El hinduismo es una religión extensa y diversa. Hay muchas sectas y tonalidades entre los millones de seguidores, los cuales residen en la India. Sin embargo, una parte común de esta religión en la que la mayoría de los seguidores cree es el Brahman. En lugar de creer en el cielo, los hindúes creen en la reencarnación y el objetivo final es romper el ciclo de los renacimientos haciendo buenos actos en esta vida. Si una persona es buena, ascenderá en el ciclo de los renacimientos. Para romper el ciclo del renacimiento, una persona se debe volver uno con Brahman.
La secta vishishtadvaita del hinduismo, cree que Brahman es el centro del universo y del alma. Los hindúes creen que solo se puede alcanzar la iluminación al aceptar y entender que Brahman, o el universo, es una parte de ti mismo.
Aunque la teología del hinduismo relacionada con este concepto de unidad con el universo no es paralela a las creencias mormonas, la idea de volvernos uno con una fuerza en el universo puede profundizar significativamente nuestra comprensión, si pensamos en volvernos uno con Cristo.
Roger R. Keller dice: “por lo tanto, es una ilusión creer que una persona u otras cosas tienen una identidad separada y diferente del alma del mundo. A medida que las personas se aferran a la ilusión de la identidad individual a parte de Brahman, continuarán regresando a los ciclos de renacimiento”. Este comentario sobre el hinduismo y su versión de felicidad suenan un poco similar respecto a cómo nosotros los Santos de los Últimos Días entendemos nuestra relación con Cristo.
Nosotros creemos en Cristo, y definimos nuestra salvación de acuerdo a Sus términos. En vez de tener la misma identidad de Cristo, se nos ha mandado a tener un corazón como el de Cristo. Eso es lo que prometemos en nuestro convenio bautismal, “estar dispuestos a tomar sobre sí el nombre de Cristo” (DyC 20: 77.79). Cuando tomamos el nombre de Cristo, nos comprometemos a estar dispuestos a servir más, a llevar Su nombre, y a estar dispuestos a ser más como Él. Principalmente, nos comprometemos a estar dispuestos en permitir que parte de nuestra personalidad y nuestro corazón se parezcan más a los de Cristo. Buscamos alinear nuestro corazón con el de Cristo y llegar a ser más como Él. “El Salvador del mundo habló de esa unidad y de cómo cambiaremos nuestras naturalezas para que sea posible”. (Presidente Henry B. Eyring).
Además, en el hinduismo, escaparse del ciclo de los renacimientos y alcanzar el nirvana al convertirse en uno solo con Brahman es lo que le traerá la paz al individuo. Del mismo modo, no podemos regresar a nuestro Padre Celestial u obtener la paz, si no nos convertimos en uno con Cristo. Físicamente no podemos alcanzar el más alto grado de gloria si nos distanciamos de Cristo. Algunas personas creen que pueden hacer todo por sí solos, pero Cristo es central para nuestra salvación. Así como lo dijo Neill F. Marriott en un discurso de la conferencia general de octubre del 2017: “Sólo la expiación del Salvador nos puede limpiar de nuestros pecados y cerrar ese espacio o brecha”. Si alineamos nuestros corazones con el de Cristo, cuando nuestro tiempo en esta vida termine, eso nos permitirá obtener paz y vivir con Cristo y Dios de nuevo en el cielo.
Este artículo fue escrito originalmente por Kaeley Scruggs y fue publicado en ldsliving.com, con el título: “What the Hindu Belief of Brahman Taught Me About My Relationship with Christ”
