En el Nuevo Testamento, estudiamos en Mateo 9 sobre el poder de la fe con las historias de la hija de Jairo y la mujer con el flujo de sangre.
Estas personas tuvieron fe en el Salvador Jesucristo para que se llevara a cabo las bendiciones y milagros que procuraban (Mateo 9:18–26; Marcos 5:22–43)
¿Alguna vez te has detenido a pensar en la manera en que tu fe puede salvarte y hacer milagros en tu vida, tal como sucedió en la vida de estas personas?
El poder de la fe en nuestras vidas. Imagen: Canva
Al estar a favor del plan de Salvación, sabíamos que atravesaríamos problemas personales y familiares en este mundo caído.
Sin embargo, nunca fue la intención de nuestro Padre Celestial que enfrentáramos esta adversidad solos.
Por esta razón, Él nos ha dado a Su hijo Jesucristo como nuestro Salvador para que podamos acceder a Su poder al tener fe en Él. Es esta fe en Jesucristo la que puede consolarnos, regocijarnos e incluso salvarnos.
Pero, ¿cómo puede salvarte tu fe?
Nunca fue la intención de nuestro Padre Celestial que enfrentáramos esta adversidad solos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En la Conferencia General de abril de 2017, el presidente Russell M. Nelson declaró:
“Nuestro enfoque debe estar anclado en el Salvador y Su evangelio. Es mentalmente riguroso esforzarnos por mirar hacia Él en todo pensamiento, cuando lo hacemos, nuestras dudas y temores desaparecen”.
Problemas como adicciones, desafíos personales y familiares, problemas de salud, dudas, miedo, inseguridad, perdonar a quien te ha ofendido; estos y otros desafíos se pueden superar si tenemos la misma fe que Jairo y la mujer con el flujo de sangre.
En uno de sus discursos, el presidente Nelson habló del esfuerzo que esta mujer hizo para ejercer su fe en Jesucristo:
“Esta mujer fiel y centrada tuvo que hacer todo lo posible para poder acceder a Su poder. Su esfuerzo físico era un símbolo de su esfuerzo espiritual”.
Art: Jared Barnes, “Christ and Amelia”
La fe requerida por el Padre Celestial es la fe en el Salvador.
“No existe una entidad amorfa llamada “la Expiación” a la que podamos acudir en busca de socorro, sanación, perdón o poder. Jesucristo es la fuente”.
Dios prevalecerá en nuestras vidas al nutrir nuestra fe en Su Hijo Jesucristo.
Sí, nuestro Salvador nos ayuda diariamente mediante nuestro arrepentimiento diario y gracias a su inmenso amor por nosotros y Su sacrificio expiatorio.
“Upon His shoulders” por Yongsung Kim
Es una fe extraordinaria en Jesucristo la que obra milagros, mueve montañas y cambia corazones.
Aprendamos de la historia de Jairo y la mujer con el flujo de sangre para que podemos recibir sanidad y consuelo del Salvador.
Piensa en las cosas que necesitan sanación en tu vida o en la de tu familia, incluidas aquellas que parecen que ya no pueden sanarse. Pon a Jesucristo en el centro de tu vida y tu fe te salvará.
Fuente: Masife
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