A muchos nos ha pasado: despedirnos de una mascota duele más de lo que imaginamos. En esos momentos surge una pregunta sincera: ¿volveremos a ver a los animales que amamos en la eternidad?
Las escrituras enseñan que todo fue creado espiritualmente antes de existir en la tierra (Moisés 3:4–5). Eso incluye plantas, animales y seres humanos.
El profeta José Smith explicó que, así como el espíritu del hombre tiene forma, también el de los animales y de “toda criatura que Dios ha creado”. Esto nos recuerda que los animales son más que materia, son almas vivientes con un propósito eterno.
«Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así». – Génesis 1:24
El alcance de la resurrección

Profetas de la Iglesia han enseñado con claridad que la resurrección no es exclusiva para los hombres y mujeres, sino que abarca a todo ser viviente. El presidente Joseph Fielding Smith dijo que los animales, aves y peces serán recreados para gozar de vida inmortal gracias a la redención de Jesucristo.
“Los animales, los peces del mar, las aves del cielo, así como el hombre, serán recreados o renovados mediante la resurrección, porque ellos también son almas vivientes. Los animales sí tienen espíritu y, gracias a la redención realizada por nuestro Salvador, resucitarán para gozar de la bendición de la vida inmortal”.
«Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados». – 1 Corintios 15:21–22
Y el élder Bruce R. McConkie agregó que el sacrificio del Salvador es infinito y eterno, aplicándose a toda forma de vida.
El presidente Russell M. Nelson a su vez compartió:
«Y la misericordia de la Expiación se extiende no solo a una cantidad infinita de personas, sino también a un número infinito de mundos creados por Él. Es infinita más allá de cualquier escala de dimensión humana y de comprensión mortal”.
¿Y nuestras mascotas?

Aunque las escrituras no detallan cómo será, varios líderes han señalado que el amor y los lazos que formamos con los animales podrían ser honrados en la eternidad. Incluso se cuenta que José Smith creía que volvería a ver a su caballo favorito.
Si pensamos en ello, tendría poco sentido un mundo perfecto sin la compañía de los animales que también alegraron nuestra vida aquí.
Además, si los animales tienen un lugar en el plan de Dios, entonces nuestra forma de relacionarnos con ellos refleja nuestra espiritualidad. Las revelaciones nos recuerdan que son parte de la creación divina y que debemos tratarlos con bondad y respeto. El mismo Jesús enseñó:
“Pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.” – Lucas 12:6
Una visión esperanzadora

Creer en la resurrección de los animales nos lleva a verlos de otra manera. Son parte del amor de Dios manifestado en Su creación, y compartirán con nosotros la promesa de la vida eterna.
Imaginar un futuro donde no solo volvamos a ver a quienes amamos, sino también a los seres que nos acompañaron fielmente en esta vida, nos da esperanza y gratitud.
«Y a todo ser viviente que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sean la alabanza, y la honra, y la gloria y el poder, para siempre jamás». – Apocalipsis 5:13
La resurrección de los animales nos recuerda que nada de lo que Dios ha hecho se pierde, todo tiene un lugar en Su plan perfecto.
Fuente: Ask Gramps



