El final del tercer capítulo es la parte más citada del Libro de Abraham. En estos pocos versículos, a Abraham se le dice acerca de la preexistencia. Más de la mitad de todas las citas del Libro de Abraham en las Conferencias Generales de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y una tercera parte de todas las citas del Libro de Abraham en los manuales de la Iglesia provienen del análisis del Libro de Abraham sobre la preexistencia. Para los Santos de los Últimos Días, esa es la parte más importante del libro.
La Preexistencia en las Escrituras
Algunos Santos de los Últimos Días piensan que el prefijo pre de preexistencia significa antes y razonan que uno no puede tener una existencia antes de existir y, por lo tanto, debemos usar el término existencia premortal.
El razonamiento es correcto, pero la comprensión en la que se basa no es total. El prefijo pre puede significar antes o previo. Una preexistencia es, por lo tanto, una existencia previa. Por lo tanto, el término preexistencia no es una contradicción de sus términos.
Varias escrituras hablan sobre la preexistencia. En la mayoría de estas, el énfasis está en la preexistencia de Jesús como el Hijo de Dios. Por lo tanto, en Juan 8:57-58, Jesús se identifica a sí mismo como alguien que existió antes que Abraham, lo que significa que Jesús existió antes de su nacimiento mortal.
Moisés 4: 1-4 cuenta la historia de una reunión en el cielo en la que tanto Jesús como Satanás están presentes ante Dios, y Jesús es elegido y Satanás no. Pero este registro no menciona a a alguien más allí; no excluye esa posibilidad, pero tampoco la menciona. Sólo argumenta que Jesús y Satanás tuvieron una preexistencia. Muchas otras escrituras discuten la existencia premortal de Jesús (Juan 1: 1-14, 3:13, 6:62, 5:58, 16:28, 17: 5; 3 Nefi 1:13; 26: 5; Éter 3:16; Efesios 1:4, 2 Timoteo 1:9, 1 Pedro 1:20, Mosíah 7:27, DyC 76:13-14).
En algunas escrituras, se entiende que ciertos profetas existieron antes de que nacieran. En Jeremías 1: 5, Dios le dice a Jeremías: “Antes que te formase en el vientre, te conocí; y antes que nacieses, te santifiqué; te di por profeta a las naciones.”. Por lo tanto, Jeremías conoció a Dios antes de que él naciera o incluso fuera concebido.
Hay otras escrituras que los Santos de los Últimos Días interpretan que se refieren a la existencia premortal, pero éstas son ambiguas y pueden interpretarse de manera diferente (Proverbios 8:22-31, Juan 9:2, Romanos 8:29, DyC 49:17, Moisés 6:36), otras se refieren a la preexistencia de ángeles (Job 38:7, Judas 1:6, Apocalipsis 12:7, DyC 29:36; 38:1), otras hacen referencia a Dios, quien creó los espíritus de los hombres, pero no cuando lo hizo (Números 16:22, 27:16, Eclesiastés 12:7, Hechos 17:28, Hebreos 12: 9) . Algunos son claros sólo a través de una lectura meticulosa (Juan 9:2; Helamán 14:17).
Lo excepcional de la discusión sobre la preexistencia en el Libro de Abraham es que coloca no sólo a Abraham en un estado preexistente sino también a otros. A Abraham se le muestran los espíritus “que fueron organizadas antes que existiera el mundo; y entre todas estas había muchas de las nobles y grandes.”(Abraham3: 22). Dios entonces le dijo: “Abraham, tú eres uno de ellos; fuiste escogido antes de nacer.” (Abraham 3:23). Se propuso que este mundo se crearía para crear una “tierra sobre la cual [los espíritus] puedan morar.” (Abraham 3:24). Esto implica que los espíritus que moran en la tierra estuvieron presentes en esa reunión preterrenal.
Sólo algunas otras escrituras dicen explícitamente que los humanos tenían un estado preexistente. Uno es Doctrina y Convenios 93:29, que dice: “También el hombre fue en el principio con Dios.” Moisés 3:5 menciona de paso que “Porque yo, Dios el Señor, creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes que existiesen físicamente sobre la faz de la tierra. Pues yo, Dios el Señor, no había hecho llover sobre la faz de la tierra.” La visión de José F. Smith sobre la redención de los muertos se basa en estos conceptos (DyC 138: 53, 56).
De todas las escrituras que hablan sobre el estado preexistente, el Libro de Abraham es el único que incluye a toda la raza humana como parte de la reunión premortal. El Libro de Abraham dice que no solo Jesús o algún profeta tenían una vida preterrenal, sino que cada persona en la tierra también lo hizo.
El Propósito de la Vida en el Libro de Abraham
El Libro de Abraham no sólo habla de la existencia premortal de la familia humana, sino que, en tres versículos, describe un plan y un propósito claros para esta existencia mortal.
Se crearía una Tierra
“Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual estos puedan morar.”
Aquellos en la preexistencia podrían morar en esa tierra como una prueba de su obediencia
“Y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare.”
Aquellos que así lo hagan, recibirán una recompensa
“A los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer estado; y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás.” (Abraham 3:24-26)
Los Santos de los Últimos Días usan otras escrituras para dar más detalles a este esquema básico de lo que significan el plan de salvación, pero el Libro de Abraham proporciona el bosquejo.
Preexistencia en el Pensamiento de los Últimos Días
La idea de la preexistencia y el plan de salvación, que se encuentra en el Libro de Abraham, ha sido significativa y omnipresente en la cultura de los Santos de los Últimos Días y que también aparecen en los himnos populares de la Iglesia:
“El Plan de Dios Puedo Seguir”
Además de la música utilizada en los servicios de adoración, la idea de la preexistencia se ha utilizado en todo tipo de cultura popular de los Santos de los Últimos Días, desde novelas, obras de teatro, musicales, entre otros.
El Libro de Abraham ha tenido una influencia significativa y profundamente en la cultura y el pensamiento de los Santos de los Últimos Días. El rechazo del Libro de Abraham implica, por lo tanto, una interrupción significativa en el pensamiento de los Santos de los Últimos Días sobre la vida y su propósito.
Para los Santos de los Últimos Días, el Libro de Abraham no es una escritura opcional que uno puede tomar o dejar a su antojo. La eliminación del Libro de Abraham implicaría mucho más que acortar las Escrituras de los Santos de los Últimos Días alrededor del uno por ciento; les robaría sentido de propósito. Para Abraham, las enseñanzas sobre la preexistencia son una introducción a la historia de la creación.
Este artículo fue escrito originalmente por John Gee y fue publicado por living.com bajo el título: “What We Know About the Preexistence from the Book of Abraham”