por el motivo que lo hizo dejar su fe atrás.

Es probable que ambos sientan emociones muy fuertes y que repentinamente noten que no están de acuerdo en asuntos importantes sobre cosas que a ambos les interesa demasiado. Si no tienes cuidado, las discusiones pueden escalar rápidamente dejándolos a la defensiva, enojados y sintiéndose incomprendidos y solos.

La terapeuta SUD, Dra. Julie de Azevedo Hanks, compartió:

“Algunas personas pueden dejar de lado sus sentimientos con la esperanza de evitar ‘agitar el barco’, mientras que otros pueden sentirse tan abrumados por la frustración, la ira o la tristeza que pierden el control y tienen un ataque emocional. La verdad es que ninguno de estos enfoques es efectivo al abordar o resolver inquietudes en las relaciones.” (“Cómo Ser Escuchados Sin Ser Tan Duros” How to Be Heard Without Being Harsh)

A cambio, ella sugiere:

“Al abordar una conversación que tiene el potencial para el conflicto o crítica, usa la técnica de inicio suavizado. Esto es mucho más de lo que parece: comienza una conversación difícil de manera gradual, sin culpas o interrogatorios, y suavemente comienza a abordar el tema. Esto no quiere decir que estés ‘dando vueltas’ sólo significa que estás siendo sabio en la forma en que abordas algo que te preocupa de una manera que no pone a la otra persona a la defensiva.”

Si, a pesar de tu mejor esfuerzo, tu pareja aún termina sintiéndose amenazada y la conversación comienza a intensificarse, a menudo es mejor acceder a tomar un descanso y retomar después de haber tenido la oportunidad de calmarse. Enojarse puede ser tan destructivo para la confianza entre pareja como el cerrarse en uno mismo.

Establecer o restablecer la intimidad se basa en tu capacidad de comunicación.

Con Relación a la Comunicación

La comunicación es un pilar para las relaciones sólidas. Puede parecer algo trillado, pero es la verdad. Me encantó ver este consejo en un artículo de la revista Ensing de Septiembre de 2017 que se llama “Viviendo el Evangelio solo en tu familia.”

La autora Megan Armknecht escribió:

“Los principios del Evangelio fortalecen a cada familia, sin importar la situación. Esto incluye familias en las que no todos son miembros de la Iglesia, lo que a veces llamamos ‘familias de miembros parciales’. Aunque los Santos de los Últimos Días en tales familias enfrentan desafíos únicos, esforzarse por tener amor, comunicación y respeto en sus familias puede ayudarlos a fortalecer sus testimonios, construir amistades y traer paz a sus hogares… la comunicación efectiva puede fortalecer a las familias de miembros parciales.”

De hecho, los matrimonios saludables no son aquellos que no tienen ningún conflicto, más bien, son aquellos que saben cómo solucionar el conflicto. El escritor y autor de best-sellers de The New York Times, Alain de Botton explicó esto en un artículo en el 2016:

“La persona más adecuada para nosotros no es la persona que comparte todos nuestros gustos (esa persona no existe), sino la persona que puede llegar a un acuerdo de manera inteligente entre las diferencias de gustos. La persona adecuada es la que es buena con los desacuerdo.” (“Por Qué Te Casas Con La Persona Equivocada” Why You Will Marry the Wrong Person)

Un gran paso para aumentar la comunicación, incluso cuando no estás de acuerdo, es primero trabajar en tu capacidad de expresar cómo te sientes. “Nombrarlo para amaestrarlo” es una rima útil que utilizan muchos profesionales de la salud mental. El aumentar el vocabulario emocional incrementa tu capacidad de intimidad emocional. Considera la diferencia entre: “¡Siempre haces suposiciones sobre mí y eso me enoja!”, frente a:”Me siento triste cuando asumes cosas sobre mis opiniones. Me hace pensar sobre el tipo de persona que crees que soy.”

Cambiar la palabra “enoja” por el más preciso “triste” hace una diferencia mucho más clara. En este ejemplo, parece que la ira es menos por la suposición y más por la emoción que la ira enmascara: la ansiedad por cómo somos percibidos por la persona que amamos.

Un punto importante que debes recordar cuando trabajas en reconocer tus emociones es que vas a etiquetarlas y no juzgarlas. “Las emociones son simplemente información”, dijo la Dra. Hanks en su libro La guía de asertividad para las mujeres (The Asertiveness Guide for Women). “No es necesario etiquetarlos como ‘buenos’ o ‘malos’”

Puede ser tentador para nosotros pensar: “No debería estar enojado; la ira es una mala emoción que no debería sentir. Es un pecado estar enojado.” No es así. Jesús mismo experimentó el enojo cuando vio a los cambistas en el templo. Tú estás pasando por una experiencia muy emocional la cual es muy difícil, te puedes sentir como quieras sin necesidad de justificarlo. Tus emociones simplemente te están dando información: Qué es lo que te preocupa, qué es importante para ti, qué te pone ansiosa. Lo que haces con esa información es dónde se realiza el progreso, junto con la manera en que lo compartes.

