Recientemente, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días publicó un vídeo como parte de la iniciativa #Escúchalo. En esta oportunidad, el élder Gary E. Stevenson comparte una historia de cómo aprendió a escuchar al Espíritu Santo.
Cuando era un niño, el élder Stevenson caminaba con su padre por el desierto, y recuerda cómo un impulso del Espíritu Santo lo mantuvo fuera de peligro potencial mientras se aventuraba fuera del camino normal.
“Aprendí desde entonces que las impresiones del Espíritu Santo llegarán a nosotros. Y literalmente escucharemos lo que el Señor quiere que escuchemos”, dice el élder Stevenson en el video.
Escuchar al Señor a través del Espíritu Santo
El élder Stevenson reflexionó sobre cómo ha escuchado la voz del Señor de manera más consistente a lo largo de su vida a través del poder del Espíritu Santo.
“Después del bautismo, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reciben el don del Espíritu Santo”, escribió el élder Stevenson. “Es un privilegio y una bendición única tener la compañía constante de un tercer miembro de la Trinidad”.
El apóstol compartió su testimonio de que cuando las personas escuchan o sienten los susurros del Espíritu Santo, el Señor se está comunicando con ellos.
“Testifico de cuatro roles especiales del Espíritu Santo que nos ayudan en nuestra vida diaria: nos enseña, nos testifica, nos advierte y nos consuela”, escribió el élder Stevenson.
El Espíritu Santo a menudo le ha brindado consuelo durante los tiempos difíciles, escribió el élder Stevenson. Y a medida que el Apóstol ha viajado alrededor del mundo, el Espíritu Santo ha servido como un recordatorio constante de que Dios lo tiene en cuenta.
″[Dios] quiere que cada uno de nosotros escuche la voz de Su Hijo, Jesucristo, a través del Espíritu Santo. Esto se aplica a todos, estén donde estén: el taxista en Calcuta, el ingeniero en Londres, el niño de primaria en Ghana y el agricultor en Chile”, escribió el élder Stevenson.
El élder Stevenson concluyó el mensaje expresando su gratitud por las verdades eternas que el Espíritu Santo le ha enseñado.
“Cada uno de nosotros puede saber que tenemos padres celestiales amorosos. Cada uno de nosotros puede sentir el poder redentor y santificador de nuestro Salvador, Jesucristo. Y cada uno de nosotros puede escucharlo al sentir y atender las impresiones del Espíritu Santo”, escribió.
Fuente: The Church News
