Élder Anderson: Eres hijo de un Dios que te ama de manera incalculable

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El domingo 21 de diciembre, el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, junto a su esposa, la hermana Kathy Andersen, participó en un devocional para los Jóvenes Adultos Solteros de África, Tahití, Francia, Canadá y las islas francesas del Caribe.

El élder Andersen compartió algunas experiencias sagradas como apóstol que le reafirmaron la realidad de Jesucristo y les dijo a los jóvenes:

“Su fe en Jesucristo no es en vano. Lo verán de nuevo. Todo el mundo sabrá que Él es el Hijo de Dios”, dijo el élder Andersen.

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El apóstol comenzó su discurso citando las palabras del apóstol Pablo:

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11: 1).

Continuó:

“Sustancia, evidencia, eso es fe. Eso es la fe. Es real. Es parte de nuestro ser interior. Nuestro espíritu anhela creer en Dios y anhela tener fe en Cristo”.

Asimismo, el élder Anderson compartió seis requerimientos relacionados con la fe.

1. “Cree en Dios”

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Al citar al profeta Alma y al rey Benjamín en el Libro de Mormón, el élder Andersen enfatizó que todas las cosas creadas, tanto en los cielos como en la tierra, dan testimonio de un Creador Supremo.

“Al contemplar las bellezas de la tierra, las asombrosas leyes de la física y la ciencia y cómo se conectan entre sí, ‘todo denota que hay un Dios’ (Alma 30:44), todo revela la obra de nuestro Padre Celestial”, dijo el élder Andersen.

Como ejemplo, el élder Andersen describió la migración de 6,400 kilómetros de la mariposa monarca desde Canadá a México y, luego, de regreso.

En “esta asombrosa demostración de las maravillas de Dios”, ninguna mariposa puede hacer todo el viaje. Se necesitan cuatro generaciones “sin ninguna dirección visible” para que la mariposa llegue a su destino.

2. “Cree que eres un hijo de Dios y que Él te conoce y te ama”

Al reconocer que las personas tal vez no se ven a sí mismas como únicas o especiales, el élder Andersen testificó:

“Eres un hijo de nuestro Padre Celestial y Él te ama de una manera incalculable.

Algunos pueden sentirse como Enoc, que ‘se humilló a tierra ante el Señor, y habló ante él, diciendo: ¿Por qué he hallado gracia ante tu vista, si no soy más que un jovenzuelo, y toda la gente me desprecia, por cuanto soy tardo en el habla; por qué soy tu siervo?’

Sin embargo, el Señor le aseguró a Enoc: ‘He aquí, mi Espíritu reposa sobre ti’, y Él abrió los ojos de Enoc y se convirtió en un gran profeta (Moisés 6:31, 34).

Eres un hijo de Dios y tienes un valor infinito”.

3. “Cree que puedes hablar con tu Padre Celestial y Él enviará Su Espíritu sobre ti”

La hermana Andersen habló acerca del poder de la oración e invitó a los jóvenes a recordar las palabras del presidente Nelson:

“Encuentren un lugar tranquilo a donde puedan ir con regularidad; humíllense ante Dios; derramen su corazón a su Padre Celestial; acudan a Él para recibir respuestas y consuelo.

Oren en el nombre de Jesucristo acerca de sus preocupaciones, sus temores, sus debilidades, sí, los anhelos mismos de su corazón”.

Luego, la hermana Anderson, compartió su testimonio sobre la oración:

“Él comprende todo, todos los sentimientos de nuestro corazón y alma. Nos ama con un amor que es más completo, más puro, más perfecto, más grande que cualquier cosa que podamos imaginar. Somos Sus hijos. Si lo llamamos, ‘Padre, ¿estás ahí?’ El escuchará nuestra oración. Sé que esto es cierto”.

4. “Cree que el reino de Dios se está extendiendo por todo el mundo y que todos somos una parte importante en la preparación para la Segunda Venida del Salvador”

El élder Andersen comparó la difusión del evangelio en todo el mundo con “un enorme rompecabezas cuyas piezas se colocarán en su lugar antes de los gloriosos acontecimientos de la Segunda Venida”.

El apóstol explicó:

“Cada persona es una pieza del rompecabezas.

Eres importante para esta gran causa. Nuestra visión del futuro ahora es clara.

Podemos ver que el milagro continúa y que la mano del Señor nos guía a medida que completamos los espacios que quedan”.

Luego, el élder Ándersen invitó a los jóvenes a ser “testigos de Dios”.

5. “Cree que otras personas que conoces aceptarán el evangelio de Jesucristo”

Al citar al profeta Jeremías, el élder Andersen dijo que los Santos de los Últimos Días, como los pescadores, deben arrojar su sedal al mar o cazar “por todo monte, y por todo collado y por las cavernas de los peñascos” (Jeremías 16:16).

El élder Andersen señaló que aquellos que están más dispuestos a escuchar el mensaje del evangelio son “aquellos que conocemos” e invitó a los jóvenes adultos a ser abiertos sobre su fe en Jesucristo.

“No tengan temor de compartir cómo su fe ha mejorado su vida. Inviten a quienes estén interesados ​​en su ejemplo a que los acompañen a las actividades de la Iglesia y, si están dispuestos, a reunirse con los misioneros.

Esta es una forma importante en la que hacemos nuestra parte al armar el magnífico rompecabezas en preparación para el regreso del Salvador”.

6. “Cree que Jesucristo es el Salvador del mundo”

El élder Andersen dijo que ha tenido una fe firme en Jesucristo durante muchos años. Sin embargo, el servir en el Cuórum de los Doce Apóstoles le ha proporcionado un testimonio claro y certero de que Cristo vive, resucitó y es el Hijo Amado de Dios.

“Para mí, no hay palabras en ningún idioma para describir verdaderamente la majestad, el poder, la gloria o el amor del Hijo de Dios.

A medida que las personas consideran profundamente sus propios pecados y reconocen su completa dependencia de Jesucristo, su amor por Dios florece.

A medida que entendemos incluso la parte más pequeña del precio que pagó por nuestros pecados, nos llenamos de un infinito amor por Él”.

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Asimismo, el élder Andersen describió el “día glorioso del regreso del Salvador a la tierra”.

“El alcance, la grandeza, la inmensidad y la magnificencia, superarán cualquier cosa que los ojos mortales hayan visto o experimentado.

Ese día el Salvador no vendrá ‘envuelto en pañales, acostado en un pesebre’, sino que aparecerá ‘en las nubes del cielo, revestido de poder y gran gloria, con todos los santos ángeles’ (DyC 45:44).

En aquel día los escépticos guardarán silencio, ‘todo oído lo oirá, y toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará’ (DyC 88: 104) que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, el Salvador y Redentor del mundo”.

Fuente: Church News

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