Los mormones creemos en el matrimonio… y en el divorcio

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Considerando el escándalo de abuso de Rob Porter, CNN publicó un artículo detallando el abuso al que sometió a sus esposas y la función que tuvo el obispo en la narrativa. Una oración llamó mi atención:

“Algunos mormones dicen que el escándalo de Porter plantea una seria preocupación sobre si… la creencia de que el matrimonio es sagrado y eterno – un pilar de la teología mormona- puede evitar que algunos cónyuges abandonen los malos matrimonios.”

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Mi primera reacción fue una ofensa. ¿Están implicando que los mormones estamos tan obsesionados con casarnos que estamos dispuestos a ignorar un matrimonio tóxico?

Mi segunda reacción fue tristeza: probablemente haya miembros de la iglesia con cónyuges abusivos que se sienten de esta manera.

No creo que valorar tanto el matrimonio tenga que ser nuestra perdición. Todos hemos visto hermosos matrimonios que refinaron a las personas, produjeron familias fuertes y bendijeron a los barrios y comunidades. Sin embargo, aunque creemos en el matrimonio también creemos en el divorcio. Necesitamos de ambos y aquí explicamos la razón.

EL SEÑOR NO SUFRIRÁ QUE SUS HIJAS SUFRAN

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Durante el tiempo de Jacob, los Nefitas estaban acumulando una larga lista de pecados.

Uno de esos pecados fue tener múltiples esposas y concubinas, un acto que el Señor prohibió. Y, aunque los pecados caerían sobre las cabezas de los esposos inicuos, el impacto también caería sobre sus esposas:

“Porque yo, el Señor, he visto el dolor y he oído el lamento de las hijas de mi pueblo en la tierra de Jerusalén; sí, y en todas las tierras de mi pueblo, a causa de las iniquidades y abominaciones de sus maridos.

Y no permitiré, dice el Señor de los Ejércitos, que el clamor de las bellas hijas de este pueblo, que he conducido fuera de la tierra de Jerusalén, ascienda a mí contra los varones de mi pueblo, dice el Señor de los Ejércitos.

Porque no llevarán cautivas a las hijas de mi pueblo, a causa de su ternura, sin que yo los visite con una terrible maldición, aun hasta la destrucción...” (Jacob 2:31-33)

El Señor no desea que sus hijas sean cautivas de malos matrimonios. La libertad puede venir en forma de divorcio. Los mormones no estamos ajenos a este concepto. Los profetas antiguos de la iglesia mormona sabían que la poligamia podía ser difícil especialmente para las mujeres. Por eso, el divorcio se hizo inmediatamente efectivo. Las mujeres podían obtener el divorcio más fácil en Utah que en cualquier otra parte de los Estados Unidos en ese tiempo.

El matrimonio debe ser un lugar seguro, pero cuando causa sufrimiento indebido, es mejor poner nuestros matrimonios, y no a nosotros mismos, en el altar de los sacrificios.

ESCAPAR ES NUESTRO LEGADO

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Lehi huyó de Jerusalén para escapar de su futura destrucción.

Nefi se dirigió al desierto para escapar de las amenazas de sus hermanos.

Limhi y su pueblo huyeron a Zarahemla para escapar de la esclavitud y el acoso.

Alma y sus seguidores huyeron más de una vez para escapar de las persecuciones religiosas.

Escapar de situaciones peligrosas no significa que seamos débiles. Es el legado de Israel. Esos solo fueron algunos ejemplos de la primera mitad del Libro de Mormón. ¿Qué pasa con la segunda parte? ¿La Biblia? ¿La historia de los pioneros mormones?

Habrá momentos en que el Señor nos pida que permanezcamos en situaciones difíciles. Sin embargo, cuando el fuego del refinador deje de refinar y solo arda; cuando permanecer inhiba nuestro progreso más que ayudar, el Señor dirá, “Vete. Ahora.”

Para nuestro progreso, seguridad y prosperidad religiosa, debemos huir y dejar atrás nuestras cosas preciosas. A veces, esa cosa preciosa es el matrimonio.

Artículo originalmente escrito por Anessa Rogers y publicado en mormonhub con el título “Mormons Believe in Marriage…And Divorce.”