Con Relación a la Culpa

discusión

Otra trampa fácil en la que podemos caer ocurre cuando cualquiera de las partes busca la causa raíz de los problemas que la pareja experimenta. Puedes caer rápidamente en un juego de culpa, donde se intensifican los insultos, las fallas y otros comportamientos improductivos. Centrarse en el cómo sucedió es mirar hacia atrás en algo que no se puede cambiar; por el contrario, mira alrededor con conciencia, trabaja con lo que tienes y enfócate especialmente en construir un área común.

Una forma de hacerlo es realizando un “inventario de valores entre pareja”, algo que veremos más adelante.

Estaba nerviosa al intentar eso por primera vez porque sentía que ya no tenía ni idea de las cosas que a mi marido le interesan y me preocupaba lo que él pudiera responder.

Fue educativo aprender aquellas cosas que él consideraba importantes, y aquellas que no había considerado al hacer mi propia lista. Él Incluyó cosas como “aventura” y “diversión” en su lista, ¡dos cosas que definitivamente quería agregar a la mía!

En nuestro hogar tenemos en un cuadro la frase que leo casi a diario de nuestro querido Presidente Hinckley: “En todo el vivir, diviértanse y rían. La vida es para disfrutarla y no tan sólo para tolerarla.” (Cultivar Una Actitud De Felicidad Y Un Espíritu De Optimismo)

¿Cómo pude haberme perdido una parte tan importante de nuestras vidas juntos si es algo que ambos valoramos mucho?

También, otra pareja que realizó este inventario con nosotros mencionó cómo su pareja en transición escribió “espiritualidad” como un valor cuando el cónyuge SUD se olvidó de ponerlo. Eso demuestra que probablemente aún tengas más en común de lo que piensas y hay espacio para construir en esa área común.

¿Qué es lo que valoras? : Cómo Llevar A Cabo Un Inventario de Valores Entre Pareja

Puede parecer que ya no conoces a la persona con la que estás casado, pero es probable que tu pareja sea aún más similar a ti de lo que crees.

Una forma de iniciar la conversación y conectarse con tu pareja es realizar el inventario de valores. Antes de comenzar, asegúrate de comprender que los valores no son objetivos, ni son un destino. Es más, los valores proporcionan dirección y motivación.

Un buen ejemplo de esta distinción es que el “matrimonio en el templo” no es necesariamente un valor, “Compromiso”, “fidelidad” y “familia” son los valores que son la base del deseo de un matrimonio en el templo. Otros ejemplos de valores son cosas como “espiritualidad”, “conexión”, “integridad” o “respeto”. Una vez que te sientas preparado, sigue estas instrucciones:

  1. Cada Esposo necesita una hoja de papel y un lápiz.
  2. Escribe las cosas que son de valor para ti que puedas pensar sin mirar la hoja de tu pareja.
  3. Una vez que hayan terminado, comparen sus listas y circulen las palabras si es que ambos escribieron lo mismo; también pueden agregar valores de la lista de su pareja que les haya gustado.
  4. Comparen sus listas terminadas y recuerden enfocarse en las cosas similares.

Con Relación a la Familia y Amigos

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La mayoría de las parejas no existen en un vacío y eventualmente querrás compartir con otras personas que se preocupan por ti. Qué tan pronto y cuánto compartir dependerá de ti.  Lo mejor es idear un plan como pareja aunque a veces eso no sucede o no puede suceder.

En nuestro caso, mi cuñada se inclinó para susurrar y preguntarme si mi esposo podía ayudar a confirmar a su hijo que pronto sería bautizado. Cuando silenciosamente respondí: “No, no es digno de hacerlo”, me di cuenta de que tenía que asegurarme de que nuestro círculo de amigos conociera la transición que estábamos atravesando para poder evitar situaciones incómodas para mi esposo o cualquier otra persona.

Aquí es donde me equivoqué: Publiqué un mensaje en las redes sociales. Originalmente, había decidido no compartirlo con mi esposo para “evitar un posible futuro incomodo”,  tal como escribí en la publicación. Sin saberlo,  traicioné su confianza al “exponerlo”, quizá antes de que él estuviera listo.

