El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se reunió con jóvenes adultos solteros en Lima, Perú, el martes 28 de mayo de 2024, donde compartió un mensaje centrado en el poder de las decisiones personales, la fe en Jesucristo y la importancia de mirar al futuro con una perspectiva eterna.
Acompañado por su esposa, la hermana Kathy Andersen, el élder Andersen agradeció a los asistentes por su fe al participar en la reunión a pesar del tráfico limeño, calificando su presencia como una “decisión de fe”.
Durante su mensaje, el apóstol animó a los jóvenes a hacerse una pregunta clave frente a cada elección:
¿A qué conducirá esto?
“Esa pregunta nos ayuda a pensar más allá del presente, a ver lo que nuestras decisiones significarán en 5, 10 o incluso 50 años, y en la eternidad”.
Relató una experiencia personal con un amigo que estaba enfrentando decisiones difíciles en su adolescencia, y cómo un simple acto de valentía —invitarlo a ver al obispo— cambió su vida y lo llevó a servir una misión.
El élder Andersen enseñó que muchas de las decisiones importantes no son entre el bien y el mal, sino entre dos cosas buenas.
“Ver televisión o descansar no está mal, pero debemos pensar: ¿qué efecto tendrá esto en mi futuro?”.
En medio de su discurso, el élder Andersen invitó a su esposa donde compartio la historia donde una joven madre que, a pesar de no poder asistir a la Iglesia, seguía enviando su diezmo al obispo, confiando en las promesas del Señor. Lo cual la hermana Andersen testificó:
“Mi vida cambió por completo gracias a esa decisión de fe que tomó mi madre cuando no tenía nada”.
Al finalizar, el élder Andersen dio su firme testimonio de Jesucristo:
“Yo sé con certeza que Él vive. Él está resucitado. Un día todos estaremos frente a Él, y veremos que cada decisión en nuestra juventud tuvo un propósito eterno. Yo decidí seguir a Cristo a los 20 años, y ahora sé, sin ninguna duda, que fue real. Él está aquí”.
Su mensaje concluyó con una invitación a seguir al Salvador con valor y confianza, recordando que las decisiones pequeñas de hoy pueden llevar a bendiciones eternas.
