Morgan y Jacob Choi han vivido en todo el mundo, desde Ashjabad, Turkmenistán, y Moscú, Rusia, hasta Harare, Zimbabue, donde actualmente residen.
A lo largo de sus aventuras en diferentes países debido al trabajo de Jacob, ambos siempre han mantenido una confianza firme en Dios.
Esta confianza les ha ayudado a tener certeza incluso de lo desconocido, especialmente cuando atravesaron un momento difícil debido a que no podían tener hijos.
Morgan compartió:
“La infertilidad es una experiencia muy personal… En ocasiones, durante este desafío, puede resultar difícil encontrar la guía que necesitas para seguir adelante.”
En necesidad de encontrar guía, Morgan se enfocó en las Escrituras más que nunca. Aquello la impulsó a buscar un tratamiento que la ayudara.
Cuando ella y su esposo se mudaron a Moscú, iniciaron un proceso de fertilización in vitro (FIV), pero Morgan se sentía extremadamente aislada de sus familiares y amigos.
Ella también tuvo problemas por adaptarse a las altas temperaturas y la oscuridad del invierno ruso.
“En el libro de Nefi, el Señor le dice a su familia: ‘Seré vuestra luz en el desierto’. En este caso, la infertilidad se volvió una carga para mi, y creo que ese fue mi desierto”.
La luz no llegó de inmediato, aun así Morgan encontró consuelo al estudiar el Libro de Mormón. Mientras leía, pensó en lo útil que sería tener algo que le ayude a seguir la línea de tiempo del libro, especialmente con todos los eventos y las historias que se conectaban.
En aquel momento, el presidente Russell M. Nelson había invitado a los miembros a participar en un ayuno de redes sociales y Morgan aceptó el desafío.
Durante ese ayuno, ella oró por guía sobre qué hacer en su periodo de infertilidad. A su mente volvió la idea de tener una línea de tiempo visual del Libro de Mormón y sintió la impresión de hacer una ella misma.
Así que inició un proyecto, dedicando horas al estudio de las Escrituras y contactando a su amiga Joy Nevada para crear ilustraciones.
Mientras Morgan trabajaba, hallaba propósito y consuelo en la promesa profética del presidente Nelson; que estudiar el Libro de Mormón con oración le ayudó a “tomar mejores decisiones cada día” y “obtener respuestas a sus propias preguntas y guía para su propia vida”.
“Siento una gran gratitud porque durante ese tiempo en que teníamos tantas preguntas sobre qué hacer para tener hijos, fue justo el momento en que realmente me dediqué a estudiar el Libro de Mormón.
No tengo ninguna duda de que nos ayudó en nuestra lucha con la infertilidad. Ahora, en retrospectiva, siento mucha confianza porque estaba estudiando el Libro de Mormón todos los días”.
Morgan reconoce que la infertilidad puede ser compleja y que no siempre tiene una solución o un camino claro por delante.
“Para cualquiera que esté en esa situación, mi consejo y lo que me ha ayudado es que a veces solo necesitas optar seguir con la mejor decisión que puedes tomar en ese momento, incluso si sientes que no has recibido ninguna guía.
Sé que en ocasiones, como en mi caso, una vez que avanzas y tomas la decisión, recibes confirmación [sobre] lo que debes hacer”.
Morgan también encontró ayuda el discurso del élder Robert D. Hales:
“Tal vez no sepamos cuándo o cómo nos dará el Señor las respuestas, pero testifico que en Su tiempo y a Su manera las recibiremos.
Algunas respuestas quizás tengamos que esperar hasta el más allá; eso puede suceder con promesas de nuestra bendición patriarcal y con bendiciones que hayan recibido los miembros de la familia.
No nos demos por vencidos con el Señor; Sus bendiciones son eternas, no temporarias”.
La respuesta de Morgan de trabajar en un libro, en la línea de tiempo del Libro de Mormón, fue inesperada, pero se siente agradecida por la manera en que la prueba de su infertilidad la acercó a Dios gracias a las Escrituras.
Fuente: LDS Living