Rebecca Borden, gerente de recursos LGBTQ y Ayuda para la Vida de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, formó parte de los discursantes de la Semana de la Educación de BYU.
Ella compartió con los asistentes la importancia de amar e incluir a aquellos que se identifican como personas LGBTQ.
Citando al élder Gerrit W. Gong, miembro del quórum de los doce apóstoles, compartió que el Salvador nos pide que hagamos “un lugar para todos” y que “como discípulos de Jesucristo, todos somos iguales, no hay grupos de segunda clase”.
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Rebecca, quien se identifica como una persona LGBT, se casó con su esposo, Bennett Borden, quien también es gay.
En base a todo lo que ha aprendido y atravesado como miembro de la Iglesia, compartió seis perspectivas que te ayudarán a comprender la experiencia de los Santos de los Últimos Días LGBTQ y lo que podemos hacer para ayudar.
1. Enfócate en el ahora
Rebecca Borden expresó que el adversario trabaja arduamente para infundir temor en los Santos de los Últimos Días LGBTQ. Ella aconsejó que debemos enfocarnos en el presente y en las pequeñas cosas, en el día a día y no en lo que podrá ser.
“Satanás tendrá menos poder sobre ustedes si leen las Escrituras, oran y hacen las cosas que saben que los mantendrá enfocados en el presente”.
Los mandamientos que el Padre Celestial nos ha dado son muestras de Su amor hacia nosotros y nos protegen del enemigo, aun cuando no podamos entenderlos del todo.
2. Hay gozo, felicidad y un lugar para todos los Santos, incluidos los LGBTQ
Según Rebecca, uno de los mayores desafíos para los Santos de los Últimos Días LGBTQ, es que Satanás presenta solo dos opciones para su vida: permanecer solos en la Iglesia o dejar la Iglesia y buscar una relación.
“Pero nosotros sabemos que hay un camino que nos lleva al gozo de todos los hijos de Dios, porque Él nos lo ha dicho (Mosíah 2:41)”.
Ella le recordó a los asistentes que Dios ha prometido que todo aquel que guarde Sus mandamientos y sea fiel hasta el fin será recibido en los cielos y morará con Él en un estado de eterna felicidad.
Asimismo, recalcó que los Santos de los Últimos Días LGBTQ necesitan oportunidades para servir y participar, de formar parte de la Iglesia, no solo en teoría. “Tienen dones del Padre Celestial que necesitamos en este reino”, dijo.
3. La atracción no anula el albedrío
Borden enfatizó la importancia del albedrío al alinear nuestra voluntad con la de Dios y confiar en que al guardar Sus mandamientos, todo saldrá para nuestro bien.
Nuestras acciones hacen toda la diferencia, cuando elegimos hacer lo justo empezamos a alinear nuestros deseos con los del Padre.
“Él consagrará cada experiencia que hayan tenido para su bien… Hablarán un lenguaje especial nacido de las dificultades que les permitirá ministrar a los hermanos y hermanas que los rodean”.
4. Amar como Él nos ama
Se nos ha enseñado que el Salvador dijo: “Que os améis unos a otros; porque yo os he amado”. Él nunca enseñó: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 13:34). La clave, dijo Rebecca, está en la palabra “como”.
Pensar en la manera en que amaba el Salvador, nos lleva a pensar en todo aquel a quien ministró, sanó y consoló.
“Lo hizo con amor, como un apoyo. Lo hizo enseñando y levantando las manos caídas, y consolando a los que necesitaban consuelo… Eso es lo que hizo. Y así como Él lo hizo por nosotros, debemos nosotros hacerlo por los demás”.
5. Un acceso a la influencia del Espíritu
Hablando de este amor y apoyo constante, también mencionó a su familia. Con el tiempo, compartió Borden, comprendió que era cuando estaba con su familia que podía sentir el Espíritu, lo que hizo que la llevara a volver al evangelio de Jesucristo.
Así como ella, todos deberían tener un lugar en el que puedan sentir el Espíritu, “donde puedan sentir el amor de sus hermanos y hermanas”.
“Cuanto más incluyan a las personas LGBT en sus vidas, en sus barrios, en sus estacas, en sus comunidades, tendrán más amor, impacto, compasión y oportunidad para que el Espíritu les ministre”.
6. Sé un compañero de viaje
Rebecca Borden resaltó la importancia de ser un apoyo para los Santos con un ejemplo.
Dijo que así como los corredores de una competencia de atletismo regresan para ayudar a otro corredor a cruzar la línea de meta, o un espectador en la línea lateral está presto para ayudar, cada uno de nosotros puede asistir a quienes lo necesitan.
“Esa es la idea de ser un compañero de viaje. En ocasiones, encontrarán personas que solo necesitan ayuda. No necesitan que se les prediques”.
Con la ayuda del Espíritu seremos guiados para saber cuál es el camino correcto. Asimismo, ella invitó a la audiencia a “buscar la guía del Espíritu en todas las cosas, antes, durante y después de todo lo que hagan”.
Fuente: Church News