Tu familia es eterna: Tienes una familia que ni siquiera la muerte puede quitarte

familia

En el mes de cosas espeluznantes y cuentos de terror, hay mucho que dirige nuestra atención a la muerte. Sin embargo, mucho de esto enseña lo contrario a lo que en verdad sucede después de que una persona fallece.

Es natural pensar en la muerte como algo ominoso, amenazador y oscuro. Lo bueno es que existen verdades que pueden brindarnos una visión más clara de las cosas.

Jesús, el Salvador del mundo, triunfó sobre la muerte y sobre todo lo que podría llenar de pesadillas nuestro corazón y nuestra mente, nos dio la oportunidad de volver a vivir.

“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” -1 Corintios 15:55

¿Es la muerte el final?

llevar flores a un fallecido

¿Es la muerte el final? Imagen: Canva

Por razones comprensibles, el concepto de la muerte es algo que la mayoría de nosotros evitamos.

Incluso si el día en que cada uno de nosotros tuviera que dejar esta vida estuviera muy lejano, todavía tendríamos que afrontar la pérdida de alguien a quien queremos.

Para los Santos de los Últimos Días, solo el cuerpo físico muere porque el espíritu sigue viviendo. La muerte para ese espíritu es solo un cambio, una transición, pero no es el final (1 Corintios 15:51–55, 57).

En lugar de un adiós eterno, es más una separación temporal.

Nuestros seres queridos van al mundo de los espíritus por un corto periodo. Allá tendrán experiencias significativas y su relación de familiaridad con nosotros continuará a través del velo que por ahora nos separa.

muerte

Podrán ver allá que los espíritus de quienes hablamos son activos. Imagen: Canva

El presidente Brigham Young registró lo siguiente:

“Cuando estén en el mundo de los espíritus, todo les parecerá tan natural como lo son ahora las cosas. Los espíritus estarán familiarizados con espíritus en ese mundo; conversarán, contemplarán y ejercerán toda clase de comunicación entre sí tan habitual y naturalmente como cuando estaban aquí en sus tabernáculos…

Podrán ver allá que los espíritus de quienes hablamos son activos; no duermen. Y podrán saber que se esfuerzan con todas sus energías, trabajando y luchando diligentemente como cualquier otra persona que trata de realizar algo en este mundo”.

¿Nuestros “muertos”?

ángeles

“Tender Mercies” por Annie Henrie

Por otro lado, la hermana Wendy Nelson también expresó que “aquellos al otro lado del velo se encuentran vivos y no están muy contentos de ser llamados ‘muertos’”.

Entonces, ¿cómo debemos llamar a estos seres queridos que han fallecido?

Alma, un antiguo profeta del Libro de Mormón, enseñó lo siguiente:

“Un ángel me ha hecho saber que los espíritus de todos los hombres, en cuanto se separan de este cuerpo mortal, sí, los espíritus de todos los hombres, sean buenos o malos, son llevados de regreso a ese Dios que les dio la vida

Y sucederá que los espíritus de los que son justos serán recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena”. (Alma 40:11)

Para quienes cruzan el velo, es decir, que pasan a este lugar de descanso, será un periodo de paz, donde todos sus problemas, preocupaciones y tristezas se retirarán.

“Guiding light” por Annie Henrie Nader

Sin duda, para los que se esfuerzan por hacer lo justo es un futuro esperanzador. Y sobre todo, nos da un vistazo de que no están “muertos”, están más vivos que nunca.

Asimismo, me parece bastante irónico que nosotros, las personas que sobrellevamos pesares y desafíos en un mundo que a veces suele ser solitario y plagado de muerte, enfermedades, desesperanza y discordia, hayamos etiquetado a aquellos que actualmente experimentan un amor y gozo tan grandes como “muertos”.

Necesitamos referirnos a estas personas fallecidas con un nuevo nombre, han entrado a este nuevo estado de belleza y felicidad, siguen progresando y en oportunidades hasta tienen la oportunidad de ayudarnos desde otro lado del velo.

Los cristianos de todo el mundo creen que existe una vida venidera que llegará para toda persona gracias a la resurrección, pero es mucho más genial que es. Los espíritus de quienes han fallecido viven en este momento... y no en un estado intermedio o un tipo de limbo.

Tal vez sus cuerpos han perecido, pero sus espíritus aún siguen con vida.

Una cadena de familias eternas

“She will find what is lost” por Brian Kershisnik

El profeta José Smith enfatizó cuán conscientes y atentos están estas personas, expresó que “no están lejos de nosotros y conocen y entienden nuestros pensamientos, sentimientos y nociones que con frecuencia les causa dolor” por lo que estamos pasando.

Por su parte, Joseph F. Smith también enseñó que estos seres queridos fallecidos “están muy interesados en nuestro bienestar, con una capacidad incluso mayor y con mucho más interés… que cuando estaban en la carne”.

Para enfatizar aún más el punto, John Taylor añadió que quienes han fallecido “están más interesados en nosotros que nosotros mismos, hasta diez mil veces más, pero no lo sabemos”.

Ya no hablaré de mis seres queridos fallecidos como si ya no estuvieran “con nosotros”, como si existiera una galaxia que nos separa, al otro lado de una especie de muralla china espiritual totalmente alejada de nuestra propia esfera.

Eso no es verdad y punto y con ¡signo de exclamación!

Ellos están aquí, en la Tierra con nosotros, junto a nosotros, rodeándonos.

Entonces, ¿cómo debemos llamarlos? Todavía no estoy seguro, pero pienso que recordar tenemos lazos de familia que nos unen más allá de esta vida, nos hace apreciar que el plan de felicidad del Padre para todos nosotros es verdaderamente eterno.

Tenemos una familia que ni siquiera la muerte puede quitarnos.

Fuente: Meridian Magazine

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Deben estudiar la SEC. 138 de DyC. y comprender, el MUNDO, de los espiritus, está; si, aquí en la tierra, en un espacio y, organizado, con normas de convivencia y desarrollo, y no apretujados a nuestro derredor. La revelación, al Profeta Smith, es clara, presiosa, y consisa. Clara.
Omar Rivera

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