Con frecuencia, las circunstancias que tenemos que atravesar nos llevan a ponernos de rodillas y clamar a los cielos por milagros.
No sabemos cuándo llegarán ni la forma que tomarán, pero sabemos que son el alivio que el Padre Celestial da a Sus hijos e hijas en la Tierra.
Éstos milagros son señales que abundan entre los seguidores de Cristo, tanto en la antigüedad como en la actualidad. Nos recuerdan el poder ilimitado que tiene Dios y que no hay nada imposible para Él.
De la misma manera, nos ha enviado a Su Hijo Jesucristo, quien es poderoso para salvar, que nos conecta al Padre y nos brinda la ayuda esencial de los cielos.
Durante Su ministerio, Cristo efectuó muchos milagros. Esto no significa que los días de milagros hayan cesado.
¡Están en todas partes y ocurren a diario!
Si te preguntas cómo puedes recibir milagros, tal vez sea necesario que medites en la fe que estos tienes para que ocurran.
A esto, durante la Conferencia General de abril de 2022, el presidente Russell M. Nelson enseñó:
“El Señor los bendecirá a ustedes con milagros si creen en Él, “sin dudar nada”.
Hagan el esfuerzo espiritual para procurar milagros; oren pidiendo a Dios que los ayude a ejercer ese tipo de fe.
Les prometo que pueden experimentar por ustedes mismos que Jesucristo “da fuerzas al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene vigor”.
Sí, los milagros existen, y si son para nosotros, en el tiempo del Señor, sucederán.
“Sin importar nuestra identidad étnica, sin importar nuestra nacionalidad, a pesar de lo que hayamos hecho si nos arrepentimos, sin tener en cuenta lo que se nos haya hecho, a todos se nos concede el mismo derecho a esos milagros”. -Donald L. Hallstrom
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