2 maneras de alcanzar el “felices para siempre” en el matrimonio

relación amor

Recientemente asistí a la boda de un amigo de toda la vida. En medio de las risas y buenos deseos, no pude evitar captar la incomodidad ocasional de los recién casados y las miradas cambiantes cada vez que escuchaban los clásicos y aparentemente inevitables comentarios sarcásticos sobre la vida de casados. 

“¿Seguro que quieres estar con él para siempre?”.

“¡Todavía tienes tiempo para escapar!”.

“Solo te casas una sola vez en la vida… o tres veces”.

“Dile adiós a la libertad”.

Si bien estos comentarios probablemente pretendían ser graciosos, me quedé impactado ante la cantidad de afirmaciones cubiertas de negatividad dirigidas a una pareja de recién casados.

Estas afirmaciones negativas, especialmente cuando se creen, pueden engendrar un tipo de profecía dañina y autocumplida entre los matrimonios. El conocer y reconocer la verdad detrás de estos mitos fortalece el matrimonio.

Estas son solo dos de las verdades que pueden alentar y elevar a las jóvenes parejas que están a punto de casarse o que recientemente contrajeron matrimonio y ayudarlas a obtener el “felices para siempre” que desean.

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1. Olvídate de las probabilidades

Las probabilidades no están en tu contra. Las actitudes y expectativas negativas sobre el matrimonio se basan en gran medida en el mito de que por cada dos matrimonios, uno termina en divorcio.

El temor de que la mitad de los matrimonios están condenados al fracaso es tan frecuente que muchos deciden no correr el riesgo en absoluto.

Esto puede llevarnos a pensar que como la probabilidad de tener un matrimonio feliz y duradero es tan pequeña, uno debería pensarlo dos veces antes de casarse. Esta creencia recibe el refuerzo de las noticias, los medios y la sociedad en general, sin embargo las investigaciones no apoyan esta percepción pública.

El matrimonio no es una apuesta que uno gana o pierde. Si bien las cifras actuales muestran que entre el 40 y el 50 por ciento de todos los matrimonios terminan en divorcio, esto no significa que un matrimonio solo tiene 50% de probabilidad de éxto.

Un matrimonio duradero no está determinado por una probabilidad. La verdad va más allá de eso, y el riesgo de divorcio no es uniforme entre todas las parejas.

matrimonio

La estadística de divorcios que se cita a menudo se basa en todas las parejas de todo el mundo, incluidas aquellas con factores de alto riesgo como la falta de dinero, la educación limitada, la convivencia e hijos antes del matrimonio.

Si bien algunas parejas tienen estadísticamente más probabilidades de divorciarse que otras, la mayoría de los primeros matrimonios son de bajo riesgo, especialmente entre ciertas poblaciones.

Los factores clave asociados con un menor riesgo de divorcio incluyen a aquellos que tienen educación, participan de una religión, de nivel socioeconómico medio o alto y aquellos que retrasan el matrimonio hasta después de la adolescencia.

Por ejemplo, un estudio sobre parejas con formación académica encontró que menos del 6% se había divorciado.

Los factores individuales y de pareja, como las habilidades de comunicación, la madurez personal, la disposición emocional, el perdón, la fidelidad a su religión, el comportamiento sexual y el manejo de los conflictos, pueden aprenderse y practicarse para desarrollar una verdadera aptitud y disposición matrimonial.

Es importante recordar que la tasa general de divorcios es una estimación compleja del riesgo general de divorcio para quienes contraen matrimonio en la actualidad y, en última instancia, está inflada por una variedad de factores de riesgo.

La buena noticia, entonces, es que la mayoría de los factores de riesgo se pueden controlar de manera individual. Y mientras que otras pueden ser inevitables, las relaciones tienden a ser más exitosas cuando las parejas optan por concentrarse más en lo que pueden controlar.

El compromiso personal, sacrificio y el tiempo que inviertan en su relación son más esenciales en el éxito de un matrimonio que los factores circunstanciales o ambientales que encuentren. Un esfuerzo real y constante hace que las probabilidades de un matrimonio duradero están a su favor.

