La historia de la entrada triunfal de Jesús montado en un burro en Jerusalén, la cual marca el inicio de la Semana Santa, es una de las más conocidas en la tradición cristiana (Mateo 21:1-9; Juan 12:13–15).
Pero, ¿por qué Jesús eligió aquel animal en lugar de un caballo, que era lo que usualmente montaban los reyes y los personajes importantes?
@masfe.org Ya estamos muy cerca de semana santa y si te has preguntado alguna vez ¿Por qué Jesús entró en un burrito a Jerusalén en domingo de ramos? Aquí te tenemos la respuesta. #domingoderamos #SabiasQue #jesus #pascua #semanasanta #biblia #versiculo #telocuento #cristianos #tiktok
La respuesta se encuentra en la profunda simbología que encierra este acto. En la cultura judía del Antiguo Testamento, era costumbre que un rey entrara a su ciudad montado en un burro mientras el pueblo lo recibía con alegría. Este era un símbolo de realeza, pero también de humildad y paz.
Al entrar a Jerusalén montado en un burro, el Salvador estaba declarando públicamente Su identidad como el Mesías prometido, el Rey de reyes.
Lo hizo de una manera humilde, sin ostentación ni derroche, reflejando Su naturaleza divina y humana al mismo tiempo.
Las multitudes que lo recibieron con “ramas de palmeras” exclamaron:
“¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!” -Juan 12:13
“¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” –Mateo 21: 9
Aquellas personas no solo reconocieron en Jesús a un descendiente del rey David, sino también al Mesías prometido que traería la salvación al mundo.
Este evento también cumplió una de las profecías de Zacarías:
“Alégrate mucho, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh hija de Jerusalén; he aquí, tu rey viene a ti, justo y trayendo salvación, humilde y montado sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. Zacarías 9:9
Es por eso que la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén es un recordatorio de Su doble naturaleza: Rey y Salvador. Es un llamado a la humildad, la paz y la esperanza.
Y más allá de las tradiciones, como colocar ramas de palma en casa, lo importante es recordar el significado profundo de este acontecimiento: Jesús, el Hijo de Dios, se humilló hasta la muerte para salvarnos.
Su amor y sacrificio nos ofrecen la oportunidad de empezar de nuevo cada vez que nos equivocamos.
En esta Semana Santa, te invito a reflexionar sobre el significado del suceso que cambió la historia del mundo y la vida de cada personas que haya vivido, que vive y que vivirá.
El Rey de reyes lo dio todo por ti, nunca lo olvides. Atesora ese sacrificio, deja que entre en tu corazón y cambie tu vida.
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