Comentarios
EL ÉLDER DALLIN H. OAKS ACONSEJA. La mejor manera de evitar divorciarse de un cónyuge infiel, que abusa o que no coopera, es evitar casarse con una persona de este tipo. Si desean casarse bien, averigüen bien. Las relaciones que se basan sólo en "pasar tiempo juntos" o intercambiar información por Internet no son una base suficiente para casarse. Deben salir juntos, seguido de un cortejo prudente, reflexivo y concienzudo. Deben tener sufiecientes oportunidiades para experimetar el comportamiento del posible cónyuge en una variedad de circunstancias. Los prometidos deben aprender todo lo q puedan en cuanto a las familias a las que dentro de poco se unirán por medio del matrimonio. Con todo esto, debemos darnos cuenta de que un buen matrimonio no requiere un hombre o una mujer perfectos; sólo requiere un hombre y una mujer dispuestos a esforzarse juntos por alcanlzar la perfección.
bet
Cuando el Creador instituyó el matrimonio, no dispuso que hubiese divorcio. El hombre tenía que adherirse a su esposa y tenían “que llegar a ser una sola carne”. (Gé 2:24.) De modo que el hombre tendría una sola esposa que sería una carne con él. El divorcio tuvo su comienzo después de la caída del hombre en el pecado, y de la imperfección y degradación consecuentes. Cuando Dios dio la Ley a Israel, no obligó a seguir la norma original, sino que reguló el divorcio para que no afectara negativamente a la familia israelita. Sin embargo, a su debido tiempo Dios restableció la norma original. Jesús declaró el principio que debía regir en la congregación cristiana: la “fornicación” (gr. por·néi·a) es la única base válida para el divorcio. Explicó que Dios no obligó a los israelitas por medio de Moisés a seguir esta norma debido a su dureza de corazón. (Mt 19:3-9; Mr 10:1-11.) Por lo tanto, la única causa que puede romper el matrimonio en la congregación cristiana, aparte de la muerte, que lo deja sin efecto, es la fornicación, que hace que el ofensor llegue a ser ilícitamente una sola carne con otra persona. La parte inocente puede usar este hecho como base para disolver el matrimonio, si así lo desea, y volver a casarse. (Mt 5:32; Ro 7:2, 3.) Aparte de esta concesión en caso de “fornicación” (gr. por·néi·a), las Escrituras Griegas aconsejan a los cristianos que no se separen de sus cónyuges, sean creyentes o incrédulos, y requiere que si lo hacen, no tengan relaciones sexuales con nadie más. (1Co 7:10, 11; Mt 19:9.) Bajo la Ley, el esposo podía divorciarse de su esposa si hallaba algo “indecente” en ella. Esto no incluía el adulterio, pues este se castigaba con la muerte. Podía ser una grave falta de respeto al esposo o a la casa de su padre, o algo que acarreara oprobio a la familia. El esposo tenía que darle un certificado escrito de divorcio, lo que implica que a la vista de la comunidad el divorcio tenía que estar justificado. Como el certificado era un documento legal, tendría que contar con la aprobación de los ancianos o autoridades de la ciudad. La mujer podía volver a casarse y el certificado la protegía de ser acusada por ello de adulterio. No se permitía el divorcio al hombre que seducía a una muchacha antes de casarse o que acusaba falsamente a su mujer de no ser virgen cuando se había dado en matrimonio. (Dt 22:13-19, 28, 29.) Si después del divorcio una mujer se casaba con otro hombre y este más tarde se divorciaba de ella o moría, el esposo original no podía casarse con ella de nuevo. Esta ley impedía que se provocara el divorcio o quizás incluso hasta que se tramara la muerte del segundo esposo para que la pareja original pudiera volver a casarse. (Dt 24:1-4.) Jehová odiaba el divorcio injusto, sobre todo cuando se traicionaba a una adoradora fiel con el objeto de casarse con una mujer pagana, que no pertenecía a su pueblo escogido. (Mal 2:14-16)..
Gerardo
Que pasa con un matrimonio sellado por la. Eternidad después de un divorcio??
Vaza
"
jose LUIS
Yo no soy miembro de la iglesia, pero tengo una amiga que ella si asiste a una estaca, o barrio según como ustedes le llaman. Mi amiga es casada y fue sellada según sus doctrinas, el caso es que ella ha sufrido maltratos tantos fisicos como emocionales de parte de el esposo, miembro también, e incluso la última vez le fracturo la nariz y la hirio en la frente, además de echarla de la casa, él es un tipo agresivo y de mal carácter, yo a ella la conozco desde hace mas de 30 años y es bien devota de la iglesia, por el momento se encuentra separada, es posible que ella se pueda divorciar de él y dejar de sufrir golpes, algún día hasta la pueden dejar paralítica o muerta, es posible desligarse de tal persona, y que ese matrimonio y sellamiento queden anulados que debe de hacer, ya sus hijos son mayores de edad, y ninguno vive en su casa ya?
Fernando Caal
Hola Fernando, claro que puede divorciarse, Dios no permite que sus hijos sufran, si no nos edifica entonces es mejor alejarse y no sufrir con una personas que la maltrata.
sgutierrez

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