2. Es posible tener un “felices para siempre”

Muchas suposiciones socialmente difundidas y modismos maritales comunes esparcen resultados negativos sobre la cantidad de matrimonios que tendrán éxito y la calidad del matrimonio que los recién casados ​​deberían tener.

Un mito ampliamente difundido nos dice que uno debería esperar que la felicidad y el romance de un matrimonio terminen cuando llegan los hijos y los desafíos del matrimonio.

Muchos recién casados escuchan con frecuencia la frase “es mejor que estén preparados” porque después de la luna de miel “todo se va cuesta abajo”.

Si bien el matrimonio no significa que los desafíos de la vida hayan terminado repentinamente, hay una gran felicidad e intimidad que viene de la convivencia, de experimentar lo malo y lo bueno. 

A menudo, la palabra “felicidad” se asocia con la búsqueda del placer propio o la liberación de las dificultades. Sin embargo, la relación entre esposos contribuye de manera más única y completa a la felicidad a través de un sentido de significado compartido, propósito y verdadero bienestar por medio del apoyo y la conexión entre ambos.

En esencia, hay dos percepciones de la conocida frase “y vivieron felices para siempre”: el cuento de hadas de Hollywood que viene sin un esfuerzo real y el verdadero gozo que viene como resultado del compromiso y el esfuerzo.

Estudios han descubierto que la felicidad de las personas casadas se extiende mucho más allá de la dicha de los recién casados, supera la fase de luna de miel y se prolonga hasta la vejez. 

Un matrimonio feliz brinda mayor satisfacción personal y felicidad. Más allá de los motivos individuales, el matrimonio proporciona un propósito común, una oportunidad para crear una vida y actividades compartidas y apoyo mutuo durante los momentos de dificultad.

Desarrollar un matrimonio feliz no solo se puede lograr, sino que esta felicidad puede durar toda la vida. El “vivieron felices para siempre” no es solo un cuento de hadas; es una realidad posible gracias a la elección consciente de seguir dando de uno mismo en tu matrimonio.

Fortaleciendo los lazos del matrimonio

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En pocas palabras, la felicidad en el matrimonio es alcanzable y vale la pena luchar por ella. Las personas son más felices cuando están casadas, debido a que el matrimonio satisface de manera única el deseo humano innato de ser amado y conectado de manera segura en relaciones cercanas.

Aunque la percepción social del matrimonio ha cambiado significativamente con el paso de los años, el matrimonio puede volverse más feliz, más lleno de amor y más satisfactorio para muchas parejas como nunca antes en la historia.

Conocer los mitos del matrimonio moderno puede ayudarte a fortalecer y proteger tu matrimonio. 

Si estás a punto de casarte o eres una de esas parejas de recién casados ​​que ha escuchado los mismos comentarios sarcásticos y negativos y te preguntas si son ciertos, te invito a reconsiderarlo.

Tu relación con tu pareja no tiene por qué debilitarse debido a las actitudes o expectativas negativas presentadas por la sociedad, los medios de comunicación o los comentarios de un familiar que piensa que tiene la razón.

Deja que la verdad sobre lo que sabes del matrimonio te lleve a desarrollar una conexión más fuerte y real con tu cónyuge, mayor comunicación y entendimiento, amor y paciencia.

El esfuerzo que los cónyuges eligen poner en su matrimonio puede cerrar sustancialmente la brecha entre el matrimonio que tienen y lo que pueden llegar a tener.

Quizá también podamos cambiar nuestra sociedad al brindar un poco más de esperanza en nuestros deseos y comentarios positivos sobre el matrimonio. Tengamos palabras más alentadoras y útiles que puedan edificar a quienes han unido, o unirán, su vida en matrimonio.

Ciertamente, nuestra creencia en el matrimonio y cómo lo expresamos es importante, especialmente cuando tenemos en cuenta que la fuerza de los lazos del matrimonio es fundamental para la fuerza de nuestra sociedad.

Fuente: Meridian Magazine

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