Si bien fue un alivio para mí saber que nuestros amigos sabían sobre lo que sucedía, y muchos me ofrecieron mensajes de apoyo, para mi esposo no fue así, él se quedó solo. Pueden ver cómo eso no fue ideal. Hubiera sido mucho mejor para mí explicarle más tarde a mi esposo sobre la pregunta de su hermana y juntos podríamos haber encontrado una solución. A veces, al tratar de proteger a los que amamos, accidentalmente los lastimamos más, sin embargo también habrá veces donde algo de dolor no será un accidente.

Tus amigos y familiares pueden cuestionar a tu pareja o incluso atacarlo sobre su cambio de fe. Los cónyuges fieles necesitan defender a su pareja sin necesariamente estar de acuerdo con sus acciones. Por el contrario, al cónyuge creyente se le puede preguntar por qué elige quedarse con alguien que ya no es miembro de la Iglesia.

Defiende tu posición. Protege tu matrimonio. El pelear por tu pareja y sus creencias crea confianza y por ende la intimidad; si quieres que tu matrimonio funcione, debes asegurarte de que se sigan apoyando y siendo leal entre ustedes, incluso cuando los que están a tu alrededor no lo hacen.

Con Relación a los Hijos

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Este suele ser un punto importante de dolor, incluso el mayor punto de dolor, para las parejas que experimentan esta transición. Una cosa es apoyar a un cónyuge que deja una fe compartida, pero totalmente diferente es cuando tus hijos comienzan a seguirlo.

Para esta situación, no hay respuestas fáciles; sin embargo, es importante comenzar centrándose en los principios ya discutidos en este artículo. Intentar manejar los desafíos en un tema tan personal y cargado simplemente no funcionará si tú y tu cónyuge no han sentado las bases para mantener conversaciones abiertas, sinceras, respetuosas e íntimas; de otra forma, tus intentos probablemente terminen en una discusión en lugar de soluciones constructivas.

Una pareja con la que nos encontramos compartió cómo manejaron la separación. Ambos nos comentaron respetuosamente sus dos perspectivas con sus hijos. Podría ser tan simple como decir: “Aquí es donde yo encuentro la paz, y aquí es donde papá encuentra la paz.”

Puedes, especialmente para un creyente, sentir que es el fin del mundo cuando un miembro de tu familia se inactiva, particularmente si es un niño. Los sentimientos de insuficiencia, traición y fracaso son difíciles de combatir, pero pueden volverse manejables con la fe. Los niños felices, sanos y de buen corazón todavía son algo para celebrar. Si bien la incertidumbre de sus vidas eternas puede preocuparte mucho, aún puedes tener fe. Tranquila. Recuerda quien es Dios.

Avanzar con Fe

pareja avanzar

Me llevó mucho tiempo escribir este artículo. Revisé muchos borradores y maneras diferentes en las que podía presentar mi historia y los consejos que me dieron. Me sentí enojada. Me sentí sola. Me sentí esperanzada. Me sentí asustada. Sentí tantas cosas y todavía siento tantas cosas. Hay momentos en los que todo lo que puedo hacer para poder seguir con mi día es repetirme frenéticamente “Está bien. Tú estás bien. Todo va a estar bien.”

Esto no es un viaje fácil y ciertamente no es para todos. Si eliges vivir en un matrimonio de fe dividida, especialmente cuando comenzaron en la misma página, será una de las cosas más difíciles que jamás hayas hecho. Al vivir solo el evangelio en tu familia, Armknecht concluye: “Es vital obedecer las impresiones del Espíritu Santo para saber cómo manejar las situaciones individuales y continuar en la fe“. Cada situación es tan única como las personas en ella.

Al reflexionar sobre mis situaciones personales y buscar tales impresiones, encontré consuelo en el Artículo de Fe número 11, porque sí reclamo el privilegio de adorar al Dios Todopoderoso de acuerdo con los dictados de mi propia conciencia, también le permito a todos los demás hombres, incluido mi esposo, el mismo privilegio, dejándolo adorar cómo, dónde y lo qué él desee.

Doctrina y Convenios 121 me llamó la atención durante la misma sesión de estudio, específicamente los versículos 7 y 8: “Paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará.”

Planeo sobrellevar esto bien, de hecho, casi me siento fortalecida para enfrentar la vida que tengo delante. No era la dirección que hubiera elegido, pero en este cambio veo oportunidad. Veo cómo puedo crecer. Finalmente, veo cómo esto puede hacerme más afectuosa, amorosa, paciente, amable, compasiva, empática y mucho más como Cristo.

No puedo saber con seguridad qué me depara el futuro, pero en este momento, no me asusta. Todo va a estar bien. Puedo hacer esto. Podemos hacer esto.

Este artículo fue escrito originalmente de manera Anónima y fue publicado por ldsliving.com el título: “When Your Spouse Leaves the Church: How to Strengthen Your Marriage Without Weakening Your Faith

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