La inteligencia artificial ha venido a renovar nuestra era impresionándonos con su versatilidad para generar textos, imágenes y hasta replicar voces con solo un clic. Sin embargo, por más que la tecnología avance, siempre tendrá sus límites.

¿Qué pasaría si la IA se usara en el ámbito de la fe? Durante la conferencia, “Inteligencia Organizada”, el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se refirió sobre este tema y su mensaje fue claro:

“Sabemos que la inteligencia artificial no puede reemplazar la revelación ni generar la verdad de Dios, ni debemos permitir que la IA se interponga entre nosotros y nuestra relación personal con Dios”.

Si bien la IA es usada dentro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el élder Gong anunció ciertas restricciones en su uso. ¿Hasta dónde puede llegar la IA?

La IA nunca será Dios

La inteligencia artificial no puede reemplazar la revelación ni generar la verdad de Dios. Fuente: masfe.org

Uno de los puntos que abordó el élder Gong en su discurso fue sobre el uso de la IA para generar imágenes representativas de Jesucristo.

“La inteligencia artificial no puede reemplazar la revelación ni generar la verdad de Dios”, declaró el élder Gong.

Con esas palabras, se afirmó que la Iglesia de Jesucristo no usa ningún medio artificial para replicar la imagen del Salvador, no por rechazo a la IA sino para mantener la naturaleza sagrada de la Deidad

Una representación artística de Cristo es un símbolo de fe más que una simple imagen. Es por eso que no puede ser producto de ninguna máquina, sino del Espíritu que es el único que inspira y revela la verdad.

“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa alguna que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”. (Éxodo 20:3-4)

La revelación por sobre el algoritmo

Los deberes espirituales requieren la inspiración del Espíritu, no la ayuda de la IA. Imagen: Adobe Stock

Otro de los mensajes más contundentes del élder Gong fue el siguiente:

“Dado que la IA no puede reemplazar la inspiración divina… pedimos a los oradores de la conferencia general que no utilicen la IA para crear borradores iniciales ni versiones finales de sus mensajes”.

Esta restricción tiene el mismo propósito que el anterior: asegurar que cada palabra pronunciada sea inspirada por el Espíritu y no por una máquina. Esta pauta nos invita a alinearnos bajo el mismo consejo al preparar discursos para las reuniones sacramentales.

Si el discurso que compartimos fue escrito por un algoritmo que carece del toque del Espíritu, ¿realmente nuestras palabras llegarán a los corazones de quienes nos escuchan? La respuesta es sencilla: NO.

En cuanto a esta postura, el élder Gong afirmó:

“Estamos enseñando a los miembros de la Iglesia que no creceremos espiritualmente si permitimos que la IA escriba nuestros discursos sacramentales o haga nuestras tareas de seminario”.

Usar la tecnología con propósito

El élder Gerrit W. Gong habló sobre las ventajas del uso ético de la inteligencia artificial. Imagen: Spencer Yamada/Faith Matters

El élder Gong también fue justo y aclaró que la IA tiene muchas ventajas que ofrecer siempre y cuando se use con un buen propósito. Y estas medidas se dan a fin de sacar el máximo provecho de la tecnología de manera ética.

“El hecho de que una tecnología pueda usarse indebidamente no significa que nunca deba usarse. La IA tiene mucho que aportar al florecimiento humano y al bien común”, expresó el élder Gong.

De hecho, cada departamento de la Iglesia de Jesucristo explora cómo puede utilizar la IA para servir mejor a los santos de todo el mundo. Sin embargo, por más poderosa que sea, jamás podrá dirigir la obra de Dios.

Las palabras del élder Gong nos invitan a analizar cómo estamos usando la tecnología. ¿Es un complemento de nuestra fe o un reemplazo? Por más que la IA pueda resolver dudas en segundos, jamás tendrá el poder para responder las preguntas del alma.

Fuente: DeseretNews

Video relacionado

También te puede interesar